Buenos Aires / Berlín – La ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, presentó el martes en Berlín un plan de acción para combatir con más eficacia el extremismo de derechas. La propuesta del gobierno, según Faeser, incluye la creación de una “unidad de detección precoz” de posibles manipulaciones desde el exterior y campañas de influencia. Desde las calles, la población alemana exigía desde hace semanas un accionar contra la creciente presencia de ultrad del erechistas en la vía pública.
El plan forma parte de un paquete de 13 medidas que la ministra presentó junto con los directores de las áreas de Inteligencia Interior y Policía. La mayoría de los proyectos son conocidos y algunos ya han sido decididos. En el nuevo documento, el gobierno alemán afirma que los extremistas de derecha quieren minar la confianza en la estabilidad y la capacidad de actuación del Estado. Agrega que comparten este objetivo con algunos actores extranjeros que también tienen interés en debilitar la democracia.
“Los Estados autocráticos utilizan cuentas falsas para crear un alcance artificial en Internet, inventan historias con imágenes basadas en Inteligencia Artificial (IA) y fingen credibilidad con copias de sitios web de periódicos”, advierte. Para el Ejecutivo, estas campañas coordinadas de influencia se utilizan para manipular la libre formación de opinión y el debate político y debilitar la democracia.
La nueva unidad de detección precoz pretende reconocer con antelación este tipo de campañas. “Queremos utilizar todos los instrumentos del Estado de Derecho para proteger nuestra democracia“, prometió Faeser en un comunicado de prensa. “Queremos aplastar las redes de extrema derecha, privarlas de sus ingresos y quitarles las armas”.
En el documento, el Ministerio del Interior también aboga por modificar la Ley Fundamental alemana (Grundgesetz) para proteger mejor al Tribunal Constitucional Federal de la influencia de los enemigos de la democracia.
La presión de la calle
Durante el fin de semana pasado, unas 5.000 personas protestaron hoy bajo una lluvia torrencial en la ciudad de Dresde contra una marcha de extrema derecha que se había organizado con motivo del aniversario del bombardeo de esta ciudad alemana de en la Segunda Guerra Mundial. Según informó la Policía, la manifestación de ultraderecha contaba con cerca de 1.000 personas. La Policía desplegó un amplio número de efectivos y mantuvo separados a los dos grupos.
Un día antes, otras 4.000 personas se manifestaron en Itzehoe, en Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania contra la derecha. Por su parte, en Rostock, en el noreste, se reunieron 3.200 manifestantes bajo el lema: “Nunca más es ahora”. Los organizadores hablaron de más de 5.000. Además, hubo concentraciones de entre 1.000 y 2.000 personas en localidades de Renania del Norte-Westfalia (oeste), Baden-Württemberg (sudoeste) y Thüringen (centro).
La oleada de protestas contra la derecha radical dura ya alrededor de un mes. En Berlín, por ejemplo, más de 150.000 personas se congregaron frente al edificio del Reichstag (Parlamento) la semana pasada, según informes policiales.
Las manifestaciones se producen desde que el medio periodístico de investigación Correctiv revelara una reunión de ultraderechistas en Potsdam en noviembre, a la que también asistieron políticos del partido Alternativa para Alemania (AfD) y miembros individuales de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) y del grupo ultraconservador Werteunion. En el encuentro, el antiguo jefe del Movimiento Identitario de extrema derecha en Austria, Martin Sellner, habló de “remigración”, un polémico término que usan los ultraderechistas para referirse a la deportación de un gran número de personas de origen extranjero, incluso bajo coacción.
(AT / dpa)
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