Buenos Aires (AT) – En el mundo del fútbol, algunas decisiones arbitrales permanecen en la memoria durante años, como fantasmas que atormentan a jugadores, técnicos y aficionados. Eso es precisamente lo que ha ocurrido con la polémica mano de Marc Cucurella en el partido entre Alemania y España por los cuartos de final de la Eurocopa 2024. Un error arbitral que, meses después, ha sido oficialmente reconocido por la UEFA.
El 5 de julio de 2024, con el marcador empatado 1-1 en la prórroga, el mediocampista alemán Jamal Musiala lanzó un potente disparo hacia el arco español. La pelota fue bloqueada con el brazo por el defensa Marc Cucurella dentro del área, pero el árbitro Anthony Taylor decidió no sancionar penal. La intervención del VAR tampoco alteró la decisión, lo que desencadenó una serie de protestas tanto en el campo como en las tribunas. España terminó ganando el partido 2-1 y avanzó hasta coronarse campeón de Europa una semana más tarde.
La UEFA admite el error: el penal que debió ser
En un informe reciente, la UEFA ha reconocido que la mano de Cucurella debió ser sancionada como penal. Según la plataforma española Relevo, la comisión de arbitraje del máximo organismo del fútbol europeo revisó varias jugadas del torneo y concluyó que la decisión tomada en el partido entre Alemania y España fue un error. “Un contacto mano-pelota que impide un tiro al arco debería penalizarse más severamente”, señalaba el documento emitido por el jefe de arbitraje, Roberto Rosetti, que fue enviado a los principales árbitros internacionales para estandarizar las decisiones en el futuro.
¿Qué habría pasado si se sancionaba el penal? Un cambio de destino para Alemania
Para Alemania, la decisión podría haber cambiado radicalmente el rumbo de su Eurocopa. Con la posibilidad de anotar un penal en el minuto 106, el equipo alemán habría tenido una clara ventaja en la prórroga. En lugar de ello, apenas unos minutos más tarde, España convirtió el gol de la victoria gracias a un remate de cabeza de Mikel Merino, eliminando a la selección anfitriona del torneo. Las críticas no tardaron en llegar, y el seleccionador alemán Julian Nagelsmann se mostró indignado tras el encuentro: “Es un penal claro. Si pelota va hacia el arco y lo detienen con la mano, tiene que ser penal”.
La respuesta de Toni Kroos: sarcasmo y frustración
El exjugador internacional alemán Toni Kroos fue uno de los primeros en reaccionar públicamente cuando la UEFA admitió el error. Fiel a su estilo, Kroos no ocultó su frustración, pero recurrió al sarcasmo para expresar sus sentimientos: “Han tardado tres meses en darse cuenta de que fue mano, algo que casi todos lograron ver en el segundo. Eso me tranquiliza enormemente”, declaró con ironía.
Las consecuencias de la decisión: ¿Cambiará el fútbol?
A pesar de la admisión de culpa por parte de la UEFA, las consecuencias prácticas de este error son mínimas. No se repetirá el partido, y el resultado final se mantiene intacto. Este tipo de errores ha generado debates sobre la tecnología VAR y su capacidad para rectificar decisiones incorrectas en tiempo real. Aunque el VAR fue implementado con el objetivo de eliminar errores humanos, la decisión de no intervenir en esta jugada específica pone en entredicho su efectividad.
En muchos casos, las decisiones arbitrales, aunque incorrectas, no pueden ser revertidas después del partido. Según el reglamento del International Football Association Board (IFAB), las decisiones del árbitro en situaciones de hecho, como la concesión de un gol o un penal, son definitivas.
Errores arbitrales en la historia del fútbol
La mano de Marc Cucurella en la Eurocopa 2024 es solo uno de los muchos ejemplos de decisiones arbitrales que han generado controversia en la historia del fútbol. A lo largo de los años, varias jugadas similares han cambiado el rumbo de competiciones importantes, y muchas de ellas siguen siendo recordadas como momentos icónicos por su impacto en los resultados. Der Spiegel, la prestigiosa publicación germana, compiló cinco errores arbitrales que hubiesen cambiado la historia del “deporte más hermoso del mundo”:
El gol de Wembley
La situación: El legendario gol de Wembley es una de las escenas más famosas de la historia del fútbol. Alemania se enfrentó a la anfitriona Inglaterra en la final de la Copa Mundial de 1966, en el estadio londinense de Wembley, y ambos equipos intercambiaron golpes: Helmut Haller adelantó a Alemania, Inglaterra dio la vuelta al partido para hacer el 2:1 y, a continuación, Wolfgang Weber marcó el gol del empate en los últimos minutos para llevar a la Mannschaft a la prórroga. Ocurrió en el minuto 101: Geoff Hurst disparó una pelota contra el travesaño, desde donde rebotó al suelo.
El árbitro Gottfried Dienst pregunta al juez de línea Tofik Bachramow: “¿La pelota estaba detrás de la línea?”. Y Bachramow responde: “Sí, detrás de la línea”. Los alemanes protestan con vehemencia que el esférico no estaba detrás de la línea. Pero el árbitro concede el gol, 3:2 a favor de Inglaterra. Poco antes del final del partido, Hurst marca también el 4-2, que probablemente no debería haber contado debido a la presencia de espectadores en el campo. Inglaterra se consagra campeón del mundo por primera y hasta ahora única vez. La imagen de Uwe Seeler saliendo del campo, abatido, se convierte en un icono de la fotografía futbolística.
¿Y si el gol no hubiera valido? Exámenes posteriores realizados en el arco de Wembley demostraron que la pelota había rebotado en la línea de gol o delante de ella, por lo que el gol no debería haber contado. Con el impulso del gol del empate, Alemania habría tenido la oportunidad de ganar su segundo título mundial. La foto de Seeler nunca se habría tomado y el jugador del Hamburgo podría haber sido recibido en casa como campeón del mundo.
La mano de Dios
La situación: el 22 de junio de 1986 era el gran día de Diego Armando Maradona. Argentina se enfrentaba a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial en el Estadio Azteca. En el minuto 51, el defensa inglés Steve Hodge intenta despejar una situación, pero la pelota vuela alto hacia su arquero Peter Shilton. El pequeño Diego Maradona vuela y cabecea la pelota dentro del arco para poner el 1:0, o eso parece.
De hecho, Maradona golpea el esférico con la mano. Los ingleses protestan, pero es inútil: el árbitro Ali Ben Nasser concede el gol. Maradona marca en solitario desde 60 metros el 2:0, que más tarde se votaría como el gol del siglo. Después del partido, Maradona dijo de su primer gol: “Fue un poco de la cabeza de Maradona y un poco de la mano de Dios”. Argentina se proclamó campeona del mundo en la final contra Alemania.
¿Y si el gol no hubiera contado? Tal vez Inglaterra se habría adelantado, Argentina se habría visto presionada y habría ido a remolque hasta el final. Maradona nunca habría sido campeón del mundo y se habría quedado para siempre como un genio inacabado. Lionel Messi habría sido el mejor jugador indiscutible de la historia argentina. Y nadie habría oído hablar de la mano de Dios. Sin embargo, es más probable que Maradona no hubiera necesitado la mano para marcar el 1-0. Habría tenido un destello de inspiración acorde con el reglamento, como lo demuestra su segundo gol, el inolvidable.
El gol fantasma de Helmer
La situación: en la 32ª jornada de la temporada 1993/1994 de la Bundesliga, se produce el gol fantasma en la Bundesliga. Durante el partido del FC Bayern de Múnich contra el 1. FC Nürnberg, la pelota rebota en la pierna del jugador del Bayern Thomas Helmer y rueda más allá del lado izquierdo del arco y fuera de juego.
Sin embargo, el juez de línea Jörg Jablonski afirma haber visto el balón traspasar la línea de gol. El árbitro Hans-Joachim Osmers decide a favor del gol, el Bayern se adelanta 1:0 y gana 2:1. El Núremberg presenta una protesta contra el gol fantasma después del partido y se le da la razón, se repite el partido. Esta vez el Bayern gana 5:0 y se proclama campeón de Alemania al final de la temporada. El Núremberg desciende.
¿Qué habría pasado si el gol no hubiera contado? Sin el gol fantasma de Helmer, un sorprendente empate contra el Bayern podría haber sido posible para el Núremberg. El Bayern habría perdido al menos un punto importante y varios goles en la lucha por el campeonato: al final, la ventaja de los muniqueses sobre el 1. FC Kaiserslautern era de un punto y unos cuantos goles. El Núremberg habría sumado un punto más que el SC Freiburg y no habría descendido.
La rana y el fiasco
La situación: en el partido repechaje, Francia jugó contra Irlanda en casa, en el Stade de France, en noviembre de 2009, para clasificarse para el Mundial de Sudáfrica. Francia ganó el partido de ida por 1-0, pero Irlanda ganaba por 1-0 en la vuelta, por lo que el partido se fue a la prórroga. La pelota vuela hacia el área irlandesa. El delantero estrella Thierry Henry controla la pelota con la mano, dos veces de hecho, la pone al centro y William Gallas marca de cabeza. “Sí, fue mano, pero yo no soy el árbitro”, dice Henry más tarde. Irlanda está destrozada. Francia pasa al Mundial. La prensa irlandesa bautiza la acción como “la mano de la rana”.
¿Y si el gol no hubiera contado? Si hubiera sido 1-0 a favor de Irlanda, habría habido una tanda de penales, de resultado incierto. Quizás todavía hoy se recordaría a los hinchas irlandeses cantando en Sudáfrica. En cualquier caso, Francia se habría ahorrado un torneo vergonzoso, ya que el “Équipe Tricolore” fue eliminado en la fase de grupos con un solo punto, por detrás de Uruguay, México y Sudáfrica. El equipo incluso boicoteó los entrenamientos debido a una disputa con el cuerpo técnico. La prensa francesa habló del “fiasco de Knysna”. Eso no habría ocurrido sin la mano de Henry.
Lampard lo celebra demasiado pronto
La situación: Miroslav Klose y Lukas Podolski habían dado a Alemania una ventaja de dos goles contra Inglaterra en octavos de final del Mundial 2010. Pero Inglaterra empezó a remontar y Matthew Upson marcó el gol del empate en el minuto 37. Sólo un minuto después, Frank Lampard dispara al arco de Manuel Neuer desde unos 17 metros. La pelota golpea en el travesaño y cae al suelo justo detrás de la línea. Neuer toma la pelota y sigue jugando como si nada hubiera pasado.
Lampard y su entrenador Fabio Capello celebran el 2:2, pero el árbitro Jorge Larrionda permite que el juego continúe. Alemania gana 4:1 y pasa a semifinales, donde el equipo del seleccionador Joachim Löw pierde 1:0 ante España, a la postre campeona del mundo.
¿Y si el gol hubiera valido? Un empate a 2:2 y el equipo de la DFB podría haberse puesto muy nervioso e inseguro. Quizás eso le hubiera costado la victoria al equipo. Una derrota en octavos de final del Mundial también podría haber roto la ola de euforia que rodeaba a la selección tras el cuento de hadas del verano y el segundo puesto en la Eurocopa 2008. El impulso que allanó el camino hacia el título mundial de 2014 podría no haberse materializado.
El debate sobre el VAR: ¿solución o parte del problema?
Desde la introducción del VAR, muchos pensaron que este tipo de errores serían cosa del pasado. Sin embargo, la falta de intervención en jugadas tan claras como la de Cucurella ha generado nuevas críticas hacia el sistema. El VAR, en lugar de eliminar la subjetividad del arbitraje, parece haber añadido una nueva capa de incertidumbre. A pesar de contar con tecnología de última generación, los árbitros siguen siendo los responsables finales de decidir si una jugada amerita revisión y sanción.
La tecnología VAR, introducida para ayudar a los árbitros en decisiones clave, ha estado en el centro de muchas controversias desde su implementación. Aunque su propósito es corregir errores evidentes, en muchos casos, como el de la mano de Cucurella, ha sido criticado por su ineficacia. Los defensores del VAR argumentan que ha reducido significativamente los errores, mientras que los detractores señalan que no siempre cumple con su objetivo.
En el caso de la Eurocopa 2024, el árbitro asistente de vídeo, Stuart Attwell, no consideró que la jugada de Cucurella fuera una “clara y obvia” infracción, y por lo tanto, no intervino. Esta falta de intervención ha desatado nuevamente el debate sobre cuándo y cómo debe usarse el VAR. ¿Debe revisarse cada jugada polémica en un partido de eliminación directa en un torneo tan importante? ¿O deberían los árbitros seguir teniendo el poder absoluto en situaciones donde hay margen de interpretación?
Las opiniones están divididas, y aunque la UEFA ha reconocido que la jugada merecía sanción, no está claro si el VAR se utilizará de manera más estricta en el futuro.
El futuro del arbitraje: ¿hacia una mayor profesionalización?
La controversia de la mano de Cucurella ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor coherencia en las decisiones arbitrales. Muchos expertos, incluyendo exárbitros de renombre, han abogado por una mayor profesionalización del arbitraje en torneos importantes como la Eurocopa. Actualmente, los árbitros reciben formación continua y revisan jugadas claves después de cada torneo, pero el margen de error sigue siendo significativo.
En respuesta a esta situación, algunos han sugerido que la UEFA y la FIFA deben invertir más en la formación de árbitros y en el desarrollo de tecnologías que minimicen la subjetividad en las decisiones. Si bien la tecnología VAR es un paso en la dirección correcta, claramente no es la solución definitiva. Quizás sea necesario un enfoque más integral, que combine tecnología avanzada con una mejor formación y comunicación entre los árbitros y los equipos de VAR.
Un torneo marcado por la polémica
La Eurocopa 2024 será recordada no solo por los momentos de gloria dentro de las canchas, sino también por las decisiones polémicas que la rodearon. La mano de Marc Cucurella y la falta de intervención del VAR siguen siendo temas de debate entre aficionados, expertos y jugadores. Aunque la UEFA ha reconocido el error, el daño ya está hecho, y para los seguidores de la selección alemana, siempre quedará la duda: ¿qué habría pasado si se hubiera sancionado ese penal?
La historia del fútbol está llena de “qué hubiese pasado si” y la Eurocopa 2024 ha añadido un nuevo capítulo a esa lista. Ahora queda por ver si este episodio provocará un cambio real en la forma en que se manejan las decisiones arbitrales en el futuro, o si seguirá siendo una anécdota más en la larga historia de la controversia en el fútbol.
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