Buenos Aires (AT) – En el universo de la televisión infantil, pocas figuras logran trascender las fronteras de su público original. Sin embargo, Bernd das Brot, un pan alemán triste y de carácter sombrío, no solo capturó los corazones de los niños, sino que también dejó una gran impresión en los adultos.
Este pan, que comenzó como una simple marioneta, se convirtió en un ícono de la cultura pop alemana, con un impacto que sigue siendo fuerte después de 25 años en pantalla. A lo largo de este tiempo, Bernd logró cautivar a diferentes generaciones con su voz profunda, su actitud pesimista y su irónica mirada sobre la vida.
Los primeros pasos de Bernd das Brot
Bernd das Brot nació de una idea sencilla pero única. En el año 2000, los creadores Tommy Krappweis y Norman Cöster recibieron el encargo de diseñar una mascota para el canal de televisión infantil KiKA. Lo que comenzó como un boceto improvisado en la servilleta de una pizzería, pronto se convertiría en uno de los personajes más emblemáticos de la televisión alemana. La figura de Bernd fue diseñada como un pan de molde blanco, el cual, con su rostro inexpresivo y su cuerpo de pan común, evocaba una mezcla de humor negro y melancolía.
El diseño de Bernd, realizado por el artista Georg Graf von Westphalen, es sencillo pero eficaz. Con brazos cortos y una expresión facial siempre gruñona, la marioneta reflejaba una visión sarcástica de la vida, un contraste con los personajes más alegres y optimistas que suelen dominar los programas infantiles. Esta visión del mundo sería la base de su éxito: un personaje que, lejos de ser el héroe tradicional, se caracteriza por su negatividad y su desprecio hacia el entorno que lo rodea.
En sus primeros episodios, Bernd estuvo acompañado de dos personajes más optimistas: Chili la oveja y Briegel el arbusto. Juntos formaron un trío dinámico que le dio forma a las historias y que ayudó a Bernd a posicionarse en el gusto de la audiencia. A lo largo de los años, Bernd se convirtió en el centro de la trama, y su desdén por la vida fue el motor de los episodios que presentó.
Un público inesperado: la popularidad nocturna de Bernd
El verdadero despegue de la popularidad de Bernd llegó cuando el canal KiKA decidió poner sus episodios en el ciclo nocturno de 9 p.m. a 6 a.m. en 2003. En ese horario, KiKA emitía contenido más orientado a un público adulto, y fue allí donde Bernd encontró su nueva audiencia. Los espectadores adultos, en su mayoría personas que se quedaban despiertas tarde por diversas razones, comenzaron a ver los programas de Bernd con una perspectiva diferente. Para muchos, el personaje se convirtió en una especie de compañero nocturno, alguien con quien podían compartir sus propias frustraciones y tristezas.
La peculiaridad de Bernd, su actitud irreverente y su tono de voz profundo, lo convirtió en un referente para una audiencia más madura, muchas veces relacionada con la cultura del underground. Aquellos que pasaban largas noches viendo la televisión encontraron en él una especie de reflejo de sus propios estados de ánimo. Por su tono irónico y su visión negativa del mundo, Bernd encajó perfectamente en un contexto de humor negro, que se extendió rápidamente entre los jóvenes adultos que formaban parte de la escena nocturna de la televisión.
Este fenómeno le permitió a Bernd, en poco tiempo, convertirse en un clásico de culto. Su popularidad, inicialmente dirigida a los niños, se extendió de manera inesperada, alcanzando un público adulto que había encontrado en el personaje una forma de desahogo cómico ante las tensiones cotidianas.
Más que una marioneta
A lo largo de los años, Bernd no solo fue una marioneta más en la pantalla de KiKA. Se convirtió en un fenómeno mediático que trascendió su origen en la televisión infantil. Su presencia invadió otros campos de la cultura alemana. Bernd fue la figura central en campañas publicitarias, merchandising, videojuegos y hasta canciones. Su rostro, esa mueca de tristeza eterna, es reconocida por miles de personas en Alemania y más allá.
En 2004, Bernd recibió el Premio Adolf Grimme, considerado el Emmy de la televisión alemana, en reconocimiento a su influencia y al derecho que representa: el derecho a estar de mal humor. La distinción llegó de parte de un jurado que destacó su capacidad para conectar con la audiencia a través de un humor oscuro y una perspectiva cínica sobre la vida. Según Krappweis, su creador, Bernd muestra que no importa si no te sientes bien en ciertos momentos de la vida, y que es completamente válido no estar feliz todo el tiempo.
Bernd no solo fue un modelo de autocompasión; también fue víctima de una historia increíble. En 2009, su estatua de 2 metros fue secuestrada frente al ayuntamiento de Erfurt, lo que se convirtió en una noticia nacional en Alemania. Aunque la situación fue resuelta sin consecuencias graves, el incidente solo aumentó su fama, mostrando que el personaje trascendió los límites de la televisión y se convirtió en un símbolo cultural.
El 25 aniversario de Bernd das Brot
Este 2025, Bernd das Brot celebra 25 años en la pantalla, y los festejos no se hicieron esperar. KiKA decidió rendir homenaje a su emblemático personaje con una serie de nuevas actividades y contenido especial. En este aniversario, se lanzarán nuevos episodios, junto con una actualización de su popular canción, y actividades en línea tanto para niños como para adultos.
En los próximos meses, Bernd se embarcará en una nueva aventura: será parte de un canal de redes sociales llamado “Better with Bernd”, donde él, junto a sus inseparables amigos Chili y Briegel, buscará convertirse en un influencer de pan. Como era de esperarse, sus intentos de crear soluciones para facilitar la vida de los espectadores fracasarán de la manera más cómica posible, y Bernd se convertirá, sin quererlo, en un “defluencer”, un anti-influencer que marca tendencia por su forma de ser.
La vida de Bernd das Brot es un ejemplo claro de cómo un personaje creado inicialmente para un público infantil puede evolucionar y convertirse en una figura cultural para todas las edades. Su 25º aniversario es un recordatorio de que, a veces, lo que parece ser un simple acto de entretenimiento puede convertirse en un fenómeno global, capaz de conectar con diversas generaciones a través de su humor negro y su mensaje de aceptación de las imperfecciones de la vida. En su sombría existencia, Bernd nos muestra que está bien no estar bien, y que, incluso en los momentos más oscuros, podemos encontrar algo de humor.
(AT/AP)
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