La Cámara Alemana de Industria y Comercio (DIHK) exigió al Gobierno de Berlín que se comprometa de manera decidida con la conclusión del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, en medio de crecientes tensiones con Francia, que busca aplazar la votación prevista para este fin de semana.
“La UE no debe perder la oportunidad de estrechar lazos con sus importantes socios comerciales y proveedores de materias primas en Sudamérica y eliminar las barreras comerciales existentes”, afirmó Volker Treier, director de Comercio Exterior de la DIHK, según un comunicado oficial de la institución.
Alemania contra el reloj
El llamamiento de la DIHK se produce después de que el domingo la oficina del primer ministro francés Sébastien Lecornu exigiera mejoras sustanciales y un aplazamiento de la firma del acuerdo, previsto inicialmente para el próximo fin de semana al margen de la cumbre del Mercosur que se celebrará en Brasil el 20 de diciembre.

Treier fue enfático al señalar que “el Gobierno federal alemán debería abogar de forma clara y decidida por la ratificación”, porque en su opinión el acuerdo ofrece un gran potencial económico gracias a la reducción de aranceles y la apertura de mercados. “Tras más de 25 años de negociaciones, las empresas alemanas esperan que el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo concluyan por fin el acuerdo con los países socios del Mercosur”, subrayó.
El acuerdo tiene por objeto impulsar el comercio entre la UE y los cuatro países del Mercosur: Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Según la Comisión Europea, la zona de libre comercio resultante, con más de 700 millones de habitantes, sería la mayor de su tipo en el mundo.

La Comisión Europea aumenta la presión
La Comisión Europea declaró el lunes, según reportó Euronews, que espera firmar el acuerdo con Mercosur a finales de año, aumentando la presión sobre París para que levante su oposición esta semana. Olof Gill, portavoz adjunto de la Comisión, afirmó ante la prensa que “en opinión de la Comisión, firmar el acuerdo ahora es una cuestión de crucial importancia económica, diplomática y geopolítica, pero también en términos de nuestra credibilidad en la escena mundial”.
La decisión se produce mientras el presidente francés Emmanuel Macron enfrenta la furia de los agricultores galos por el acuerdo. El actual pacto, firmado en 2024, liberalizaría el comercio entre ambos bloques, pero los productores franceses sostienen que los expondría a competencia desleal de importaciones procedentes de América Latina.

Francia exige salvaguardias estrictas
Francia lidera la oposición en el Consejo Europeo y exige salvaguardias estrictas para suspender las reducciones arancelarias si las importaciones perturban los mercados de la UE. París reclama las llamadas “cláusulas de reciprocidad” que alineen las normas medioambientales y agrícolas del Mercosur con las de la UE, además de controles sanitarios y fitosanitarios más rigurosos.
En su comunicado del domingo, la oficina de Lecornu señaló: “Aunque está prevista una cumbre del Mercosur para el 20 de diciembre, está claro que no se dan las condiciones para que el Consejo de la UE vote sobre la autorización de la firma del acuerdo”.
La reciprocidad, un tema delicado también para Alemania
Gill explicó que “desde la conclusión de las conversaciones políticas el año pasado por estas fechas, la Comisión escuchó atentamente a los agricultores europeos, los consumidores, los Estados miembros y los eurodiputados, y actuó con decisión respondiendo a todas las preocupaciones y peticiones con medidas de acompañamiento eficaces”.

Los legisladores de la UE votarán este martes la cláusula de salvaguardia propuesta por la Comisión, a la que algunos eurodiputados añadirán enmiendas sobre reciprocidad. Los Estados miembros ya respaldaron la salvaguardia, aunque sin garantías de reciprocidad.
Un funcionario parlamentario declaró a Euronews que “la reciprocidad también es un problema para los agricultores alemanes. Pero como Alemania apoya el acuerdo porque ve en él fuertes intereses ofensivos, Berlín no correrá el riesgo de echar por tierra el acuerdo por la cuestión de la reciprocidad”.
Mayoría cualificada en la cuerda floja
Polonia y Hungría se sumaron a Francia en su oposición al pacto, mientras que Bélgica y Austria planean abstenerse. Los Países Bajos e Irlanda aún no se pronunciaron, y la posición de Italia sobre la votación permanece poco clara.

Los partidarios del acuerdo, encabezados por Alemania y España, argumentan que el pacto resulta vital dado que la UE pierde terreno en el mercado estadounidense mientras China amplía su influencia en América Latina. Se esperaba que la decisión de aprobar la firma se tomara antes de la cumbre de la UE del jueves y viernes en Bruselas, aunque aún no está claro si se podrá obtener la mayoría necesaria.
Macron, ya afectado por la inestabilidad política interna, enfrenta ahora además la ira de los agricultores por la gestión de su gobierno de la dermatosis nodular contagiosa, un virus altamente contagioso que afecta al ganado. “Francia seguirá defendiendo firmemente sus intereses agrícolas”, advirtió la oficina de Lecornu el domingo.




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