El Argentinisches Tageblatt (AT) conmemora 135 años desde su fundación. Fabio Palopoli es actualmente redactor del AT e inició su camino profesional en 1996 en este diario, que hoy renueva su misión pero también su legado. En honor a las personas que lo llevaron adelante durante tantos años, nuestro colega hace un racconto del recorrido de un medio dedicado a ser nuevamente un puente entre culturas, personas, comunidades, continentes, pasado, presente y futuro.
Buenos Aires (AT) – Si bien el año pasado el Argentinisches Tageblatt no editó su habitual suplemento especial por su 134º aniversario, hoy nos encontramos, celebrando sus 135 años. Esta aparente contradicción nos recuerda que, al fin y al cabo, estamos en la Argentina. La explicación es sencilla: en los primeros días de 2023, el fallecimiento de Stefan Kuhn, por entonces el jefe de redacción, precipitó el cierre del Tageblatt. Era otra señal del final de una época, el temido momento en el que uno de los últimos y más antiguos diarios del país abandonaba finalmente los kioscos.
Pasados los primeros días de shock y paralización, fueron las embajadas y toda la comunidad de habla alemana en la Argentina quienes se acercaron para ver cómo se podía reactivar el medio. Había que “traer al Tageblatt de vuelta”, se escuchaba y se leía en las diferentes redes sociales. Así, luego de casi diez meses y como fruto del trabajo, esfuerzo, tiempo y dinero (no necesariamente en ese orden) de mucha gente, el 3 de octubre de 2023, el Argentinisches Tageblatt volvía a publicarse.
Muchas personas, incluso quienes trabajábamos por muchos años en el Tageblatt, nos preguntábamos cómo o por qué fue posible este regreso. Incluso los más sorprendidos agregaban: ¿para qué? Debo reconocer que yo me encontraba dentro de este último grupo. En el contexto actual de los medios de comunicación de todo el mundo, no acertaba a explicarme qué podía aportar un medio digital en idioma alemán como el Argentinisches Tageblatt.
Así, repasando viejos suplementos aniversario y columnas de sus directores y editores, encontré cierto día un párrafo de su nota de despedida de la edición de papel del 13 de enero de 2023, en donde el Dr. Juan Alemann comentaba que el comienzo del final del Tageblatt había sido en su opinión en el año 1992, cuando su familia decidió cerrar la imprenta: “Mi hermano Roberto y yo nos planteamos [incluso] si no habría sido más sensato cerrar también el periódico. Pero nuestro amor por el Tageblatt y la obligación que sentíamos hacia la comunidad de habla alemana nos persuadieron de continuar, incluso en circunstancias difíciles que se fueron complicando con el tiempo.”
Luego me topé con el siguiente párrafo en la muy emotiva necrológica del mencionado Stefan Kuhn, escrita por Marcus Christoph, secretario de redacción en ese momento: “Cuando hace dos años se despertó tras una grave operación de corazón, su primera preocupación fue saber cómo estaba la redacción. E incluso el pasado diciembre, cuando estuvo varios días en el hospital para someterse a una revisión, llevaba consigo su ordenador portátil para poder contribuir desde allí a la redacción.” Y entonces todo se me hizo muy claro.
En épocas de inteligencia artificial, fake news, redes sociales y medios electrónicos tan dinámicos como efímeros, la misión del Argentinisches Tageblatt se muestra más clara que nunca en sus 135 años de vida: mantener esa pasión y compromiso con un periodismo de calidad por y para la comunidad de habla alemana que nos inculcaron nuestros predecesores.
Convencido como estoy de que no se puede tener en claro a dónde vamos sin saber y entender de dónde venimos, creo util reseñar brevemente algunos acontecimientos salientes de estos 135 años de historia del Argentinisches Tageblatt. Que en verdad son algunos más, porque, como se ocupaba siempre de señalar don Roberto, ya en 1878 su bisabuelo Johann Alemann editó un primer periódico en idioma alemán en Santa Fe.
El Argentinisches Tageblatt y los inmigrantes de habla alemana
La familia Alemann inició la actividad periodística en la Argentina hace 146 años. En 1878, Johann “Allemann”, luego rebautizado en la Argentina como Juan Alemann, un ciudadano suizo del cantón de Berna, fundó, junto a su hijo Moritz de 15 años, el semanario Argentinisches Wochenblatt en idioma alemán para los colonos suizos, alemanes y austriacos de la provincia de Santa Fe.
La gran afluencia de inmigrantes de habla alemana que arribó a la Argentina durante la década de 1880 acompañó al semanario de los Alemann. Ya instalado en la ciudad de Buenos Aires, el 29 de Abril de 1889 Johann fundó el Argentinisches Tageblatt. El éxito de las publicaciones de la familia se basó fundamentalmente en dichas oleadas inmigratorias.
Las primeras se vieron interrumpidas por la Primera Guerra Mundial. En los años 20, los inmigrantes alemanes volvieron a llegar a la Argentina después de que Alemania tuviera graves problemas económicos durante la República de Weimar, especialmente la hiperinflación de 1923.
En la década de 1930, se produjo una emigración desde Alemania por motivos políticos, que incluía principalmente a judíos, pero también a socialistas y otros disidentes políticos que no comulgaban con el nacionalsocialismo. Esto hizo que el Tageblatt tuviera muchos lectores, después de que el otro periódico en lengua alemana que existía entonces, el “Deutsche La Plata Zeitung”, se posicionó a favor del régimen nacionalsocialista.
Este periódico fue cerrado por el gobierno en 1945, después de que Argentina le declarara la guerra a Alemania poco antes del final de la contienda. El mencionado diario platense fue sustituido por el “Freie Presse”, editado por el austriaco Federico Müller hasta 1975, año de su cierre.
En la posguerra, se produjo una última oleada de inmigración procedente de Alemania, ya que en un principio las cosas pintaban mal en la Alemania devastada por la guerra, y las empresas alemanas se esforzaron por reconstruir sus sucursales argentinas, algunas de las cuales habían sido expropiadas a raíz de la declaración de guerra, pero ya se habían reducido como consecuencia de la contienda. Esto también atrajo lectores al Argentinisches Tageblatt.
Sin embargo, esta última oleada de inmigración procedente de Alemania y Austria no duró mucho. La economía alemana se recuperó rápidamente, se produjo el llamado milagro económico con un alto crecimiento, y muchos emigrantes regresaron a su patria. A partir de 1960, apenas hubo inmigración procedente de la Europa germanoparlante, y el Argentinisches Tageblatt también sintió los efectos de ello.
Una voz distinta en tiempos difíciles
A lo largo de su historia, el Argentinisches Tageblatt ha sido más que un periódico; ha sido una voz de valentía. Durante los años oscuros del nazismo, se mantuvo firme en su postura antifascista y antinazi, a menudo enfrentándose a controversias dentro de la comunidad local alemana. Su línea editorial liberal y su valiente oposición al régimen de Hitler lo distinguieron como un periódico de principios firmes y convicciones inquebrantables.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Argentinisches Tageblatt jugó un papel crucial en la difusión de información precisa y objetiva sobre los acontecimientos en Europa, proporcionando a la comunidad alemana en Argentina una visión equilibrada de los sucesos que sacudían al mundo. Desde las tensiones políticas en Europa hasta las luchas por la democracia en la Argentina, el periódico cubrió una amplia gama de temas con un enfoque único y perspicaz.
Contribuciones culturales y sociales
Además de su cobertura periodística, el Argentinisches Tageblatt ha sido un importante catalizador cultural y social en la vida de la comunidad de habla alemana en la Argentina. Desde la promoción de eventos culturales hasta la defensa de los derechos de los inmigrantes, el periódico ha desempeñado un papel activo en la preservación y promoción de la identidad germanoparlante en la Argentina.
El último logro de la labor periodística del Argentinisches Tageblatt fue su éxito en el concurso “Diálogo por Alemania”, organizado por la Stiftung Verbundenheit mit den Deutschen im Ausland (Fundación para la solidaridad con los alemanes en el extranjero), en el que el Tageblatt fue distinguido como el mejor periódico extranjero en lengua alemana de 2012. Stefan Kuhn, el jefe de redacción, recibió el premio en Berlín de manos del entonces Presidente del Bundestag, Norbert Lammert.
El último diario que se mantuvo siempre dentro de la familia
El Tageblatt fue siempre propiedad de la familia y dirigido por un miembro de la familia Alemann con el cargo de director y editor responsable. Primero fue Johann Alemann, quien falleció en 1893, luego su hijo Theodor, falleció en 1926, y después Ernesto Alemann, quien murió en 1982. Luego asumieron la dirección sus hijos Roberto y Juan, y a partir de marzo de 2020, cuando falleció Roberto, sólo quedó Juan, quien falleció en 2024.
Hasta 1992, la empresa tuvo su sede en la calle 25 de Mayo, en el centro de la ciudad de Buenos Aires. Antes de eso, las oficinas administrativas y la redacción estuvieron en el edificio de la calle Tucumán 313. La redacción siempre permaneció allí, pero la dirección y la administración se mudaron al nuevo edificio de la calle 25 de Mayo, que estaba conectado con el viejo edificio. En el sótano del cual la firma de la familia Alemann contaba con una gran imprenta con composición tipográfica en plomo.
En la imprenta de la familia Alemann no solo se imprimió el Argentinisches Tageblatt, sino que además se realizó mucha impresión externa. Diarios y revistas salieron de las rotativas de la empresa entre ellos otro diario centenario de la Argentina: The Buenos Aires Herald, la publicación de la comunidad angloparlante en la Argentina. El éxito comercial de la imprenta ayudaba a superar las dificultades económicas del Argentinisches Tageblatt.
Con el avance de la tecnología los sistemas de impresión fueron evolucionando. Desapareció la tipografía al plomo y la impresión tradicional fue reemplazada. Se pasó a la fotocomposición primero y luego directamente a la tecnología informática, en la que el periódico se monta en la pantalla y luego se transfiere directamente a la imprenta.
El denominado sistema de impresión CTP (Computer to plate – de la computadora a la plancha), es una técnica común en la impresión offset. Es el sistema digital de impresión que reemplazó al sistema fotomecánico que utilizaba películas fotográficas. El CTP copia placas de offset o flexográfica con máquinas controladas por computadora.
Esto abarató mucho la producción del periódico. En palabras del Dr. Juan Alemann: “La revolución tecnológica destruyó nuestra imprenta y nuestro negocio con la impresión externa, pero ayudó al Tageblatt a sobrevivir. Nos dio la oportunidad de reducir enormemente los costos de compilación e impresión del Tageblatt, lo que era esencial para nosotros.”
En 1992 la familia Alemann vendió los edificios de las calles 25 de Mayo y Tucumán y trasladó las oficinas del Argentinisches Tageblatt a un edificio en la calle Juncal, entre Esmeralda y Suipacha, en la zona de Retiro. La empresa permaneció allí por más de diez años. En 2003 cambiaron el edificio tipo petit hotel de la calle Juncal por un piso de oficinas en la calle Carlos Pellegrini.
Finalmente en 2009 el Tageblatt se mudaría por última vez a una casa en el barrio de Belgrano, ubicada en la esquina de Ciudad de La Paz y Virrey Arredondo. En esa casa funcionó el periódico hasta su cierre en enero de 2023.
El Argentinisches Tageblatt, no solo ha sobrevivido al paso del tiempo, a las continuas crisis económicas de un país como la Argentina, sino que ha prosperado, convirtiéndose en un faro de la libertad de expresión y la integridad periodística.
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