Buenos Aires (AT) – Desde que Donald Trump anunció en abril el incremento de aranceles a los automóviles y autopartes importadas, la industria automotriz europea recibió un golpe que aún no logra asimilar. Si bien el nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea reduce el arancel base del 25 % al 15 % a partir del 1º de agosto, las automotrices advierten que el daño ya está hecho.

Un impacto directo en los resultados
Porsche informó una caída de EUR 400 millones (US$ 463,5 millones) en su resultado semestral, con una drástica disminución del margen operativo: del 15,7 % al 5,5 %. Stellantis, conglomerado franco-italo-estadounidense, indicó que ya perdió US$ 300 millones y espera que el impacto anual supere los US$ 1.500 millones. Ningún fabricante europeo salió indemne.

El caso de BMW y la esperanza bilateral
Pese al escepticismo generalizado, el CEO de BMW, Oliver Zipse, intenta mantener viva una posibilidad: negociar acuerdos directos entre países, más allá de lo que impone Bruselas. “No tiene que ser parte de un paquete general. Puede hacerse entre dos países directamente”, dijo Zipse en conferencia de prensa. BMW posee una gran planta en Carolina del Sur y busca un sistema de compensaciones para exportaciones.
Mercedes-Benz, por su parte, parece menos optimista. Su CEO, Ola Källenius, fue contundente: “En la práctica, el acuerdo global es lo que hay. Es muy incierto si podrán agregarse enmiendas específicas por sector o empresa”.

Reacciones internas y preocupaciones sociales
El acuerdo también incluye la eliminación del 10 % que pesaba sobre autos estadounidenses que ingresan al mercado europeo. Aunque esto equilibra en parte las condiciones, también implica riesgos internos. Ferdinand Dudenhöffer, director del Center Automotive Research de Alemania, advirtió que hasta 70.000 empleos podrían perderse en Europa por la mudanza de producción a territorio estadounidense.
El sindicato IG Metall reclamó requisitos de contenido local para asegurar que el valor agregado permanezca en Europa. Francia también se sumó al pedido. Ante este escenario, la Confederación de Sindicatos Alemanes pidió una cumbre automotriz urgente con el canciller Friedrich Merz.

Estándares técnicos y negociaciones en curso
Uno de los puntos pendientes del acuerdo es la armonización de estándares técnicos entre EE. UU. y la UE. Desde la Comisión Europea confirmaron que se acordó “colaborar para detectar coincidencias y trabajar donde sea necesario una mayor convergencia”. Zipse insistió en este punto: “Debemos trabajar para abrir los mercados y acercar las normas tecnológicas”.

Mirando hacia adelante
La transición hacia autos cero emisiones, la creciente presión de la competencia china y ahora los aranceles estadounidenses configuran un panorama desafiante para el sector. En enero, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, convocó a un diálogo estratégico con los CEOs de las principales automotrices europeas. Se prevé una segunda reunión para septiembre, donde las empresas buscarán apoyo para mantener su competitividad.





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