Buenos Aires (AT) – Cada vez más adolescentes en Alemania deciden comenzar a trabajar sin contar con una formación profesional previa. Aunque la decisión responde a lógicas personales y sociales, especialistas advierten que puede tener consecuencias a largo plazo.
Según una reciente encuesta de la Fundación Bertelsmann, casi el 20 % de los jóvenes alemanes prefiere buscar un empleo ni bien termina la escuela, en lugar de comenzar una formación profesional. Las razones son variadas: desde el deseo de independencia económica hasta la falta de motivación o claridad vocacional.
En zonas como el área del centro comercial Olympia en Múnich, muchos jóvenes consultados manifestaron intención de capacitarse. Una joven contó que se anotó para ser educadora porque allí están sus fortalezas. Otro, interesado en electrónica y mecánica, dijo ver “mucho potencial” en esos oficios. Sin embargo, también se escuchan testimonios de quienes dejaron la formación por salarios bajos o eligieron trabajar en empresas familiares sin especialización formal.

Preocupación entre especialistas
La educadora y pedagoga Helen Renk alertó que esta tendencia podría limitar las oportunidades de los jóvenes a futuro. “Estas personas tienen peores perspectivas laborales”, sostuvo. Y explicó que quienes no acceden a una capacitación profesional tienden a permanecer en empleos de baja remuneración.
Andrea Nahles, presidenta de la Agencia Federal de Empleo de Alemania, reforzó esta visión: “A lo largo de la vida laboral, quienes no tienen formación formal enfrentan mayores riesgos de desempleo”. En paralelo, el país sufre un déficit creciente de personal calificado. De acuerdo con el Instituto Alemán de la Economía (IW), en 2028 podrían faltar hasta 770.000 trabajadores especializados.
Falta de orientación y confianza
El informe de Bertelsmann identificó dos grandes motivos por los cuales muchos adolescentes no eligen una formación: dificultades para encontrar un camino profesional claro y escasa orientación laboral durante la etapa escolar. Esto se potencia en jóvenes con bajo nivel educativo, que sienten no cumplir con los requisitos o que tienen temor a no rendir lo suficiente.
Según el estudio, un tercio de los estudiantes con nivel académico bajo duda de estar en condiciones de presentar una buena postulación. Otros tantos sienten que no saben por dónde empezar o están abrumados por la variedad de ofertas. En ambos casos, la falta de guía escolar y familiar se convierte en un obstáculo real.

El deseo de una pausa vital
Lisa Hasenbein, investigadora del Instituto Alemán de la Juventud, aportó una perspectiva complementaria. Aseguró que para muchos adolescentes, el momento posterior a la escuela es un espacio de redefinición personal. “La formación profesional es un objetivo, pero no el único. Muchos quieren antes experimentar la vida adulta, entender qué valores los guían y cómo quieren vivir”, explicó.
Para Hasenbein, el mundo laboral representa una posibilidad de independencia económica y emocional. “Muchos necesitan salir del entorno escolar y conocer otras realidades antes de decidir qué camino tomar”, agregó. Esta mirada ayuda a entender por qué el trabajo inmediato, aunque sin formación, puede resultar atractivo.
Alemania podría enfrentar un déficit de 770.000 especialistas en 2028.
El sistema dual: una ventaja alemana poco valorada
Alemania cuenta con un modelo educativo reconocido internacionalmente: la formación dual. Esta combina práctica laboral en empresas con formación teórica en escuelas profesionales. Hoy, cerca del 66 % de los jóvenes alemanes opta por esta modalidad.
La duración de estas capacitaciones va de 2 a 3,5 años. Las empresas pagan un salario mensual al aprendiz, que se incrementa progresivamente. Durante el proceso, se rinden una prueba intermedia y una final, tras la cual se otorga un título oficial. Existen más de 300 profesiones reconocidas, reguladas por leyes federales como el BBiG (Ley de Formación Profesional).
Cada empresa debe estar habilitada para formar aprendices, lo que asegura un estándar nacional. A pesar de estos beneficios, muchos jóvenes no lo perciben como una opción atractiva o viable.

Rol de las escuelas: una deuda pendiente
Hasenbein subrayó que muchas veces las escuelas no brindan suficiente información sobre las distintas salidas laborales. “Faltan prácticas, visitas a empresas, espacios de exploración. La decisión sobre el futuro se vuelve difícil cuando se desconoce lo que hay disponible”, señaló. También remarcó que en algunos contextos familiares hay poca experiencia con formaciones profesionales. Eso hace que muchos adolescentes transiten este momento sin apoyo concreto. En consecuencia, eligen opciones inmediatas como un empleo temporal, sin evaluar su proyección a futuro.




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