Buenos Aires (AT) – Donald Tusk regresó a la cima de la política de Polonia como primer ministro. El político liberal logró destituir al partido conservador Ley y Justicia (PiS) del poder, que fracasó en su intento de formar un gobierno después de las elecciones de octubre. Tras liderar el Consejo Europeo y el Partido Popular Europeo (PPE) en Bruselas, Tusk regresó a Varsovia para guiar a su país en un nuevo sentido político.
La última vez que fue primer ministro, Tusk abogó por principios económicos liberales pero adoptó posturas firmes sobre los refugiados y se negó a considerar la legalización del aborto. Hoy en día se alinea con los populistas europeos en cuestiones como la reducción de impuestos, la limitación del Estado y la oposición a la inmigración. También sigue sin reconocer plenamente los derechos de la comunidad LGBTQ+.
Según una encuesta de IBRiS, el 41,8 por ciento de las personas tienen una opinión negativa sobre el nuevo primer ministro, mientras que el 31,2 por ciento lo ve de manera positiva.
Donald Tusk: un político con larga historia
Nacido el 22 de abril de 1957 en Gdansk, Polonia, Tusk desempeñó un papel fundamental tanto en la política polaca como en la europea. Antes de convertirse en el candidato del PO (Plataforma Cívica) para las elecciones polacas, Tusk ocupó fue el presidente del Consejo Europeo desde 2014 hasta 2019.
En 2014, fue elegido como presidente del Consejo Europeo y luego fue reelegido en 2017 para un segundo mandato de dos años y medio. Durante su presidencia, la Unión Europea enfrentó una serie de desafíos, como la crisis migratoria de 2015, la ocupación rusa de Crimea, los ataques terroristas del ISIS y el proceso del Brexit.
“Desde los primeros meses de 2015, Europa ha estado luchando con crisis: la griega, la migratoria, la ucraniana, el ISIS y sus ataques terroristas dentro de nuestras fronteras, y un momento después llegó el Brexit”, afirmó Tusk en su último discurso como presidente del Consejo de Europa.
Las posiciones de Donald Tusk
En su exposición como nuevo primer ministro, Tusk afirmó que se centrará principalmente en maximizar el apoyo a Ucrania: “No puedo escuchar a políticos que hablan de estar cansados de la situación en Ucrania. Están cansados, lo dicen frente al presidente Volodymyr Zelensky. La tarea de Polonia es exigir en voz alta que Occidente ayude a Ucrania en esta guerra”.
Sobre la inmigración, Tusk dijo que todas las fronteras deben estar aseguradas antes de que se pueda establecer un sistema de migración y asilo que funcione correctamente. La importancia de este asunto se destaca por el hecho de que Tusk ya tiene planes de volar a Tallin y reunirse con los primeros ministros de Estonia, Letonia y Lituania. Todos ellos comparten varias prioridades: resolver la guerra en Ucrania, asegurar sus fronteras y fortalecer su cooperación con gobiernos afines.
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