Buenos Aires (AT) – Alemania presenta un modelo único en Canadá, con dos embajadores que comparten responsabilidades en Ottawa. Tjorven Bellmann y Matthias Lüttenberg, una pareja con tres hijos, se trasladaron al país del G7 y comenzarán a representar conjuntamente a Alemania en septiembre, en el segundo mayor país del mundo.
“Bajo la ministra Annalena Baerbock, el Ministerio de Relaciones Exteriores flexibiliza específicamente los modelos de trabajo para crear igualdad, promover a las mujeres y encontrar modelos que faciliten tener una vida familiar en esta profesión”, comentó Bellmann al describir este novedoso concepto de trabajo compartido.
Bellmann, quien fue promovida a directora política de la ministra alemana de Relaciones Exteriores en 2022, se ha convertido en una de sus más estrechas confidentes. Por su parte, Lüttenberg se desempeñaba como director para Europa del Este, el Cáucaso y Asia Central. La exigencia de ambos trabajos a tiempo completo suele dejar poco espacio para la vida familiar, una realidad que enfrentan con tres hijos de 10, 12 y 15 años. Iniciativas como la que se implementa en Ottawa buscan permitir que los diplomáticos avancen en sus carreras sin sacrificar la unidad familiar.
Funcionamiento del modelo de trabajo compartido
Lüttenberg explicó que su modelo de trabajo se basa en un ciclo de ocho meses. Durante este período, una persona asume el papel de embajadora, mientras la otra se encarga principalmente de la familia. Luego, intercambian roles. Este sistema ya ha sido probado en Eslovenia y Suecia, y Canadá se convierte en el tercer país en implementarlo a este nivel. Sin embargo, para que funcione, el país anfitrión debe estar dispuesto a trabajar con dos representantes, lo cual puede representar un desafío.
Para el Ministerio de Exteriores alemán, esta iniciativa también busca mantener la competitividad como empleador. Según Bellmann, los diplomáticos jóvenes valoran especialmente el equilibrio entre la vida profesional y personal. Aunque el ministerio ofrece un amplio apoyo a las familias, la profesión diplomática, con sus frecuentes traslados, es especialmente complicada para aquellos con hijos. Además, las parejas que trabajan en el servicio exterior y alcanzan altos niveles profesionales, como el de embajador, a menudo se enfrentan a difíciles decisiones entre sus compromisos privados y profesionales.
Resolución de conflictos y expectativas futuras
En caso de desacuerdos sobre el rumbo diplomático, Lüttenberg aseguró que el procedimiento es claro: “Si alguna vez discrepamos, se aplica naturalmente el reparto de papeles. La persona a cargo debe asumir las consecuencias de sus decisiones. Esto se aplica tanto en casa como en el trabajo”. Bellmann será quien asuma el primer “turno” en septiembre, cuando comience oficialmente su labor. Hasta entonces, es probable que deban explicar su estructura laboral a sus homólogos canadienses y otros diplomáticos, quienes han mostrado gran interés y curiosidad por este sistema.
Lüttenberg considera que el actual interés se debe a la pausa veraniega en el Hemisferio Norte, aunque prevé que pronto las cuestiones políticas y diplomáticas cobrarán mayor relevancia. Además, aclaró que ambos comparten no solo el puesto de embajadores, sino también el sueldo asociado a este cargo.
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