Buenos Aires (AT) – La Hochschule Rhein-Waal (HRSW) en Kleve, donde estudia Sharon Spievak, se destaca por su diversidad, con estudiantes de 120 nacionalidades y un enfoque en carreras técnicas e internacionales. Este ambiente multicultural, que en principio parecía ideal para Spievak, cambió drásticamente después del ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023. Spievak, orgullosa de sus raíces judías y activa en la comunidad, vio cómo las tensiones escalaban y el antisemitismo en el campus de su universidad comenzaba a manifestarse abiertamente.
Después del ataque de Hamas, Sharon notó una serie de publicaciones en redes sociales de sus compañeros que la alarmaron. “Vi publicaciones que celebraban lo que ocurrió en Gaza como un acto de liberación”, relató Spievak en su entrevista con Die Welt. Los comentarios, que para ella resultaban profundamente ofensivos, marcaron el inicio de una serie de episodios que la empujaron a documentar todo lo que estaba ocurriendo en un “protocolo de antisemitismo”.
En una conversación con Die Welt, Spievak reveló que algunos compañeros llegaron a acusarla de usar su posición de liderazgo en el consejo estudiantil para discriminar a aquellos que no compartían su postura sobre Israel. Las acusaciones no se detuvieron ahí: “Típica sionista”, fue uno de los comentarios que recibió en una conversación en un grupo de WhatsApp. Este fue solo uno de muchos ataques personales que comenzaron a minar su bienestar en la universidad.
El “Protocolo de antisemitismo”
El hostigamiento hacia Sharon llegó a tal punto que decidió documentar cada incidente en lo que llamó su “Protocolo de Antisemitismo”. Entre los episodios más graves que recopiló, destaca una campaña de estudiantes que abiertamente promovían su destitución del consejo estudiantil con la promesa de “echar a los judíos del AStA” (Consejo Estudiantil). Este ambiente tóxico creció al punto de que, a pesar de recibir apoyo de algunas autoridades universitarias y de compañeros musulmanes, Spievak decidió apartarse temporalmente del campus por temor a su seguridad.
Falta de medidas efectivas y apoyo
Si bien la universidad emitió declaraciones condenando el ataque a Israel y los incidentes antisemitas en el campus, para Sharon estas medidas no fueron suficientes. “Me sentí respaldada por el presidente de la universidad, pero la mayoría de los ataques quedaron impunes”, mencionó. A pesar de que las agresiones fueron investigadas legalmente, no se tomaron medidas concretas que le ofrecieran una verdadera protección. En octubre de 2023, Spievak optó por dejar temporalmente el campus debido al constante acoso.
La decisión de renunciar
A pesar de ser reelegida para el consejo estudiantil en enero de 2024, el acoso hacia Sharon continuó. Comentarios ofensivos y pegatinas con mensajes como “Boicot a Israel” se volvían parte de su entorno cotidiano. Finalmente, en abril de 2024, durante una sesión parlamentaria, el debate sobre el conflicto entre Israel y Palestina, en lugar de enfocarse en los asuntos académicos previstos, desató comparaciones con el Holocausto, llevando a Sharon al límite.
“Fue demasiado”, expresó Spievak, quien tras este episodio decidió renunciar a su cargo, argumentando que su salud mental y física ya no podían soportar la situación. “Mi educación y mi bienestar estaban en riesgo”, añadió, subrayando que ya no se sentía segura ni respaldada en el campus.
Reflexiones y el futuro
Sharon Spievak tiene previsto concluir sus estudios en marzo de 2025, pero ha decidido mantenerse alejada del campus hasta después del 7 de octubre de 2024, fecha en la que se conmemorará el aniversario del ataque de Hamas. “Sé que muchos estudiantes aprovecharán la ocasión para mostrar de nuevo su apoyo a Gaza, y no quiero ser parte de ese escenario”, afirma. El caso de Spievak pone en evidencia un problema creciente en muchas instituciones educativas, donde los ataques antisemitas y las tensiones políticas internacionales llegan a los campus universitarios, creando ambientes de hostilidad. Aunque Spievak contó con el apoyo de algunos compañeros y autoridades, su historia deja en claro la necesidad de adoptar medidas más firmes y efectivas para proteger a los estudiantes de cualquier tipo de discriminación, y promover un diálogo abierto y respetuoso entre diferentes culturas y religiones.
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