Buenos Aires (AT) – La industria siderúrgica alemana se encuentra en una encrucijada. Los últimos eventos en torno a Thyssenkrupp, uno de los gigantes del sector, han puesto de relieve los problemas estructurales y económicos que enfrenta la producción de acero en Alemania. Mientras los empleados protestan y los políticos intentan encontrar soluciones, la pregunta clave es si Alemania puede seguir produciendo acero de manera competitiva y sostenible en un contexto global cambiante.
El jueves 2 de septiembre, trabajadores del acero bloquearon las vías de acceso a las instalaciones de Thyssenkrupp en Duisburgo, como muestra de su indignación ante la gestión de la empresa. En el centro de la controversia se encuentra Miguel López, el Consejero Delegado de Thyssenkrupp, junto con Siegfried Russwurm, Presidente del Consejo de Supervisión y jefe de la Federación de Industrias Alemanas (Bundesverband der Deutschen Industrie – BDI). Los empleados consideran que la gestión de ambos ha sido desastrosa, mientras que la cotización de las acciones de la empresa sigue cayendo en picado, alcanzando nuevos mínimos históricos. La situación refleja una profunda crisis no solo en Thyssenkrupp, sino en toda la industria siderúrgica alemana.
Una industria en declive: ¿puede Alemania seguir produciendo acero?
La crisis de Thyssenkrupp es solo la punta del iceberg. El sector siderúrgico alemán enfrenta una serie de trastornos estructurales que afectan a toda la industria, que emplea a unas 80.000 personas. Una de las preguntas más urgentes es cuánto acero puede seguir produciendo Alemania a precios competitivos en el mercado global. Los costos energéticos, las demandas de una producción más ecológica y la competencia de proveedores asiáticos más baratos complican aún más el panorama.
El Estado alemán ha intervenido para apoyar la transición ecológica en la industria siderúrgica, invirtiendo miles de millones de euros en proyectos para hacer que la producción sea más sostenible. Solo en Thyssenkrupp, el gobierno ha comprometido EUR 2.000 millones (US$ 2.224 millones), mientras que otras empresas como Salzgitter AG y Arcelor Mittal también han recibido sumas significativas para facilitar su transformación. Sin embargo, surgen dudas sobre si esta inversión es suficiente o si los costos continuarán aumentando.
La incertidumbre del futuro del acero ecológico en Alemania
El llamado “acero verde”, producido de manera neutra para el clima, se presenta como el futuro de la industria. En respuesta a la demanda de productos más sostenibles, este tipo de acero promete revolucionar el mercado europeo. No obstante, la capacidad de Alemania para producir este acero a un costo competitivo sigue siendo incierta. En Suecia, por ejemplo, la empresa emergente H2 Green Steel ha captado la atención con la promesa de fabricar acero utilizando energía verde más barata. Esta situación plantea una inquietante cuestión: ¿debería Alemania concentrarse en el procesamiento posterior del acero en lugar de en su producción, dado que otros países podrían hacerlo de manera más económica?
La producción de acero en declive: un síntoma de problemas estructurales más amplios
A pesar de las inversiones y los esfuerzos por revitalizar la industria, la producción de acero bruto en Alemania sigue en declive. En 2023, se espera que las empresas alemanas produzcan 35,4 millones de toneladas de acero, una cifra muy inferior a las 44,3 millones de toneladas producidas en 2011. A pesar de un aumento modesto en la producción de un 4,7 % respecto al año anterior, el panorama a largo plazo es sombrío.
Salzgitter AG: una empresa modelo que también enfrenta dificultades
Incluso Salzgitter AG, considerada un modelo de gestión y estrategia en la industria, ha experimentado problemas. A pesar de ser un ejemplo de transformación ecológica exitosa, la empresa ha tenido que anunciar pérdidas para el segundo trimestre de 2024. Gunnar Groebler, Director General de Salzgitter, se ha visto obligado a implementar medidas de ahorro en un intento por contrarrestar la caída de la demanda de acero. Esta situación subraya la magnitud de la crisis, que afecta incluso a las empresas mejor gestionadas del sector.
Cumbre Nacional del Acero: buscando soluciones a la crisis
En medio de esta crisis, la industria siderúrgica alemana se reúne hoy, lunes, en el Mercatorhalle de Duisburgo para celebrar la “Cumbre Nacional del Acero”, un evento organizado por el Ministerio de Economía de Renania del Norte-Westfalia, la Federación Alemana del Acero e IG Metall. Esta cumbre busca reunir a todos los actores importantes del sector para debatir soluciones a la crisis y discutir el futuro de la industria en Alemania.
Entre las figuras destacadas que asistirán al evento se encuentra Dennis Grimm, quien ha asumido el cargo de Director de Tecnología de la división siderúrgica de Thyssenkrupp tras la destitución de Bernhard Osburg. La salida de Osburg, así como de otros miembros del Consejo Ejecutivo y del Consejo de Supervisión de la empresa, ha generado incredulidad en la industria por la brutalidad con la que Miguel López ha gestionado la situación.
El futuro de la producción de acero en Alemania: ¿una reestructuración necesaria?
Uno de los temas clave que se abordará en la cumbre es la necesidad de una reestructuración de la producción de acero en Alemania. Con la competencia internacional y las presiones económicas sobre la industria, algunos sugieren que la solución podría pasar por consolidar la capacidad de producción de acero en el país.
La idea de una “German Stahl AG”, una fusión entre empresas como Thyssenkrupp y Salzgitter AG, ha resurgido en el debate. Esta propuesta implicaría una mayor concentración de la capacidad productiva en manos de menos actores, con el objetivo de lograr una mayor eficiencia y competitividad. Sin embargo, la implementación de esta idea enfrenta obstáculos políticos y económicos.
Los desafíos de la transformación ecológica: ¿demasiado costosa?
La transformación hacia una producción de acero más ecológica sigue siendo un objetivo clave para la industria y el gobierno alemán. Sin embargo, los costos de esta transformación son cada vez más altos, lo que ha generado incertidumbre sobre su viabilidad. Siegfried Russwurm, jefe de la BDI y Presidente del Consejo de Supervisión de Thyssenkrupp, ha advertido que la construcción de una planta de reducción directa en Duisburgo podría ser más costosa de lo previsto, lo que pondría en peligro el proyecto emblemático de transformación ecológica de la empresa.
La situación ha generado tensiones entre los políticos y los ejecutivos de la industria. Tekin Nasikkol, jefe del comité de empresa de Thyssenkrupp Steel, ha advertido que la cancelación de proyectos como la planta de reducción directa sería un desastre para la empresa y la industria en general. Felix Banaszak, un destacado político del Partido Verde, ha instado a Thyssenkrupp a comprometerse con la transformación y ha señalado que estas plantas son esenciales para el desarrollo de una economía orientada a la neutralidad climática.
El papel del Estado en la crisis del acero: ¿debería intervenir más?
La crisis de la industria siderúrgica ha reavivado el debate sobre el papel del Estado en la gestión de las grandes empresas. IG Metall ha propuesto que el gobierno federal se convierta en “accionista ancla” de Thyssenkrupp, una medida que permitiría al Estado tener una mayor influencia en la toma de decisiones estratégicas de la empresa. Sin embargo, esta idea ha sido recibida con escepticismo por parte de los políticos, que prefieren evitar una intervención directa en el sector privado.
Otra opción que se discute es la consolidación de las empresas siderúrgicas en una sola entidad, como una posible solución a los problemas estructurales del sector. Esta “Deutsche Stahl AG” podría ser la respuesta para enfrentar el exceso de capacidad y la falta de competitividad de algunas empresas.
Un futuro incierto para la industria siderúrgica alemana
La industria siderúrgica alemana está en un momento crítico. La crisis en Thyssenkrupp es solo un reflejo de los problemas estructurales más amplios que enfrenta el sector. Mientras los políticos, los trabajadores y los ejecutivos intentan encontrar soluciones, el futuro del acero en Alemania sigue siendo incierto. La transición hacia una producción más ecológica es crucial, pero también costosa. La intervención del Estado puede ser necesaria, pero las medidas que se tomen en los próximos meses serán decisivas para determinar si Alemania sigue siendo un líder en la producción de acero o si, por el contrario, la industria se reestructura de manera radical.
La industria siderúrgica alemana en crisis:
- Una industria en declive: ¿puede Alemania seguir produciendo acero?
- La incertidumbre del futuro del acero ecológico en Alemania
- La producción de acero en declive: un síntoma de problemas estructurales más amplios
- Salzgitter AG: una empresa modelo que también enfrenta dificultades
- Cumbre Nacional del Acero: buscando soluciones a la crisis
- El futuro de la producción de acero en Alemania: ¿una reestructuración necesaria?
- Los desafíos de la transformación ecológica: ¿demasiado costosa?
- El papel del Estado en la crisis del acero: ¿debería intervenir más?
- Un futuro incierto para la industria siderúrgica alemana
Hacé tu comentario