El cruce entre Argentina y Alemania por la Copa Davis sumó un condimento inesperado antes de la serie del jueves en Bologna. Alexander Zverev, máxima estrella del equipo alemán y uno de los mejores jugadores del circuito, protagonizó hace pocos meses un episodio tenso en Buenos Aires. Esa reacción reavivó viejas sensibilidades y agregó un elemento más a un enfrentamiento que ya tenía historia y presión deportiva.

Un regreso cargado de expectativa
Alemania confirmó que Zverev, número tres del ranking mundial, volvió al equipo de Copa Davis después de casi tres años. Lo hizo para intentar cortar una racha de 32 años sin títulos en el torneo. “Los chicos me lo pidieron y me pareció el momento de decir ‘bueno, juego una vez’”, declaró el tenista en la previa, en referencia al pedido del plantel liderado por el capitán Michael Kohlmann.
Alemania quedó emparejada con Argentina en los cuartos de final, programados para el jueves 20 de noviembre a las 17 horas, según informó la Federación Internacional de Tenis. Kohlmann, exjugador y capitán desde 2015, reconoció que la serie será dura. “Argentina es una gran nación de tenis. Cerúndolo y Etcheverry son dos jugadores extraordinarios, y Zeballos es uno de los mejores doblistas del mundo. Espero una serie muy pareja”, afirmó.

Zverev y el antecedente que encendió el cruce
La presencia del alemán en esta serie tiene una particularidad. En febrero, Zverev perdió en el Argentina Open ante Francisco Cerúndolo por 3-6, 6-3 y 6-2, y terminó visiblemente molesto con el público del Lawn Tennis. Durante el partido discutió con los hinchas y reclamó silencio en varias oportunidades. “Vamos, respeten a los jugadores”, llegó a gritar en medio del segundo set.
Tras la derrota, el alemán fue tajante. “Me encantó Argentina. El único problema es que el público no sabe cómo comportarse durante un partido de tenis y eso es un poco triste”, declaró. Y agregó que la organización del torneo “fue excelente” pero que la actitud de las tribunas “te lo hace muy difícil si no sos argentino”.

Ese episodio, sumado a la rivalidad deportiva, elevó la temperatura del cruce. El público argentino es conocido por su estilo futbolero y por generar ambientes intensos en los torneos locales. Aunque en Bologna no habrá hinchada masiva, el recuerdo quedó fresco en la memoria del jugador alemán.
Alemania apuesta fuerte a la experiencia
El plantel alemán combina figuras consolidadas con recorrido. Junto a Zverev estarán Jan-Lennard Struff (35), Yannick Hanfmann (34), Kevin Krawietz (33) y Tim Pütz, especialista en dobles, que cumplió 38 años un día antes del partido. Kohlmann destacó que, pese a la edad del equipo, sobra motivación. “Estamos acá para lograr algo importante. Eso es lo que exigimos como grupo”, explicó.
El capitán insistió en que Argentina será “una tarea complicada”. Zverev tiene una desventaja estadística frente a Francisco Cerúndolo, con un historial de 1-3, aunque las tres derrotas fueron sobre polvo de ladrillo. En Bologna se juega sobre superficie dura, algo que favorece el juego del alemán.

Argentina llega en buen nivel
El equipo argentino, liderado por el capitán Javier Frana, accedió a esta instancia tras vencer a Noruega y a los Países Bajos. Para Kohlmann, el reencuentro con Frana tuvo un costado emotivo. Recordó que, en sus inicios en la Bundesliga, el extenista argentino influyó en su desarrollo. “Tenemos una relación muy cercana”, dijo.

Lo que está en juego
El ganador de la serie enfrentará en semifinales al vencedor de España y República Checa. Para Alemania, es la oportunidad de capitalizar la presencia de una de sus mayores figuras en un formato donde pesa tanto el talento individual como la fortaleza del equipo. Y para Argentina, es una ocasión para volver a la pelea grande de la Davis ante un rival incompleto en números pero fuerte en jerarquía.




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