Buenos Aires (AT) – En Austria, el ascenso político del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), de extrema derecha, ha generado alarma en la comunidad LGBTIQ+. El partido, conocido por sus posturas ultraconservadoras, ha intensificado su retórica contra la diversidad sexual y de género. En este escenario, las actuales negociaciones de coalición con el Partido Popular Austríaco (ÖVP) generan incertidumbre sobre el futuro de los derechos LGBTIQ+ en el país.
Uno de los referentes de la FPÖ, Manfred Haimbuchner, vicegobernador de Alta Austria, ha sido protagonista de reiteradas declaraciones homofóbicas. En un discurso reciente, se refirió a la nueva coalición de gobierno como una “tropa LGBTQ” y cuestionó la presencia de diversidad en la política. No es la primera vez que Haimbuchner se manifiesta en contra de los derechos de la comunidad: en 2021, expresó su rechazo al matrimonio igualitario con la frase “no quiero que Franz se case con Lois para que puedan adoptar a Sepp”.
Estas declaraciones se suman a las de otros miembros del FPÖ. En 2024, el legislador de Alta Austria, Michael Gruber, lanzó una campaña en la que arrojó una bandera arcoíris a la basura y denunció la “política degenerada de izquierda”. La reacción pública fue inmediata, pero la coalición de derecha bloqueó cualquier intento de retirar su inmunidad parlamentaria.

Un fallo judicial que restringe la identidad de género
Mientras se discuten estas alianzas políticas, un fallo del Tribunal Administrativo (VwGH) ha endurecido las reglas sobre el cambio de identidad de género en los documentos oficiales. La resolución establece que el género registrado en los documentos deberá basarse exclusivamente en el sexo biológico, limitando significativamente los derechos de las personas trans y no binarias. La medida revierte avances logrados desde 2018, cuando el Tribunal Constitucional permitió el uso de categorías como “diverso” o “sin especificar”.
El fallo ha sido duramente criticado por organizaciones de derechos humanos. Helmut Graupner, abogado y presidente del Comité de Derechos Lambda, señaló que la decisión es “una grave violación de los derechos humanos” y expresó su esperanza de que el Tribunal Constitucional revierta la medida. En su opinión, la resolución actual coloca a Austria en la misma línea que países con políticas hostiles hacia la diversidad, como Rusia y Hungría.
La comunidad LGBTIQ+ teme que esta decisión abra la puerta a restricciones aún más severas, en particular si la FPÖ logra consolidar su poder en el gobierno. De hecho, la formación de una alianza entre la extrema derecha y la ÖVP podría acelerar la implementación de políticas regresivas.

Una estrategia de la ultraderecha europea
La posición de la FPÖ no es un caso aislado. Se enmarca dentro de una estrategia más amplia de la extrema derecha europea, que busca restringir los derechos de la comunidad LGBTIQ+. En Hungría, el gobierno de Viktor Orbán ha impulsado leyes contra la “propaganda homosexual” y prohibió el cambio de género en los documentos oficiales. En Alemania, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha presentado iniciativas para limitar los derechos de las personas trans, pese a que su líder, Alice Weidel, convive con su pareja femenina y sus dos hijos.
En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump anunció recientemente que, en caso de regresar al poder, despedirá a los funcionarios que porten símbolos del orgullo LGBTIQ+ en sus oficinas. Estas posturas han encontrado eco en Austria, donde el FPÖ ha propuesto medidas similares, como la prohibición del lenguaje inclusivo y la eliminación de banderas arcoíris en edificios públicos.

Una amenaza latente para la comunidad LGBTIQ+
El avance de la ultraderecha en Austria podría traducirse en la implementación de políticas que restrinjan derechos conquistados. Entre las propuestas de la FPÖ y la ÖVP está la eliminación del matrimonio igualitario, la prohibición de tratamientos hormonales para menores trans y el impedimento total de cambios registrales de género.
En este contexto, el temor a una posible “caza de brujas” contra la comunidad LGBTIQ+ no es infundado. A lo largo de la historia, los discursos de odio han precedido a políticas de exclusión y persecución. El FPÖ ha revivido viejas tácticas de discriminación, como la promoción del “Stolzmonat” (mes del orgullo heteronormativo) en contraposición al Pride Month. La incertidumbre es grande y la preocupación se extiende más allá de la comunidad LGBTIQ+.
La consolidación de un gobierno de derecha extrema podría significar un retroceso en materia de derechos humanos y libertades individuales en el país. Ante este panorama, las organizaciones defensoras de derechos humanos instan a la comunidad internacional a no ignorar lo que sucede en Austria y a mantenerse alerta ante posibles vulneraciones de derechos fundamentales.

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