Buenos Aires (AT) – El reciente debate de Donald Trump y Kamala Harris por la presidencia de Estados Unidos generó respuestas inesperadas desde Alemania. Durante sus palabras finales, el ex presidente mencionó al país europeo para argumentar en contra del avance hacia energías renovables.
Trump afirmó que Alemania, después de intentar alejarse de los combustibles fósiles, había vuelto rápidamente a las plantas de energía tradicionales, sugiriendo que los Estados Unidos no deberían seguir ese camino. Sin embargo, la realidad en Alemania es muy distinta y su Ministerio de Asuntos Exteriores no tardó en responder a la “fake news”.
Un sistema energético basado en renovables
La afirmación de Trump generó reacciones desde Berlín. El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, utilizando su cuenta oficial en X (antes Twitter), refutó sus palabras. El tuit fue directo: “Te guste o no: el sistema energético de Alemania está totalmente operativo, con más del 50% de energías renovables. Y estamos cerrando, no construyendo, plantas de carbón y nucleares. El carbón estará fuera de la red a más tardar en 2038”.
Este mensaje no solo corrigió los hechos, sino que destacó el progreso de Alemania hacia una transición energética sostenible. Además, incluyeron una pequeña broma aludiendo a desinformación pasada que Trump difundió sobre el país: “PD: Tampoco comemos gatos ni perros”.
Los datos respaldan la respuesta de Alemania
El Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar ISE proporcionó datos clave que refuerzan la postura alemana. Durante la primera mitad de 2024, la energía eólica en Alemania superó en generación eléctrica a fuentes como el carbón y el gas natural. De hecho, la energía eólica generó más electricidad que la suma del carbón marrón, el carbón duro y el gas natural combinados.
Además, la energía solar, aunque aún no tan dominante como la eólica, ya ha superado al gas natural y al carbón duro, posicionándose como una de las principales fuentes de electricidad del país. Esta realidad deja en claro que las afirmaciones de Trump sobre un supuesto fracaso energético en Alemania están completamente fuera de lugar.
Un ejemplo que no favorece a Trump
Alemania es un líder global en la transición hacia un modelo energético basado en fuentes renovables, impulsado por la iniciativa política conocida como Energiewende (transición energética). Este programa busca reducir la dependencia del país en combustibles fósiles y energía nuclear, promoviendo el uso de fuentes limpias como la solar, eólica, hidroeléctrica y biomasa. En 2024, el 46.9% de la electricidad consumida en Alemania proviene de energías renovables, un logro importante que marca el compromiso del país con un futuro más sostenible.
La energía eólica se convierte en una de las principales fuentes de electricidad en Alemania. Durante 2024, el 24.1% de la electricidad generada proviene de parques eólicos, tanto terrestres como marítimos.
Este crecimiento fue impulsado por una serie de medidas políticas y económicas que fomentan la inversión en infraestructuras eólicas. Alemania cuenta actualmente con más de 30.000 aerogeneradores terrestres, y se ha fijado la meta de alcanzar los 100 gigavatios de capacidad instalada para 2030. Además, se espera que la energía eólica marina juegue un papel más importante en el futuro cercano, con 30 gigavatios de capacidad previstos para la misma fecha.
Expansión de la energía solar
Otro componente clave de la transición energética alemana es la energía solar fotovoltaica. En 2024, representa aproximadamente el 11.5% del mix energético del país, consolidándose como una fuente esencial de electricidad limpia. La capacidad solar instalada supera los 70 gigavatios, y cada año se agregan cerca de 7 gigavatios adicionales, lo que subraya la rapidez con la que esta tecnología se expande.
Alemania también incentiva a hogares y empresas a instalar paneles solares a través de subsidios, lo que ha llevado a un aumento significativo en la generación distribuida de energía. Cerca de dos millones de hogares alemanes tienen sistemas solares, lo que contribuye no solo a la reducción de emisiones, sino también a la creación de una red más descentralizada y eficiente.
Hidroelectricidad y biomasa
Aunque la energía eólica y solar dominan el sector de las renovables, la hidroelectricidad y la biomasa también tienen un rol importante. En 2024, la energía hidroeléctrica representa aproximadamente el 3.1% del total de la electricidad renovable, mientras que la biomasa contribuye con un 7.9%. Estas fuentes complementan la oferta energética, proporcionando estabilidad y respaldo en momentos en que las condiciones climáticas no favorecen a la energía solar o eólica.
Otro aspecto destacado de la transición energética alemana es la eliminación gradual de las centrales nucleares. En 2023, se cerraron las últimas tres plantas nucleares del país, cumpliendo una promesa política hecha tras el desastre nuclear de Fukushima en 2011. Esta decisión se ha llevado a cabo a pesar de las críticas, con el objetivo de acelerar la transición hacia un modelo energético basado en fuentes 100% renovables para 2045.
Desafíos y futuro
Aunque los avances son notables, Alemania enfrenta varios desafíos en su camino hacia una matriz energética completamente limpia. La infraestructura de red debe actualizarse para adaptarse a la intermitencia de las energías renovables y permitir una mayor integración de estas fuentes. Además, el país necesita seguir desarrollando tecnologías de almacenamiento de energía, como las baterías y el hidrógeno verde, que puedan asegurar el suministro en momentos de baja generación.
En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, aunque Alemania ha logrado reducciones significativas en las últimas décadas, la meta de alcanzar la neutralidad de carbono para 2045 requiere una aceleración de los esfuerzos. La electrificación del transporte y la industria, junto con una mayor eficiencia energética, serán factores clave en este proceso.
Hacé tu comentario