Buenos Aires (AT) – En la Argentina el proceso de adopción de menores es, en la mayoría de los casos, largo y complicado. La dificultad no reside, como habitualmente se cree, en el sistema legal. Según indica el propio Hogar María Luisa el conflicto se plantea en las necesidades de quienes pretenden adoptar un niño, ya que de acuerdo a las estadísticas el 82% de las personas inscriptas para adoptar, quieren un solo niño, menor de 1 año y sano.
Justamente esta no era la situación de estos cuatro hermanos. Que no llegaron al Hogar María Luisa (HML) juntos. Vivieron separados en diferentes hogares. Luego de mucho esfuerzo el HML logró el traslado del más pequeño quien fue el último en reunirse con sus hermanos, a quienes visitaba constantemente.
“Cada vez que egresan los chicos de nuestra Gran Casa armamos un álbum de fotos para dejarles un recuerdo. Y estos hermanos … que chiquitos eran cuando llegaron! Cuatro años es mucho tiempo en la vida de un niño. No llegaron a la casa juntos, fueron llegando en diferentes momentos y años. Esto sucede a veces por la cantidad de lugares disponibles que hay en los hogares”, cuenta Ana Álvarez, la directora del HML, con alegría y la satisfacción que deja la misión cumplida.
“¡Por fin llegó el día tan esperado! Una pareja que ansiaba comenzar una gran familia se reunió con nosotros en numerosas ocasiones, formamos grupos de chat y así les acompañamos en este momento tan especial de iniciar una familia. La adopción de cuatro niños presentaba su complejidad debido a las diferentes edades, sin embargo, los padres adoptivos abrazaron la idea de que lo complejo no siempre es sinónimo de dificultad, y en este caso, no lo fue. Con el respaldo de grupos de otros padres en el mismo proceso y el apoyo de profesionales externos, el “motor” comenzó a ponerse en marcha”, relata Ana.
El derecho fundamental de todo niño o adolescente es vivir en familia, según lo establecen tanto tratados internacionales como leyes en Argentina. Sin embargo, a pesar de esto, muchos niños pasan un promedio de tres años bajo el cuidado de hogares. Día a día los hogares son testigos de esta dura realidad.
“Desde nuestra Gran Casa reflexionamos que no solo hay muchas formas de empezar a ser hijos y padres, sino que cuando la decisión está tomada este milagro del amor de la familia sucede. Una vez más los vemos caminar de la mano de sus dos papás y verlos alejarse de esta Gran Casa que fue su hogar por cuatro largos años, nos confirma que hicimos las cosas bien”, concluye Álvarez.
Ser voluntario en el Hogar Maria Luisa
Esta y otras tantas historias que tienen un final feliz para niños en situaciones de vulnerabilidad son solo posibles gracias a personas que, día a día, de manera generosa y sin esperar nada a cambio, brindan tiempo, esfuerzo, dinero, experiencia y amor.
El aporte que hacen los voluntarios es invaluable. Los voluntarios del HML realizan desde apoyo escolar a los niños hasta las tareas administrativas que requiere cualquier institución. Para aquellos que quieran ser voluntarios en el Hogar María Luisa, en su sitio web encontrarán toda la información necesaria.
Con la colaboración de Karin Gehart del Hogar Maria Luisa
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