Buenos Aires (AT) – BMW ha anunciado sus planes para comenzar la producción en serie de un coche de hidrógeno con pila de combustible (FCEV) en 2028. El fabricante alemán ha unido fuerzas con Toyota, consolidando una alianza estratégica para desarrollar conjuntamente la próxima generación de tecnología de pila de combustible, con el objetivo de garantizar grandes volúmenes de producción y reducir costos.
Oliver Zipse, CEO de BMW, señaló que esta alianza marcará el inicio de una nueva etapa en la demanda de vehículos eléctricos de pila de combustible. Por su parte, Koji Sato, Presidente de Toyota, destacó que esta colaboración refleja un paso importante en su compromiso conjunto para impulsar el desarrollo de una “sociedad del hidrógeno”.
Hidrógeno como complemento a los coches eléctricos de batería
Ante la creciente escasez de materias primas necesarias para la fabricación de baterías, Zipse considera que no es viable depender únicamente de los coches eléctricos de batería. En este sentido, ve a los vehículos de hidrógeno como el complemento ideal. Además, el hidrógeno ofrece una solución frente a las limitaciones actuales de las redes de recarga eléctrica.
El éxito del BMW iX5 Hydrogen
BMW ha estado probando la tecnología de pila de combustible con una pequeña serie del modelo iX5 Hydrogen durante dos años, con resultados satisfactorios. Los ensayos con clientes en Asia, América y Europa han demostrado que la tecnología es robusta y está lista para su implementación en la producción en serie, según Michael Rath, director del proyecto. Este avance también reduce la dependencia de BMW en materias primas esenciales como el litio, el níquel, el manganeso y el cobalto.
La infraestructura del hidrógeno: un desafío por resolver
Aunque marcas como Toyota, Honda y Hyundai ya fabrican coches de hidrógeno en serie, la infraestructura de estaciones de repostaje sigue siendo un obstáculo en ciertos países, incluyendo Alemania. Rath explicó que, a pesar de que hay avances, las redes de repostaje de hidrógeno son más avanzadas en lugares como China, Corea del Sur, Japón y California. En Alemania, se está construyendo una red de estaciones para camiones.
Ventajas de los FCEV sobre los coches eléctricos de batería
Los vehículos eléctricos de pila de combustible ofrecen una gran ventaja en términos de autonomía y tiempos de recarga frente a los coches eléctricos de batería. A diferencia de estos últimos, los FCEV pueden recorrer largas distancias sin necesidad de pausas prolongadas para recargar, incluso bajo condiciones extremas de temperatura. Además, el proceso de repostaje de hidrógeno toma solo tres minutos y las emisiones son cero, ya que el único subproducto es vapor de agua.
El futuro de los coches de hidrógeno en BMW
BMW aún no ha anunciado qué modelo será el primero en ofrecerse también como coche de hidrógeno. No obstante, Rath sugirió que las ventajas de esta tecnología se maximizan en vehículos grandes y pesados, debido a su capacidad de recorrer largas distancias y la eficiencia en situaciones extremas. Sin embargo, la producción de estos vehículos sigue siendo costosa, debido a la limitada cantidad de unidades y al uso de platino en las pilas de combustible.
Una colaboración estratégica con Toyota
La alianza entre BMW y Toyota va más allá del desarrollo conjunto. BMW compra las pilas de combustible a Toyota, quien es reconocida como líder mundial en esta tecnología, y a su vez, la empresa alemana suministra componentes a su socio japonés. Toyota ya ha lanzado su berlina de lujo Mirai, que utiliza esta tecnología y lleva años en el mercado.
El hidrógeno: una solución para el almacenamiento de energía
El hidrógeno se perfila como una solución eficiente para el almacenamiento de energía excedente de fuentes renovables como la eólica y la solar. Aunque el uso directo de electricidad sigue siendo más eficiente que la conversión a hidrógeno, Rath considera que el hidrógeno puede aprovecharse para evitar el desperdicio de energía cuando las plantas de energía renovable generan más electricidad de la necesaria.
Comparativa entre coches eléctricos de batería y de hidrógeno
Los vehículos eléctricos de batería (BEV) y los de hidrógeno con pila de combustible (FCEV) ofrecen soluciones sostenibles para reducir las emisiones de gases contaminantes, pero cada tecnología tiene sus propias ventajas y desventajas.
Ventajas de los BEV:
- Eficiencia energética: Los coches eléctricos de batería convierten directamente la electricidad en movimiento, lo que los hace más eficientes en el uso de energía.
- Infraestructura de recarga: La red de cargadores eléctricos está más desarrollada en muchos países, facilitando la carga en casa o en estaciones públicas.
- Mantenimiento: Los BEV tienen menos piezas móviles que los vehículos convencionales o los FCEV, lo que reduce los costos de mantenimiento.
Desventajas de los BEV:
- Autonomía limitada: Aunque ha mejorado, los BEV suelen tener una menor autonomía en comparación con los coches de hidrógeno, y en condiciones climáticas extremas, el rendimiento puede verse afectado.
- Tiempos de recarga: Aunque algunos modelos tienen capacidad de carga rápida, recargar un BEV puede llevar mucho más tiempo que repostar un coche de hidrógeno.
- Dependencia de materias primas: Los BEV dependen de baterías que requieren litio, cobalto y níquel, materiales que son limitados y están sujetos a fluctuaciones de mercado.
Ventajas de los FCEV:
- Autonomía y tiempos de recarga: Los FCEV tienen una autonomía similar a los coches convencionales y pueden repostar en solo tres a cinco minutos, siendo ideales para viajes largos.
- Rendimiento en condiciones extremas: Funcionan de manera eficiente en climas fríos o calurosos, sin pérdida significativa de rendimiento.
- Emisiones cero: Al igual que los BEV, los FCEV no emiten gases contaminantes; el único subproducto es vapor de agua.
Desventajas de los FCEV:
- Infraestructura limitada: La red de estaciones de hidrógeno es escasa en muchas regiones, lo que dificulta su adopción masiva a corto plazo.
- Costos elevados: La producción de hidrógeno y las pilas de combustible sigue siendo cara debido al uso de materiales como el platino y las pequeñas cantidades producidas.
- Eficiencia energética: Convertir electricidad en hidrógeno y luego usarla para generar energía es menos eficiente que el uso directo de electricidad en un BEV. Ambas tecnologías ofrecen alternativas sostenibles, y su desarrollo dependerá de la evolución de las infraestructuras y los costos de producción.
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