El Tribunal Administrativo de Baviera declaró ilegal la prohibición de consumo de cannabis en el Jardín Inglés, el Hofgarten y el Finanzgarten de Múnich, un revés jurídico para el gobierno regional que había impuesto una de las políticas más restrictivas de Alemania frente a la legalización parcial de esta sustancia a nivel federal.
Una disputa que comenzó hace año y medio
El fallo judicial puso fin a una polémica normativa que la administración de parques de Baviera, dependiente del Ministerio de Finanzas, impuso hace año y medio. La prohibición buscaba impedir el consumo de cannabis en estos espacios verdes muy frecuentados por jóvenes y turistas. Dos hombres de los alrededores de Múnich presentaron una demanda contra la medida y lograron que el tribunal la anulara por considerarla injustificada y, por lo tanto, sin efecto legal.

El tribunal fundamentó su decisión señalando que, si bien las restricciones adicionales al consumo son legalmente admisibles para proteger a los visitantes de los parques, la legislación bávara exige demostrar la existencia de un peligro o una molestia considerable para terceros.
Los jueces expresaron dudas de que el Estado federado hubiera fundamentado suficientemente la prohibición general. En julio, el mismo tribunal ya había suspendido provisionalmente el veto para la zona norte del Jardín Inglés, menos concurrida que el sector sur.
La posición del gobierno bávaro
Judith Gerlach, ministra de Salud de Baviera y miembro de la Unión Social Cristiana (CSU), reafirmó ante la consulta de la radio BR que “Baviera mantiene su curso restrictivo en materia de cannabis”. La funcionaria consideró que la legalización para consumo recreativo fue errónea, especialmente desde la perspectiva de la protección de la salud y de los jóvenes, y que debería revertirse cuanto antes.

“La ley federal conduce a una normalización del consumo de cannabis en la población y perjudica gravemente todos los esfuerzos por mejorar la prevención de adicciones. Una banalización de esta droga es irresponsable”, afirmó Gerlach. El primer ministro de Baviera, Markus Söder (CSU), había anunciado el año pasado que su estado aplicaría la ley federal de legalización parcial de manera “extremadamente restrictiva” y que Baviera no se convertiría en un “paraíso para fumadores de marihuana”.
Incertidumbre sobre la aplicación práctica
A pesar del fallo, persiste cierta incertidumbre para los consumidores de cannabis en estos tres parques. La sentencia aún no es firme: el Estado federado puede presentar un recurso ante el Tribunal Administrativo Federal contra la no admisión de la revisión. Provisionalmente, según el tribunal, sigue vigente la disposición del verano que permitía el consumo en la zona norte del Jardín Inglés. Todavía no está claro cómo procederá la policía con los consumidores en el sector sur del parque ni en el Hofgarten y el Finanzgarten.

La administración de parques comunicó que toma nota del fallo y que esperará la fundamentación detallada para analizarla cuidadosamente. Subrayó que la protección de los no fumadores, así como de niños y adolescentes frente a los efectos del cannabis, constituye una preocupación especial.
Reacciones políticas divididas
Carmen Wegge, experta en derecho de la bancada del Partido Socialdemócrata (SPD) en el Bundestag y una de las demandantes contra la ley bávara sobre cannabis, celebró este “importante triunfo judicial contra el gobierno estatal de Baviera”. Según Wegge, el fallo confirma que no hay lugar para un camino propio bávaro en el manejo del cannabis y que la política del estado debe atenerse a la ley federal y garantizar una regulación constitucional y uniforme.

“La prohibición restringió desproporcionadamente los derechos de los ciudadanos y saboteó el nuevo enfoque sobre el cannabis”, señaló la diputada federal bávara. La legalización parcial del cannabis entró en vigor el 22 de agosto de 2024 bajo el gobierno de coalición conocido como “semáforo”, integrado por socialdemócratas, liberales y verdes. La CSU se posicionó desde el inicio como una de las principales críticas de la norma, aunque su derogación no logró incluirse en el acuerdo de coalición del actual gobierno federal conservador-socialdemócrata.
En octubre, el ministro federal del Interior, Alexander Dobrindt, calificó la legalización como una “ley de mierda” que fomentaría el consumo en lugar de prevenirlo. Sin embargo, expertos como Bernd Werse, del Instituto de Investigación sobre Adicciones de Fráncfort, cuestionaron estas afirmaciones y destacaron que el consumo entre adolescentes continúa en descenso.




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