Buenos Aires / Berlín – La liberación del uso y consumo de cannabis en Alemania generó debate y entusiasmo a partes igual en la sociedad europea. Sin embargo, a pesar de sus reconocidos efectos terapéuticos los últimos datos recuerdan que su uso guarda también riesgos. Una de las más recientes voces de alerta surge de un informe presentado por la empresa de salud y prepaga Kaufmännische Krankenkasse (KKH), una de las más grandes del país. Según la compañía con más de 1,6 millones de asegurados y fundada en 1890, el número de personas que tuvo que acudir al médico por problemas de salud derivados del consumo de cannabis en Alemania se triplicó en los últimos diez años.
En 2012, fueron atendidos algo menos de 1.300 casos de personas aseguradas en KKH para tratamiento ambulatorio por intoxicación aguda, adicción, síndrome de abstinencia o problemas psicológicos causados por cannabinoides. En 2022, fueron unos 4.000 casos, informó ahora la KKH. Extrapolado a la población total, esto supone un aumento de 65.400 en 2012 a 209.000 casos en 2022, señaló la empresa. Para su análisis, la compañía con sede en Hannover evaluó los datos de sus 1,6 millones de asegurados, indicó.
La mayor consideración surge de los números de jóvenes de entre 15 a 19 años. En este grupo etario, el número de casos prácticamente se duplicó, pasando de una extrapolación de 5.600 a unos 11.300. Dado que en el análisis solo se incluyeron los diagnósticos médicos ambulatorios confirmados, es probable que el número de casos no notificados sea mayor, añadió el seguro médico.
De la euforia a la alerta popr el cannabis
La posesión, el consumo y el cultivo de cannabis son legales en Alemania para los adultos en determinadas condiciones desde el 1 de abril. A partir de ahora, los adultos podrán llevar hasta 25 gramos de la droga en público, con un máximo de 50 gramos permitidos en casa. También se permiten tres plantas en casa. Está permitido fumar en público, pero no cerca de niños y jóvenes, escuelas, guarderías, parques infantiles y campos de deporte, ni en zonas peatonales durante el día. Como tal, el consumo de marihuana seguirá prohibido en patios de recreo, escuelas, instalaciones deportivas, incluidos estadios de fútbol, instalaciones infantiles y juveniles y a la vista de las mismas (100 metros en línea recta alrededor de la zona de entrada).
En un segundo paso, se permitirá a las llamadas asociaciones de cultivadores a partir de julio cultivar cannabis bajo control estatal y sujeto a condiciones estrictas, para distribuirlo a sus miembros. Al mismo tiempo, la ley prevé medidas para prevenir la adicción.
(AT / dpa)
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