Un equipo que trabaja en la cantera Busche, en el noroeste de Alemania, encontró restos atribuidos a un dinosaurio conocido como ornithomimosaurio. El fósil es el primer registro de ese grupo en territorio alemán. Según la información difundida por los organizadores de la excavación, se trata además del segundo registro conocido en Europa.
La pieza recuperada incluye una garra y un metatarso, es decir, un hueso del medio del pie. Los organizadores calificaron el hallazgo como de gran importancia. El hallazgo se produjo durante la excavación anual que organiza la Asociación Regional de Westfalia-Lippe y su Museo de Historia Natural. En la actividad participaron estudiantes, voluntarios y especialistas. El trabajo se centró en sedimentos del Cretácico temprano, con una antigüedad aproximada de 125 millones de años.
El hallazgo
Durante la campaña de septiembre se registró la presencia de la garra y del metatarso en la cantera. La garra conservó rasgos suficientes para ser identificada como perteneciente a Ornithomimosauria. El hueso del pie mostró características compatibles con ese grupo. Los descubridores atribuyeron ambos fragmentos al mismo conjunto de restos. No hubo asignación a una especie concreta. Los responsables limitaron sus afirmaciones a la identificación del grupo.

El trabajo de campo incluyó la localización, el registro y la extracción de los fragmentos. Los restos se documentaron en el sitio. Los profesionales que supervisaron la extracción formaron parte del equipo que luego analizó las piezas en laboratorio. El comunicado de la asociación describió la secuencia: prospección, documentación y traslado de material para su estudio.
Anatomía y dieta según los expertos
Los ornithomimosaurios presentan rasgos corporales bien distintivos. Caminaban sobre dos patas traseras, que eran largas y delgadas. Mostraban un cuello largo y una cabeza pequeña. Por su conformación, recibieron el apodo de “dinosaurios avestruz”. Darius Nau, de la Universidad de Bonn, describió a esos animales como los máximos corredores entre los dinosaurios. Nau también señaló que la dieta de esos animales fue probablemente omnívora o herbívora.

Esas observaciones provienen de comparaciones morfológicas entre los fragmentos encontrados y especímenes ya conocidos. El equipo que analizó el material optó por describir rasgos anatómicos observables antes que lanzar hipótesis amplias sobre el comportamiento. Las conclusiones del análisis se ciñeron a la forma de la garra y a la morfología del metatarso.
Registro europeo y trabajo científico
Según el informe del equipo, solo existe otro registro previo de Ornithomimosauria en Europa. Ese registro corresponde a un hallazgo en España. Con el material de Balve, el registro europeo queda reducido a esos dos casos. El equipo de investigación que firmó el estudio incluyó a Denis Theda, Darius Nau, René Dederichs y Achim H. Schwermann.

René Dederichs, del Instituto Paleontológico de Zúrich, comentó sobre la distribución conocida del grupo. Dederichs recordó que la mayoría de registros de ornithomimosaurios provienen de Asia y de Norteamérica. En esos continentes, la presencia suele corresponder al Cretácico tardío, según lo señalado por el equipo.
El informe con los resultados fue difundido en septiembre. En el documento, los autores describen las piezas recuperadas y las comparan con otro material del registro internacional. El texto científico expone las razones que llevaron a la atribución de los restos a Ornithomimosauria. El equipo dejó claro que la información disponible por ahora no permite una identificación más precisa a nivel de especie.
Ubicación y contexto
La cantera Busche se ubica en las cercanías de Balve. Balve se encuentra a una distancia por ruta que puede tomarse como un punto de referencia relativo a ciudades mayores de la región. La excavación anual en esa cantera forma parte de un programa que incluye docencia práctica para estudiantes y la participación de voluntarios en tareas de campo.

El contexto estratigráfico de los restos los sitúa en sedimentos del Cretácico temprano. La datación se fundamenta en la asociación de los fragmentos con capas y materiales propios de ese intervalo. Los responsables del proyecto mencionaron la edad aproximada de 125 millones de años como referencia temporal para el material extraído.
Estado actual y próximos pasos anunciados por el equipo
Los fragmentos se someten a análisis comparativos en laboratorio. El estudio incluye la medición, la descripción morfológica y la comparación con registros previos. Los autores expresaron la necesidad de contar con más material para refinar la clasificación taxonómica. Por ahora, la identificación se mantiene en el nivel de Ornithomimosauria.
El equipo planea continuar las tareas de campo en la cantera y revisar colecciones que puedan contener material relacionado. Los investigadores informaron que el hallazgo ya forma parte del registro científico y que el trabajo de estudio seguirá su curso según lo establecido por el grupo.



Hacé tu comentario