Buenos Aires / Berlín – A pocos días de la moción de confianza que exige Olaf Scholz, la campaña para las elecciones del 23 de febrero toma temperatura. Según las proyecciones del instituto demoscópico Insa, el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) lograría un 17 % de apoyo electoral si las elecciones se celebraran esta semana. El dato representa Se trata del mejor resultado en más de un año para el partido del canciller Olaf Scholz, en las encuestas realizadas por Insa para el diario Bild. Cabe recordar que los sondeos solo reflejan la opinión en el momento de la encuesta y no son una previsión del resultado electoral.
Los Verdes, por su parte, perderían 1,5 puntos porcentuales y su apoyo caería al 11,5 %. Sin cambios, y manteniendo su condición de primera fuerza electoral, se encuentra la alianza conservadora CDU/CSU, con un 31,5 %. Debido al descenso de la formación verde, una coalición entre ecologistas y conservadores quedaría así descartada.
Respecto al resto de partidos, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se situaría en el 19,5 % y la populista Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) obtendría un 8 % de apoyo. Por debajo del umbral parlamentario del 5% quedan -por el momento- el Partido Liberal (FDP) y La Izquierda, con el 4,5 % y el 3 %, respectivamente. En Alemania, un partido sólo puede estar representado en el Bundestag si logra una participación superior al 5 % de los votos emitidos.
La esperanza liberal: “Todo puede cambiar”
Con la esperanza de una remontada final, el líder de los liberales alemanes (FDP), Christian Lindner, dio comienzo el martes a la campaña electoral del partido, abogando por un cambio de rumbo fundamental en Alemania. “Todo puede cambiar, incluso nuestra situación económica puede dar un vuelco”, dijo Lindner en Berlín en la presentación de carteles y declaraciones clave del partido de cara a las elecciones al Bundestag (Parlamento) previstas para el 23 de febrero.
Su partido quiere un giro económico, dijo Lindner, antiguo ministro de Finanzas en la coalición tripartita que colapsó a principios de noviembre. “Nos vemos como la fuerza política del cambio”, dijo Lindner, que consideró que sin su partido “no hay ninguna posibilidad de cambio” en el país.
El FDP sigue además rodeado de polémica por el descubrimiento de un documento en el que supuestamente planeaba poner fin a la coalición. El Gobierno finalmente se rompió en medio de la actual disputa sobre política económica y financiera.
(AT / dpa)
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