El Parlamento de Suiza eligió a Guy Parmelin como presidente para 2026 en una sesión que confirmó su peso político dentro del Consejo Federal. El actual ministro de Economía logró 203 votos sobre 210 válidos y obtuvo uno de los resultados más altos registrados en los últimos años.
Su regreso a la jefatura del Estado se dará en un contexto económico delicado para Suiza, luego de meses de tensión comercial con Estados Unidos por el nivel de los aranceles aplicados a productos suizos. Parmelin asumirá la presidencia con un respaldo legislativo fuerte y con negociaciones abiertas que marcarán el rumbo económico del país.
El político del cantón de Vaud expresó que el continente atraviesa un momento frágil y que Suiza deberá actuar con determinación, previsión y prudencia. El anuncio refuerza la tradición del sistema político suizo, que rota la presidencia año a año entre los siete miembros del Consejo Federal.
Un regreso respaldado por una votación contundente
Guy Parmelin recibió 203 votos, un número que superó sus registros anteriores y que lo ubicó entre los presidentes más respaldados de las últimas décadas. Se emitieron 228 papeletas, con cinco votos nulos y trece en blanco. Solo siete miembros del Parlamento apoyaron a una figura alternativa. El resultado se comparó rápidamente con sus antecedentes: en su primer mandato presidencial en 2021 había obtenido 188 votos, mientras que en 2023, como vicepresidente, sumó 196.

El Parlamento suele utilizar esta elección, formal en términos constitucionales, para expresar simpatía o críticas hacia la gestión de los consejeros federales. Desde el año 2000, el promedio histórico ronda los 172 votos.
En ese período se destacaron Ueli Maurer con 201 en 2019, Pascal Couchepin con 197 en 2008 y Johann Schneider-Ammann con 196 en 2016. En contraste, Micheline Calmy-Rey registró uno de los peores niveles en 2011 con 106 votos. Alain Berset también obtuvo un apoyo bajo en 2023, cuando alcanzó 140 votos.
El resultado de Parmelin confirma un nivel de respaldo inusual para el esquema político suizo, que tiende a expresarse a través de votaciones moderadas. Su elección refleja un reconocimiento a su gestión económica y a su rol durante los meses de conflicto arancelario con Estados Unidos.

Parmelin pertenece a la Unión Democrática de Centro (UDC), el partido más grande del Consejo Nacional. Se unió al gobierno en 2016 como ministro de Defensa y, desde 2019, dirige el Ministerio de Economía. Su perfil combina tono pragmático, experiencia en manejo de crisis y una trayectoria política de alcance nacional.
Las negociaciones con Washington: un capítulo central de su año político
El conflicto arancelario con Estados Unidos se convirtió en uno de los desafíos más complejos de su gestión. En agosto, el presidente estadounidense Donald Trump impuso un arancel del 39% a bienes suizos, una medida que sorprendió a la Confederación y generó preocupación inmediata dentro del sector exportador. El valor de ese arancel se ubicó entre los más altos aplicados por Washington en su ofensiva comercial.
Parmelin viajó tres veces a Estados Unidos para negociar una reducción del costo. El diálogo se abrió en un clima tenso y con declaraciones que generaron polémica. Trump criticó a la actual presidenta de la Confederación, Karin Keller-Sutter, quien había intentado avanzar en conversaciones previas. El presidente estadounidense dijo que “la mujer fue amable, pero no quiso escuchar”, en relación con la funcionaria suiza. Esa frase circuló en la prensa europea y aumentó la presión sobre los negociadores.
El ministro suizo insistió en lograr un acuerdo que redujera la carga para las empresas del país. Su estrategia combinó gestiones directas con el Departamento de Comercio y reuniones con asesores presidenciales. Finalmente, el mes pasado se anunció una declaración de intención: los aranceles bajarían al 15% y Suiza se comprometía a realizar inversiones por USD 200 mil millones en territorio estadounidense. En términos comparativos, equivalen a alrededor de EUR 184 mil millones, según cálculos del Ministerio de Economía.

El entendimiento no resolvió todos los problemas, pero ofreció una salida parcial a la tensión comercial. Sectores industriales suizos lo consideraron un alivio en medio de un escenario adverso. Parmelin sostuvo que el país necesitaba un margen de estabilidad para proteger exportaciones sensibles y evitar pérdidas mayores en su sector manufacturero.
Un presidente con experiencia y de origen rural
Guy Parmelin, de 66 años, nació en una familia de viticultores en el cantón de Vaud y trabajó como productor de vino antes de ingresar plenamente a la política. Ese perfil rural lo acompañó durante toda su trayectoria pública y continúa siendo una parte reconocible de su identidad.
Su primer mandato presidencial, en 2021, lo colocó en un escenario internacional relevante. Ese año Suiza fue sede de una cumbre entre Vladimir Putin y Joe Biden en Ginebra. La organización de ese encuentro se interpretó como una prueba de la capacidad diplomática de Parmelin y fortaleció la imagen de Suiza como terreno neutral para negociaciones complejas.
El sistema político del país establece que la presidencia se asigna a quien acumula mayor antigüedad dentro del Consejo Federal sin haber ocupado el cargo ese año. El presidente es un “primus inter pares”: coordina reuniones, actúa como figura representativa y atiende asuntos internos y externos de carácter institucional. No ejerce un poder ejecutivo concentrado, ya que el gobierno funciona bajo un esquema colegiado.



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