Buenos Aires (AT) – El ex tenista alemán Boris Becker asumió la tarea de entrenar al joven Holger Rune en uno de los desafíos más complejos del tenis masculino. Por ahora, Alexander Zverev parece mostrar una actitud distante. Pero el momento no podría ser más delicado.
Se sabe que en el ámbito del tenis masculino alemán se destacan dos figuras que nunca tuvieron una relación cercana, pero que ocasionalmente se cruzaron. Durante unos años, Becker, el mayor de los dos, ostentó el título “Head of Men’s Tennis”y tenía la responsabilidad oficial del equipo alemán de la Copa Davis, donde se encontraba regularmente con Zverev, que era unos treinta años más joven.
En la actualidad, Becker suele encontrarse con su sucesor, opinando en varios programas de televisión. Algunos alemanes soñaron incluso con una asociación deportiva al verlos bromeando sin problema y también lamentando cuando a algún tenista alemán no le va bien. Pero más allá de esto, el momento de este nuevo compromiso con Rune presenta algunas dificultades.
Rune y Zverev son en la actualidad los principales competidores en la lucha por uno de los cuatro últimos lugares en el torneo de fin de año. El alemán ocupa el séptimo lugar en la clasificación de la temporada, mientras que el danés está en el octavo, y ambos necesitan desesperadamente puntos para clasificarse para las Finales de la ATP que comienzan en dos semanas en Turín. Para Rune, sería su primera participación, en tanto que Zverev ganó el evento en 2018 y 2021.
Esta semana, Zverev y Becker no se cruzarán. El alemán está compitiendo en el torneo de la ATP en Viena, donde avanzó a los octavos de final al vencer al local Sebastian Ofner por 6-4, 6-1. Becker se encuentra en Basilea con Rune, el primero de los tres torneos planeados en conjunto. Ganó su primer partido contra el serbio Miomir Kecmanovic por 1-6, 7-5, 6-3. Después de este período de prueba, ambas partes decidirán si su relación laboral debe ser a largo plazo. La madre de Rune, Aneke, expresó su satisfacción con las sugerencias de Becker después de una semana de entrenamiento en Monte Carlo.
El aprendiz y el maestro
Becker, tres veces campeón de Wimbledon, se enfrenta a una de las tareas más desafiantes del tenis masculino. Rune es sin dudas talentoso pero también muy temperamental. Un jugador así, en el mejor de los casos se motiva a si mismo, al público y al oponente, pero en el peor de los casos se consume en el campo, discute con el oponente o expulsa a su madre del estadio. Becker entiende a los jugadores emocionales porque él mismo solía ser así, y parece dispuesto a ayudarlo a canalizar sus emociones de manera constructiva.
La colaboración entre Becker y Rune podría ser un desafío, aunque el joven danés está buscando aprender de la experiencia y mejorar su enfoque. La relación se pondrá a prueba en los próximos partidos, y si logran trabajar juntos de manera efectiva podría ser beneficioso para el joven y su desarrollo como tenista.
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