La Fiscalía de Dortmund abrió una investigación contra un hombre de 100 años bajo sospecha de haber participado como guardia en crímenes cometidos en el campo de prisioneros de Hemer, ubicado en el oeste de Alemania, durante el régimen nacionalsocialista.
El fiscal jefe Andreas Brendel confirmó a la agencia EFE que las diligencias apuntan a determinar si el centenario contribuyó en atrocidades que costaron la vida a unos 24.000 presos, quienes fueron asesinados o murieron debido a condiciones inhumanas durante la Segunda Guerra Mundial.
Según la fiscalía, el sospechoso habría ejercido como guardia entre el 6 de diciembre de 1943 y el 22 de septiembre de 1944, período durante el cual se habrían perpetrado los delitos investigados. La investigación permanece abierta y aún no se determinó si el caso avanzará hacia un juicio formal.
El campo de Hemer y sus víctimas
El campo de prisioneros de Hemer albergó a lo largo de la guerra a aproximadamente 200.000 presos, inicialmente soldados de diversos países europeos ocupados por la Wehrmacht. Sin embargo, a partir de 1942 fue designado especialmente para internar prisioneros de la Unión Soviética, quienes representaron la mayoría de las víctimas fatales registradas en el lugar.
Las diligencias se iniciaron a instancias de la Central para el Esclarecimiento de los Crímenes Nacionalsocialistas de las Administraciones de Justicia Regionales, organismo especializado en la persecución de delitos cometidos durante el régimen nazi. El ejército estadounidense liberó el campo en 1945, ocho décadas atrás, pero los delitos de asesinato no prescriben en Alemania, lo que permite continuar con investigaciones y procesos judiciales contra presuntos responsables sin límite temporal.
Precedentes recientes en la justicia alemana
Este caso se suma a una serie de investigaciones y condenas contra exguardias de campos de concentración y prisioneros que han tenido lugar en años recientes. El pasado 2 de abril falleció a los 100 años un exguardia del campo de concentración de Sachsenhausen, en el este germano, quien estaba acusado de complicidad en al menos 3.322 muertes ante la Audiencia Provincial de Hanau. El deceso ocurrió mientras los peritos evaluaban si el hombre se encontraba en plenas facultades para enfrentar un juicio.
Según la acusación en ese caso, el imputado había custodiado a los prisioneros como miembro de la división Totenkopf de las SS, y también se le había encomendado la vigilancia de los transportes de prisioneros y su traslado desde la estación de ferrocarril al campo principal.
El precedente Demjanjuk y la nueva doctrina judicial
La tendencia de procesar a antiguos guardias de campos nazis, incluso sin pruebas directas de que hayan matado personalmente a alguna víctima, se sustenta en el caso de John Demjanjuk, exguardia del campo de exterminio de Sobibor, procesado en 2011. Ese juicio estableció un precedente judicial al considerar que la mera participación en el funcionamiento de un campo de concentración constituye complicidad en los asesinatos allí perpetrados.
En 2022, otro exguardia de Sachsenhausen, de entonces 101 años, fue condenado a cinco años de prisión por complicidad en 3.500 asesinatos. Josef Schuetz murió menos de un año después de la sentencia, a los 102 años. Ese mismo año, una antigua secretaria del campo de concentración de Stutthof, durante la ocupación nazi de Polonia, fue condenada a dos años de cárcel por complicidad en 10.505 casos de asesinato.
El último caso data de 2024. Irmgard Furchner, de 99 años, había recibido en 2022 una condena de dos años en suspenso por su rol en el asesinato de más de 10.000 personas en Stutthof. El año pasado, el Tribunal Federal rechazó su apelación y confirmó la sentencia.
La persistencia de la memoria histórica
Estos procesos, iniciados cuando los acusados superan el siglo de vida, reflejan la determinación de la justicia alemana de mantener viva la memoria histórica y evitar que los crímenes del nazismo queden impunes, independientemente del tiempo transcurrido. La investigación del caso de Hemer continúa su curso, y será la fiscalía quien determine si existen elementos suficientes para avanzar hacia un juicio formal contra el centenario sospechado de haber participado en uno de los capítulos más oscuros de la historia alemana.
Siempre muy interesantes sus artículos!
Despues del caso en Alemania de las famosas hmas Kessler, sería oportuno publicar sobre Dignitas en Suiza, son temas de gran interès que por prejuicios de diversa índole, se ocultan.
Mis saludos a Marcus Christoph y a la Dra Carlota, siempre presente en mi recuerdo
tchüss