Un informe del Deutsche Bank reveló las enormes diferencias de precios en los viajes cortos de taxi según el país. El estudio, titulado Mapping the World’s Prices 2025, comparó el costo de un recorrido de cinco kilómetros en las principales ciudades del planeta y mostró que las tarifas más altas se concentran en Europa, mientras que India encabeza la lista de los destinos más económicos.
El análisis muestra que las tarifas reflejan el nivel de vida, las regulaciones y los costos de mantenimiento de cada país. En las ciudades más caras, como Zúrich, París o Luxemburgo, los viajes cortos en taxi pueden equivaler a una comida completa en un restaurante promedio. En cambio, en Nueva Delhi o Mumbai, el mismo trayecto apenas representa una fracción mínima del salario diario.
Para los viajeros internacionales, el informe sirve como una guía práctica al momento de planificar presupuestos de transporte. Si bien el transporte público suele ser más barato, el taxi mantiene su atractivo por la comodidad y la seguridad, sobre todo en trayectos nocturnos o cuando el visitante desconoce las rutas.
Las ciudades más caras para viajar en taxi
El primer lugar lo ocupa Zúrich, Suiza, donde un viaje de cinco kilómetros cuesta unos EUR 27,3. La cifra ubica a la ciudad como la más cara del mundo para trasladarse en taxi. El alto nivel de vida, los salarios elevados y las regulaciones estrictas elevan el precio final. En Zúrich, los conductores deben cumplir con licencias exigentes y mantener vehículos con estándares técnicos de primer nivel. A eso se suman los costos de estacionamiento, combustible e impuestos municipales.

En segundo lugar aparece París, Francia, con una tarifa promedio de EUR 26,5. La capital francesa combina glamour con congestión vehicular. Las autoridades imponen tarifas mínimas, controles técnicos periódicos y cursos obligatorios para los choferes. Además, las calles angostas y el tráfico denso prolongan los recorridos y aumentan el costo por tiempo de espera. Tomar un taxi en el centro de París es sinónimo de lujo, más que de transporte cotidiano.
El tercer puesto corresponde a Luxemburgo, donde un viaje corto cuesta cerca de EUR 26. Aunque se trata de una ciudad pequeña, su condición de centro financiero europeo se refleja en cada tarifa. El sistema de taxis está sujeto a impuestos altos, tarifas base obligatorias y recargos por tiempo detenido. Muchos turistas optan por buses o tranvías gratuitos, un beneficio implementado por el gobierno para reducir el tránsito.

En la cuarta posición figura Ginebra, Suiza, con un valor promedio de EUR 25,1 por un recorrido de cinco kilómetros. Allí, los altos costos de vivienda, seguros y mantenimiento elevan también los precios del transporte. Los visitantes suelen preferir el sistema público de trenes y tranvías, puntual y muy eficiente. Los taxis se usan sobre todo para traslados nocturnos o emergencias.
En quinto lugar se ubica Londres, Reino Unido, donde el icónico taxi negro cuesta alrededor de EUR 23,1 por un viaje corto. El valor incluye licencias costosas, tarifas de congestión urbana y seguros obligatorios. Aunque el sistema de transporte público es amplio y confiable, los taxis londinenses siguen siendo un símbolo de la ciudad. Los pasajeros valoran la seguridad, el conocimiento de los conductores y la posibilidad de viajar sin demoras.
Europa lidera el ranking, India marca el contraste
Más allá del top cinco, otras capitales europeas también figuran entre las más caras. En Milán, la tarifa promedio alcanza EUR 22,4; en Bruselas, EUR 22,1; en Ámsterdam, EUR 21,7; en Múnich y Copenhague, EUR 20,9; en Tokio, EUR 19,8; en Estocolmo, EUR 19,2; en Berlín, EUR 19,1; en Sídney, EUR 18,6; en Edimburgo, EUR 18,4; en Barcelona, EUR 17,9; en Oslo, EUR 17; en Dublín, EUR 16,9; en Fráncfort, EUR 16,5; y en Nueva York, EUR 15,8.

El estudio confirma que Europa domina el listado de las ciudades más costosas, un reflejo de los altos estándares de vida y la fuerte regulación del transporte privado. En la mayoría de los casos, los precios incluyen cargos fijos por distancia mínima, tasas municipales y seguros obligatorios.
En contraste, las ciudades de India se ubican en el extremo opuesto del ranking. Un viaje de cinco kilómetros cuesta en Nueva Delhi unos EUR 1,9, en Mumbai alrededor de EUR 2, y en Bengaluru cerca de EUR 2,8. Estas cifras colocan a las tres ciudades entre las seis más baratas del mundo. La competencia entre plataformas digitales, los bajos costos de combustible y la abundancia de conductores mantienen los precios en niveles accesibles.
Los visitantes internacionales valoran esa diferencia. En India, moverse en taxi es parte de la experiencia local: los vehículos circulan de día y de noche, y los sistemas de reserva por aplicación ofrecen seguridad y tarifas transparentes. El transporte urbano económico se convierte en una ventaja turística frente a otras regiones.
El informe del Deutsche Bank muestra que los precios de los taxis reflejan mucho más que el costo de un viaje. Funcionan como un termómetro de la economía local y de las políticas públicas de movilidad. En países con altos salarios y fuertes regulaciones laborales, el impacto se traslada al usuario final. En naciones con ingresos medios o bajos, la competencia y la menor presión impositiva sostienen tarifas reducidas.
El costo de un taxi puede decir más sobre una ciudad que su skyline o sus monumentos. En Zúrich, representa estatus y precisión; en París, lujo y estilo; en Nueva Delhi, funcionalidad y cercanía. Los trayectos cortos se vuelven una forma de medir la economía cotidiana.



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