Colombia inició el proceso formal para construir un nuevo estadio de fútbol que reemplazará al histórico Nemesio Camacho El Campín. El proyecto busca modernizar por completo la infraestructura deportiva de la ciudad y crear un complejo multifuncional que integre espectáculos, cultura y actividades comerciales. El Distrito apuesta por un recinto de última generación, equipado con tecnología de Alemania en sus sistemas estructurales y operativos.
La iniciativa es parte de un plan que transformará la zona y ampliará la capacidad del futuro estadio. Las autoridades prevén un impacto económico amplio. El proyecto promete generar miles de empleos y posicionar a Bogotá como un referente regional en organización de eventos deportivos y culturales.
Un proyecto integral que dará forma a un nuevo polo urbano
El Distrito confirmó el inicio de un proceso que se realizará bajo un esquema de Asociación Público-Privada. Este modelo permitirá avanzar con la obra sin suspender el uso del estadio actual, que continuará albergando partidos y espectáculos durante toda la primera etapa. La ciudad eligió este enfoque para ordenar el avance de las obras y evitar interrupciones en la agenda deportiva.

Las primeras intervenciones se desarrollarán en espacios aledaños, como las canchas externas. El objetivo es preparar el terreno sin interferir con la actividad vigente. Cuando el nuevo escenario esté terminado, El Campín será demolido para completar la reconfiguración del complejo, una decisión que marca un cambio profundo en la infraestructura urbana.
El proyecto incluye una reordenación del entorno. Se incorporarán áreas comerciales, zonas verdes, senderos peatonales, espacios gastronómicos y servicios complementarios. La idea central es crear un distrito de entretenimiento que funcione durante todo el año y no solo en días de partido. Para la administración local, esta transformación contribuirá a dinamizar una zona estratégica de la ciudad.
La decisión de reemplazar El Campín responde a razones estructurales. El estadio, inaugurado en 1938, ya no cumple con los estándares necesarios para recibir eventos internacionales de alta demanda. Las restricciones técnicas y la dificultad de ampliar su estructura definieron la estrategia de construir un complejo completamente nuevo.
Un estadio con mayor capacidad y tecnología de Alemania
El nuevo estadio tendrá capacidad para 50.000 espectadores. Incluirá zonas premium, palcos corporativos, accesos eficientes, espacios comerciales y áreas recreativas. Los responsables del proyecto aseguraron que la tecnología alemana será un componente central.
Se incorporarán sistemas en el techo del estadio, en la gestión acústica, en la iluminación y en el césped híbrido. Estas soluciones permitirán recibir conciertos y partidos con estándares de calidad similares a los de los principales estadios europeos.

La cobertura tecnológica también contempla mecanismos de drenaje y control climático en la superficie de juego. La implementación de un tipo de césped que mejorará la resistencia y facilitará un uso intensivo, algo fundamental en un estadio que combinará fútbol con espectáculos de gran formato.
El complejo no se limitará al deporte. Se construirá un auditorio destinado a la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Este espacio permitirá que el recinto funcione como un centro cultural y no solo como un estadio. La multifuncionalidad es uno de los ejes del diseño. Las autoridades consideran que la integración entre arte, deporte y entretenimiento ampliará la oferta de la ciudad y atraerá nuevos públicos.

El proyecto incluye instalaciones hoteleras y zonas de servicios que apuntan a facilitar la llegada de visitantes. También se prevé una conexión fluida con el transporte público y mejoras en los accesos peatonales. Para la administración, la renovación urbana es tan importante como el estadio en sí. La combinación de infraestructura deportiva y servicios complementarios busca impulsar la actividad económica del sector.
Obras por etapas para mantener la actividad deportiva
El cronograma oficial indica que la construcción comenzará en marzo de 2026. El plan contempla una ejecución por etapas para evitar la suspensión de partidos, conciertos y eventos programados en el estadio actual. La administración local considera prioritario sostener las actividades deportivas de la ciudad durante el período de obras.
La estrategia se basa en un desarrollo progresivo. Mientras se levanta el nuevo estadio en áreas adyacentes, El Campín continuará en uso. Una vez finalizado el nuevo recinto, se iniciará la demolición del escenario antiguo. El Distrito subraya que este método reducirá los tiempos de transición y permitirá que los clubes locales mantengan sus calendarios.
La entrega del nuevo estadio está prevista para finales de 2027. Para ese momento, Bogotá dispondrá de una infraestructura adaptada a estándares modernos. Los responsables del proyecto señalaron que el complejo será capaz de recibir torneos internacionales, conciertos de gran escala y espectáculos culturales con capacidad plena. También remarcaron que el diseño consideró criterios de accesibilidad y movilidad para facilitar la llegada de los espectadores.



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