Buenos Aires (AT) – A horas de asumir nuevamente la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump está reconfigurando los mercados agrícolas con su enfoque proteccionista. Anuncia medidas más duras hacia China, lo que podría provocar represalias comerciales. En su primer mandato, estas tensiones derivaron en una caída significativa de las exportaciones de soja estadounidense al gigante asiático, lo que desplomó los precios internos.
En la actualidad, la situación es diferente. Estados Unidos procesa una mayor cantidad de habas de soja a nivel interno, disminuyendo su dependencia de China. Sin embargo, Trump amenaza con imponer aranceles a las exportaciones de aceites vegetales usados provenientes de China, una materia prima clave para el biodiésel estadounidense. Esta medida podría tener un efecto doble: desincentivar la importación china y estimular el mercado interno de la soja.
La soja y el biodiésel: efectos globales y locales
Las tensiones también alcanzan a Canadá y México, principales socios comerciales de Estados Unidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Trump ha amenazado con establecer aranceles al biodiésel canadiense, afectando directamente al mercado del aceite de colza. Esto podría inundar los mercados europeos con colza canadiense barata, presionando los precios y debilitando la posición de los agricultores alemanes.
En cuanto a las políticas de biocombustibles, los agricultores estadounidenses enfrentan una posible disminución en las cuotas de biodiésel y bioetanol. Lee Zeldin, elegido por Trump para dirigir la Agencia de Protección Ambiental (EPA), ha promovido recortes en las obligaciones de mezcla de estos combustibles. Esto podría impactar negativamente los mercados de maíz y soja, arrastrando consigo a los precios del trigo y la colza en Europa.
Europa y Sudamérica: dos realidades agrícolas opuestas
El mercado europeo se encuentra en una situación mixta. En 2023, los precios del trigo en la plataforma Euronext aumentaron un 6,6% interanual, mientras que la colza subió un notable 16%. Sin embargo, las esperanzas de mayores ingresos por una cosecha baja en Europa se vieron frustradas por el ingreso de trigo barato desde Rusia y Ucrania. La debilidad del euro, que cayó un 6% frente al dólar estadounidense, también contribuyó a esta presión.
En Sudamérica, Brasil lidera con perspectivas récord en la cosecha de soja para 2024. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que las existencias finales mundiales de soja alcanzarán los 132 millones de toneladas en 2024/25, un aumento de 19 millones. Esto no solo garantiza un suministro global de aceites vegetales, sino que también refuerza la importancia del biodiésel en la matriz energética.
Perspectivas del mercado de cereales y oleaginosas para 2024
El futuro de los cereales también muestra contrastes. El Departamento de Agricultura estadounidense proyecta una reducción en las existencias finales de trigo por cuarto año consecutivo, a pesar de una cosecha récord de 793 millones de toneladas. En Rusia, la producción se ha visto afectada por la sequía y precios internos bajos. Analistas prevén que la cosecha rusa descienda a 78,7 millones de toneladas en 2025, un nivel similar al de 2021.
En la Unión Europea (UE), se espera una mejora en la producción tras la débil cosecha del año pasado, mientras que en América del Norte las condiciones del trigo de invierno han sido favorables. Este escenario podría generar un mercado de trigo ligeramente alcista en el corto plazo.
El efecto Trump en la Argentina
Para Argentina, principal exportador de soja y derivados, estas dinámicas representan un desafío y una oportunidad. Si bien el aumento de la producción brasileña podría intensificar la competencia en mercados clave como China, la posible disminución de exportaciones estadounidenses podría abrir nuevas ventanas comerciales. Además, la inestabilidad en Rusia y Europa podría posicionar a la Argentina como un proveedor confiable de trigo.
En el frente local, los productores deben estar atentos a las fluctuaciones del dólar y la demanda internacional, factores cruciales para definir precios y estrategias de exportación. Con la creciente importancia de los biocombustibles, el país tiene la oportunidad de diversificar su matriz productiva y consolidar su posición en el mercado global.
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