Buenos Aires (AT) – Cada 1° de agosto, Suiza celebra su Día Nacional con actos que combinan costumbres tradicionales y expresiones modernas. La fecha conmemora la fundación de la Confederación Suiza, aunque su origen histórico y la propia elección del día generan debates entre expertos. En todo el país, las celebraciones incluyen discursos oficiales, fogatas, música y fuegos artificiales, aunque estos últimos se vuelven motivo de polémica y restricciones.
Orígenes históricos y leyendas sobre la fecha nacional
Suiza eligió el 1° de agosto como fecha para su fiesta nacional en 1891, cuando se conmemoró el seiscientos aniversario de la Carta Federal de 1291. Esa carta se considera el documento fundacional de la Confederación Suiza, aunque no existe un registro exacto de la fecha en que fue firmada. La leyenda dice que ese día, tres representantes de cantones se reunieron en el prado de Rütli para jurar lealtad mutua y formar la alianza que daría origen al país.
Sin embargo, esta versión no es un hecho comprobado y forma parte del imaginario nacional. La Carta Federal misma no indica una fecha precisa, y varios historiadores señalan inconsistencias en esta narrativa. Por otra parte, la Constitución Suiza de 1848, que podría ser un origen más claro, no fue elegida para la celebración oficial.
Tradiciones que acompañan el 1° de agosto

Uno de los rituales más visibles son las fogatas encendidas en las montañas, que no están relacionadas directamente con la fundación del país. Estas fogatas recuerdan los antiguos fuegos de señalización usados desde el siglo XV para alertar sobre posibles invasiones. Actualmente, cumplen una función estética y simbólica, evocando calidez y unión.
El Día Nacional se caracteriza por su descentralización. No existe un acto único ni un desfile militar oficial como en otras naciones. La Sociedad Suiza para el Bien Común organiza un evento simbólico anual en el prado de Rütli, mientras que en toda Suiza se realizan múltiples celebraciones locales. En ellas, autoridades locales y miembros del gobierno federal recorren distintas regiones para dar discursos y participar en actos festivos, que incluyen música, ondear banderas y en algunas zonas el toque del cuerno alpino.
Una costumbre moderna que tomó relevancia en las últimas décadas son los brunches rurales. Desde hace 33 años, granjas abren sus puertas para ofrecer desayunos y almuerzos con productos regionales y el tradicional “Wegge”, un pan dulce decorado con la bandera suiza. Aunque la demanda es alta, cada vez menos establecimientos realizan esta actividad debido a la organización que requiere.
Fuegos artificiales, polémicas y nuevas formas de celebrar
Los fuegos artificiales constituyen uno de los temas más controvertidos del 1° de agosto. A pesar de ser una tradición popular que ilumina el cielo nocturno, la mayoría de la población suiza está en contra del uso particular de cohetes y petardos. Varias regiones ya prohibieron su uso privado, y una iniciativa popular busca extender esta prohibición a todo el país.
Sin embargo, las exhibiciones oficiales organizadas por ciudades y municipios se mantienen, y en muchos lugares el espectáculo pirotécnico sigue siendo un atractivo fundamental. Además, muchas personas aprovechan la fecha para encender fuegos artificiales privados, a pesar de las restricciones.
En paralelo, han surgido formas alternativas de celebrar el Día Nacional. En Lucerna, por ejemplo, se organiza una fiesta diurna con música techno, denominada “day-dance”. En Altstätten, el festival medieval recrea el ambiente del siglo XIII, y en Zurich el evento “Äms Fäscht” ofrece una propuesta musical y gastronómica con un enfoque más internacional. En la ciudad fronteriza de Laufenburg, Suiza y Alemania comparten las celebraciones, reforzando los lazos transfronterizos.

Finalmente, es importante mencionar que el 1° de agosto no siempre fue día feriado oficial. La población aprobó la oficialización en 1993, y desde entonces los bancos y oficinas públicas permanecen cerrados en esta fecha.
Datos y cifras adicionales
- El 1° de agosto es feriado nacional desde 1994, tras la aprobación popular en 1993.
- Los brunches rurales comenzaron en 1992 y hoy reúnen a miles de personas en granjas de todo el país.
- Varios cantones prohíben el uso privado de fuegos artificiales; en Zúrich y Basilea están prohibidos desde hace años.
- La tradición de los fuegos en las montañas recuerda los sistemas de vigilancia del siglo XV y XVI.
El Día Nacional suizo combina historia, símbolos y debates sobre sus tradiciones. Más allá de la polémica por los fuegos artificiales, el 1° de agosto sigue siendo un día para que el país se reencuentre con sus raíces y celebre su identidad.






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