La satisfacción de los ciudadanos alemanes con el desempeño del gobierno de coalición de Friedrich Merz alcanzó un nuevo mínimo, según una encuesta reciente. La investigación realizada por Infratest dimap para la emisora estatal ARD indica que tres de cada cuatro alemanes están insatisfechos con la labor del Ejecutivo federal.
La cifra refleja un fuerte descontento con la gestión de la coalición entre la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), que se consolidó como la administración menos popular desde el comienzo de su mandato.
El sondeo, realizado entre el 1 y 2 de septiembre, incluyó más de 1.300 personas, consultadas por teléfono y por internet. Según los resultados, 46% de los ciudadanos se declaró “más bien insatisfecho” con la gestión gubernamental, mientras que 29% expresó estar “totalmente insatisfecho”. Por otro lado, solo 21% manifestó sentirse satisfecho, y apenas 1 de cada 100 dijo estar “muy satisfecho” con el desempeño del canciller Friedrich Merz y su equipo.
Un contexto económico adverso y expectativas frustradas
El descontento generalizado se produjo en un contexto de noticias oficiales desalentadoras. La tasa de desempleo aumentó en los últimos meses, generando dudas sobre la recuperación económica que muchos esperaban tras la llegada de la nueva coalición al poder. Economistas señalan que los sectores industrial y de servicios muestran signos de ralentización, mientras que la inflación mantiene presión sobre los ingresos de los hogares.

Comparado con el gobierno anterior de izquierda, la coalición CDU-SPD registra una menor aceptación en esta etapa de su gestión. Cuatro meses después de asumir, la administración anterior contaba con 47% de aprobación, según encuestas de 2022. En cambio, la actual gestión alcanza apenas 21% de satisfacción general, lo que evidencia una brecha notable respecto al pasado reciente.
El descontento no se limita a la coalición en su conjunto. Según la encuesta, más de dos tercios de los encuestados se declararon insatisfechos con el desempeño individual de los principales partidos. En cuanto al canciller Merz, 62% de los votantes cuestiona su trabajo, mientras que solo 33% lo aprueba.
Los miembros del gobierno y la percepción pública
Dentro del gabinete, algunos políticos destacan por su aceptación relativa. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, aparece como el funcionario mejor valorado, con 60% de aprobación entre los encuestados, frente a 27% que expresó descontento. Otros miembros del Ejecutivo muestran cifras más bajas, reflejando la dificultad del gobierno para generar confianza en la ciudadanía.

A pesar de la insatisfacción generalizada, la encuesta no revela un cambio importante en las preferencias partidarias. Según el sondeo, si se celebraran elecciones generales el 7 de septiembre, la CDU lideraría con 27% de intención de voto, seguida muy de cerca por el partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD), con 25%. El SPD alcanzaría 14%, los Verdes 11%, La Izquierda 10%, y otros partidos pequeños sumarían el resto de los votos.
La estabilidad relativa de las preferencias sugiere que, pese al descontento, los votantes no se inclinan masivamente hacia una redistribución del apoyo electoral. La coalición gobernante mantiene un techo de aceptación limitado, pero sigue concentrando una porción importante del electorado.
Perspectivas políticas y desafíos inmediatos
El bajo nivel de satisfacción plantea un desafío directo para el canciller Merz y su equipo. Expertos políticos advierten que la percepción negativa puede dificultar la implementación de reformas y medidas económicas. La combinación de desempleo creciente, expectativas frustradas y la presión de partidos opositores crea un escenario complejo para la coalición CDU-SPD.
Analistas consideran que la administración debe mejorar la comunicación de sus políticas y generar medidas tangibles que impacten en el bienestar de la población. La falta de respuesta efectiva ante los problemas económicos puede profundizar el descontento y beneficiar a partidos de derecha como AfD, que ya se ubica en un estrecho margen de diferencia con la CDU.
La encuesta muestra, además, que los ciudadanos valoran la gestión individual de algunos ministros por sobre la labor general del gobierno. Esto refleja que la aprobación no depende únicamente del canciller, sino también de la capacidad de cada funcionario para mostrar resultados concretos en sus áreas de competencia.
En este contexto, las próximas semanas se perfilan críticas para la coalición. La percepción pública será clave para definir la dirección de las políticas económicas y sociales. Los desafíos incluyen controlar la inflación, estimular el empleo y garantizar la estabilidad social.



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