El club Franken Cannabis, ubicado en Buttenheim, distrito de Bamberg, suspendió sus operaciones después de que el Tribunal Administrativo de Bayreuth confirmara la prohibición impuesta por la administración local. La decisión marcó el final abrupto del primer intento en Baviera de distribuir cannabis a través de un modelo asociativo, apenas tres días después de la primera entrega a socios.
Un proyecto frenado por el Baurecht
El Landratsamt de Bamberg argumentó que la actividad violaba las normas de uso del suelo. Según la resolución, la marihuana se entregó en un edificio habilitado como depósito agrícola, lo que constituía una infracción al Baurecht (derecho de construcción).

En enero de 2024 la autoridad había autorizado al club a utilizar la nave como almacén de maquinarias y para producción vinculada al cáñamo industrial. Sin embargo, las inspecciones posteriores revelaron que el espacio se destinaba también a la distribución de cannabis recreativo y que existían planes para ampliar la actividad con un área cercada de cultivo, un edificio adicional para la entrega a socios y la construcción de oficinas.
“El suministro de cannabis desde una instalación que no cuenta con el permiso específico es ilegal”, explicó un vocero del Ministerio de Construcción de Baviera, que respaldó la interpretación del Landratsamt.

Acusaciones contra la administración
El presidente de Franken Cannabis, Martin Pley, denunció que la decisión fue adoptada solo después de la primera entrega de marihuana, lo que a su entender evidencia un trasfondo político. “Vimos una clara intromisión que no se explica solo en términos legales”, sostuvo.
Pley fue más allá y presentó denuncias por presunta prevaricación contra varios funcionarios de la administración local. La Fiscalía de Bamberg confirmó la recepción de las acusaciones, aunque evitó precisar el alcance de la investigación.
El dirigente también aseguró que ya invirtió una suma de seis cifras en el proyecto y que no cuenta con recursos para sostener una nueva batalla judicial. Por recomendación de sus abogados retiró la demanda principal y desistió de apelar ante el Tribunal Administrativo Superior de Baviera.
Una interpretación dividida
El núcleo del conflicto radica en la definición del uso del suelo. Mientras las autoridades bávaras sostienen que los clubes cannábicos solo podrían instalarse en áreas definidas como “zonas especiales”, el Ministerio Federal de Construcción defiende una postura distinta: no sería necesaria una categoría urbanística exclusiva para este tipo de asociaciones.
“La interpretación definitiva corresponde a los tribunales”, aclaró un vocero de la cartera federal, que admitió la existencia de una mesa de trabajo en la Conferencia de Ministros de Construcción para unificar criterios.

Un contexto hostil en Baviera
La legalización parcial del cannabis, en vigor desde el 1° de abril de 2024, habilitó en Alemania la creación de clubes de cultivo y consumo compartido. Sin embargo, la aplicación de la norma varía entre estados federados. Baviera adoptó desde el inicio una posición restrictiva.
La Staatsregierung (gobierno regional) expresó en reiteradas ocasiones su rechazo a la reforma y aseguró que utilizaría todos los mecanismos disponibles para limitarla. “El cannabis no debe normalizarse en Baviera”, declaró en marzo el ministro-presidente Markus Söder (CSU), quien encabezó la oposición a la medida.
Los números lo reflejan: un año después de la entrada en vigencia de la ley, ningún club en Baviera había obtenido autorización definitiva. Según datos del Ministerio de Salud bávaro, hasta agosto se habían aprobado solo ocho permisos iniciales, mientras 19 solicitudes seguían en trámite, tres fueron rechazadas y 14 desistidas por los propios interesados.

Más causas en la justicia
El caso de Franken Cannabis no es el único. El Tribunal Administrativo de Múnich informó que existen varios procesos en curso iniciados por clubes que cuestionan prohibiciones similares. La mayoría de los litigios giran en torno a las mismas “órdenes de uso prohibido” emitidas por los Landratsämter tras las primeras inspecciones.
En este marco, la resolución de Bayreuth sienta un precedente relevante. Para el Ministerio de Construcción bávaro, confirma que la instalación de clubes cannábicos solo es posible si los municipios delimitan zonas especiales en sus planes de urbanismo, algo que hasta ahora ninguna comuna se mostró dispuesta a hacer.

Entre la política y el derecho
La clausura de Franken Cannabis evidencia la tensión entre la normativa federal y la resistencia regional. Para Pley, el desenlace refleja “la voluntad de bloquear cualquier intento de implementar la ley en Baviera”. Para las autoridades locales, en cambio, se trató de un caso claro de infracción urbanística. La discusión excede al club de Buttenheim. Se trata de un pulso político y legal que pondrá a prueba la consistencia de la legalización parcial frente a la autonomía de los estados federados. Con varios procesos aún abiertos y una definición pendiente de la Conferencia de Ministros de Construcción, el futuro de los clubes cannábicos en Baviera se mantiene en suspenso.




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