A los 18 años, Aaron Anselmino cumplió un sueño que venía gestando desde la infancia. Nacido en Bernardo Larroudé, un pequeño pueblo del norte de La Pampa, a orillas del límite con Córdoba, Aaron cambió su historia cuando debutó en Boca Juniors, en La Bombonera. Desde niño, el fútbol ocupó cada calle de su localidad y cada instante de su vida, marcando un camino claro hacia su carrera profesional como futbolista.
Desde que tuvo uso de razón, Aaron mostró talento y dedicación. Con apenas ocho años, ya destacaba en Juventud de Banderaló, la localidad vecina, pero fue en Sportivo Realicó donde un cazatalentos de Boca Juniors, Diego Mazzilli, lo descubrió durante el campeonato “Sueño Celeste” organizado por Atlético Rafaela en agosto de 2013.

En aquel torneo relámpago, que enfrentó a jóvenes de la categoría 2005 con rivales de la 2003, Aaron impresionó por su altura y piernas largas, jugando como mediocampista. Su desempeño sobresalió pese a la derrota de su equipo, lo que le abrió la puerta al club de La Ribera. A principios de 2014, se trasladó a Buenos Aires con familiares, cerca del predio de La Candela, donde entrenaba entre semana y jugaba los fines de semana en la Liga Metropolitana.
Con el paso del tiempo, su desarrollo futbolístico se consolidó. Bajo la guía de Claudio Vivas, ingresó a la pensión de Casa Amarilla a los 12 años y encontró su posición definitiva: defensor central. Los entrenadores Luis Lúquez, Antonio Barijho y Martín Andrizzi lo moldearon en divisiones juveniles, mientras participaba en torneos regionales y viajes internacionales a Rusia, Japón y Bolivia. Allí, capitaneó al equipo que ganó la Copa Evo frente a River. Aaron siempre portó con orgullo la camiseta número 6 y la cinta de capitán.
La consolidación en Boca y el primer contrato profesional
Su talento y constancia lo llevaron a Reserva bajo Mariano Herrón y entrenamientos esporádicos en Primera División con Sebastián Battaglia. El respaldo de Marcos Rojo en un partido preliminar frente a Arsenal de Sarandí terminó de convencer al Consejo de Fútbol de firmarle su primer contrato profesional, vigente hasta fines de 2027.
Horas después, Jorge Almirón lo convocó para integrar el plantel frente a Lanús en La Bombonera. Aaron ingresó en el segundo tiempo con el marcador adverso y respondió con firmeza, solvencia y dominio en los duelos aéreos y mano a mano, demostrando seguridad y capacidad para asumir responsabilidades propias de un jugador experimentado.
Al día siguiente, el joven posó con la camiseta azul y oro número 50 en Casa Amarilla, un gesto de gratitud hacia quienes lo acompañaron durante años en la pensión. Más de 500 kilómetros separan a su pueblo natal de la Bombonera, pero la emoción se extendió por toda La Pampa, donde vecinos y allegados celebraron su logro.
Un ejemplo de perseverancia
Aaron Anselmino representa un modelo de esfuerzo y constancia. Desde un entorno rural, logró integrarse a un club de elite y enfrentar desafíos internacionales antes de cumplir 18 años. Su historia demuestra que la disciplina, el talento y el acompañamiento familiar son claves para concretar sueños que parecen lejanos.
¿Qué haces, che? 🇦🇷 👋
— Borussia Dortmund (@BlackYellow) August 27, 2025
Welcome to Dortmund, Aarón Anselmino. pic.twitter.com/GPS88gIRdC
El salto europeo llegó después de un breve paso por Chelsea, donde apenas sumó minutos. Ahora vestirá la camiseta de Borussia Dortmund en calidad de préstamo por una temporada, en un equipo que enfrenta bajas importantes en la defensa. El defensor tendrá la oportunidad de ganar continuidad y demostrar su potencial en una de las ligas más exigentes del mundo.
El joven pampeano llegó a Alemania con la misma determinación que mostró desde niño. Con la camiseta número 28, asumirá un nuevo desafío, adaptándose a un fútbol más rápido y físico.
Aaron Anselmino ya no es solo el chico de Larroudé; es un futbolista que transformó su pasión en una carrera internacional. Cada entrenamiento y cada partido en Borussia Dortmund será parte de un camino que comenzó en un pequeño pueblo y que ahora se proyecta hacia el fútbol profesional más exigente del mundo.



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