La tradicional ola del Eisbach de la ciudad de Múnich, uno de los puntos más icónicos del surf en ríos urbanos, desapareció de forma sorpresiva. El viernes por la noche, cuando debía reanudarse el surf, la ola no se formó y los surfistas quedaron perplejos. “La ola no se arma”, afirmó Mathias Schmidt, de la Asociación de Surfistas de Múnich (IGSM). La situación generó desconcierto tanto en los aficionados como en las autoridades municipales.

La Bachauskehr, el operativo habitual que dejó una secuela inesperada
La desaparición de la ola se produjo justo después de la Bachauskehr, el operativo anual de limpieza del lecho del Eisbach. Durante este procedimiento, que consiste en reducir el caudal del agua para retirar sedimentos, ramas y otros elementos acumulados, no se realizaron obras ni modificaciones estructurales. “Es un sistema muy frágil”, explicó una vocera de la Dirección de Obras de la ciudad.
El lunes siguiente, el cauce recuperó su nivel habitual de entre 144 y 145 centímetros. Sin embargo, la ola no reapareció. Algunos surfistas especulan que la extracción de sedimentos pudo alterar la dinámica del flujo, al eliminar los puntos de resistencia natural necesarios para que se genere la ola.

Sin daños visibles pero con efecto duradero
Según el municipio, no se detectaron daños en la estructura ni alteraciones visibles que expliquen la desaparición. La ciudad aseguró que mantendrá un diálogo fluido con la comunidad surfista y que se harán todos los esfuerzos necesarios para recuperar la ola. “Nos aseguraremos de que vuelva a generarse una ola estable lo antes posible”, afirmaron desde la Dirección de Obras.

Pruebas y posibles soluciones para recuperar la ola
Como primera medida, se planea aumentar temporalmente el nivel del agua del Eisbach para observar si la ola reaparece. Si esta acción no da resultados, se barajan otras posibilidades, como modificar la interacción con el Schwabinger Bach. Las autoridades y representantes de la IGSM tienen previsto continuar las reuniones esta semana para evaluar soluciones.

Medidas de seguridad tras un trágico antecedente
En paralelo, se instalaron nuevas luminarias en la zona para mejorar la seguridad, sobre todo en horarios de baja luz natural. La medida se adoptó tras el fallecimiento de una surfista de 33 años en abril pasado, quien se había accidentado de noche al enredarse su cuerda de seguridad en el fondo del canal. Desde entonces, se restringió el horario de uso del Eisbach de 5.30 a 22.00, y se implementó la obligatoriedad del uso de cuerdas de liberación automática.

Un emblema de Múnich, también para el turismo
La ola del Eisbach es considerada una de las más constantes y espectaculares del mundo para surfear dentro de una ciudad. Se puede surfear desde hace más de 40 años y se ha convertido en una postal imperdible para los turistas que visitan Múnich. La desaparición de la ola no solo impacta a los surfistas locales, sino también al atractivo cultural y deportivo de la ciudad.

Una resolución pendiente
Por el momento, el misterio sobre qué causó la desaparición de la ola sigue sin resolverse. Mientras tanto, el silencio del Eisbach sustituye al rugido constante del agua y al aplauso de los espectadores. La ciudad espera que la naturaleza, o la ingeniería, le devuelvan pronto uno de sus tesoros más singulares.




Hacé tu comentario