Buenos Aires (AT) – La Oficina Federal de Policía Criminal de Alemania (BKA) dio a conocer un nuevo informe, presentado por la agencia DW y donde se señala un aumento significativo de la inmigración ilegal en el país durante 2023.
Se sospecha que 266.224 personas entraron ilegalmente al país, lo que representa un incremento del 33.4% en comparación con 2022. Según la BKA, la mayoría de estas personas fueron detenidas por la policía federal.
La UE también enfrenta un aumento en cruces ilegales
De acuerdo con la BKA, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas registró 380.200 cruces no autorizados a lo largo de la frontera externa del área de libre circulación de Schengen, que incluye a 29 países.
La BKA señaló que los principales países de origen de quienes cruzaron ilegalmente a Alemania fueron Siria (54.207), Turquía (35.732) y Afganistán (35.370). También se indicó que muchos de estos inmigrantes potenciales contaron con la asistencia de traficantes de personas.
Alemania como destino principal
Alemania, con su economía sólida y políticas sociales generosas, se convirtió en un imán para los migrantes, incluidos aquellos que ingresan ilegalmente. Según datos del Ministerio del Interior alemán, en 2022 se detectaron más de 50.000 casos de entrada ilegal, una cifra que refleja el continuo atractivo del país. Este flujo migratorio provoca tensiones dentro de la Unión Europea, ya que la carga de manejar esta situación recae de manera desproporcionada sobre ciertos países.
Entre las causas principales de la inmigración ilegal en Europa, destacan los conflictos armados, la pobreza extrema y la persecución política o religiosa. Países como Siria, Afganistán y Eritrea figuran entre las principales naciones de origen de los migrantes que intentan llegar a Europa. En muchos casos, estas personas se ven obligadas a recurrir a redes de tráfico de personas, lo que aumenta el riesgo de explotación y abuso.
Reacciones y políticas en Europa
Europa responde a la inmigración ilegal con una combinación de políticas de control fronterizo, acuerdos internacionales y asistencia humanitaria. La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) juega un papel clave en la vigilancia y control de las fronteras exteriores de la Unión Europea. Frontex colabora estrechamente con los estados miembros para interceptar intentos de entrada ilegal y desmantelar redes de tráfico de personas.
Además, la Unión Europea ha establecido acuerdos con países de tránsito, como Turquía y Libia, para reducir el flujo migratorio hacia Europa. El acuerdo con Turquía, firmado en 2016, ha logrado una disminución en el número de migrantes que cruzan el mar Egeo hacia Grecia. Sin embargo, estos acuerdos también fueron objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, que argumentan que no siempre se garantiza la protección de los migrantes en los países de tránsito.
El contexto europeo
Alemania no está sola en enfrentar los retos de la inmigración ilegal. Otros países europeos, especialmente aquellos en la ruta del Mediterráneo, como Italia, Grecia y España, también se ven afectados. Estos países, que son puntos de entrada para muchos migrantes, deben lidiar con situaciones similares, a menudo sin contar con los mismos recursos que Alemania.
La falta de una política migratoria unificada en la Unión Europea contribuye a agravar la situación. Aunque existen acuerdos como el Reglamento de Dublín, que establece que el primer país de entrada es responsable de procesar las solicitudes de asilo, este sistema se muestra insuficiente para manejar crisis migratorias a gran escala. La necesidad de una reforma en las políticas migratorias y de asilo en Europa es cada vez más urgente.
Hacé tu comentario