Buenos Aires / Berlín – La 74ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, la Berlinale, estuvo signada por mensajes políticos y concedió el Oso de Oro a la película “Dahomey” que trata sobre la restitución de obras de arte saqueadas al antiguo reino africano de Benín.
La guerra en Gaza, tras los ataques terroristas encabezados por Hamás el 7 de octubre, fue un tema recurrente durante la entrega de premios. Las acciones de Israel en los territorios palestinos fueron notoriamente criticadas y generaron, a su vez, la objeción de políticos como Konstatin von Notz, que cuestionó la inversión del rol “víctima-victimario”.
Esta edición de la Berlinale estuvo impregnada de debates políticos desde la gala inaugural, cuando muchos cineastas protestaron contra la extrema derecha. Otros reclamaron el fin de la guerra en Gaza, entre Israel y Hamás. Durante la entrega de premios, muchos subieron con carteles con el mensaje escrito “Alto al fuego, ya” (“Ceasefire Now”, en inglés).
El cineasta palestino Basel Adra reclamó a Alemania que deje de suministrar armas a Israel. El presidente de la Sociedad Germano-Israelí, Volker Beck, cuestionó desde su cuenta de la red social X que ese mensaje se haya aplaudido y que no se haya puesto en discusión. Para Beck, fue un “punto bajo cultural, intelectual y ético” de la Berlinale.
Con la impronta de la geopolítica
Adra ganó el premio al mejor documental con su pieza “No Other Land”. La película trata sobre el desplazamiento de palestinos de las aldeas de Masafer Yatta, al sur del Hebrón, en Cisjordania.
Von Notz, miembro del partido Los Verdes, también lanzó duras críticas cuando el cineasta Ben Russell habló de “genocidio” en relación con la guerra en Gaza. “Es sencillamente repugnante y una pérfida inversión víctima-victimario. Tales comportamientos son intolerables”, escribió en X.
El vicepresidente de la comisión de Cultura del Bundestag, Marco Wanderwitz, escribió en X: “Debemos evaluar muy detenidamente esta @berlinale como política cultural federal”. El miembro del partido conservador CDU dijo que hubo “lamentablemente varias declaraciones antiisraelíes sin contestar” desde el escenario y desde el público, a las que consideró inaceptables.
El actor Lars Eidinger declaró tras la entrega de premios que “casi no recordaba tiempos tan políticos”. Empero, agregó que sería “fatal ignorarlo por completo o excluirlo de un evento como este”. La Berlinale siempre se ha considerado el más político de los mayores festivales de cine del mundo.
Los jóvenes de Benín
La película “Dahomey” ganó el Oso de Oro de este año. Allí, la directora francesa Mati Diop, de raíces senegalesas, explora los tesoros artísticos que fueron saqueados en 1892 del antiguo reino de Benín, entonces conocido como Dahomey, en África Occidental.
Le película se enfoca en el recorrido de 26 estatuas desde Francia hasta su país de origen. En total, miles de obras de arte fueron robadas hace unos 130 años y aún hoy se encuentran en Francia.
El documental experimental cautiva con pasajes poéticos; por ejemplo, una de las obras de arte habla varias veces fuera de la pantalla. Una parte de la película muestra un debate en Benín entre personas predominantemente jóvenes. Discuten sobre si la restitución debe considerarse un progreso o una arrogancia poscolonial. También se discuten los problemas actuales del país, como la pobreza y la falta de educación.
(AT / dpa)
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