Buenos Aires (AT) – El presidente argentino Javier Milei emprendió hoy lunes su primer viaje internacional desde que asumió el cargo. El destino es nada menos que el Foro de Davos, conocido como Foro Económico Mundial. Allí, Milei tendrá reuniones con varios líderes extranjeros, representantes de organizaciones económicas y empresarios.
El evento, ubicado en la ciudad de Davos, Suiza, concluirá el próximo 19 de enero. La comitiva del presidente argentino incluye la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, la canciller Diana Mondino, el futuro embajador en Estados Unidos, Gerardo Werthein, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo.
En Davos, Milei se reunirá con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, tras su disertación oficial titulada “Lograr la seguridad y la cooperación en un mundo fracturado”. Luego, sostendrá numerosas reuniones breves con jefes de Estado y líderes. Se especula con una bilateral con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
¿Qué es el Foro de Davos?
Desde su establecimiento en 1971, Davos fue el anfitrión de la reunión anual llamada Foro Económico Mundial (FEM). Pero, ¿por qué este pequeño pueblo suizo, que es reconocido como un destino turístico de esquí en los Alpes, adquiere tanta relevancia durante esta semana específica de enero?
El FEM fue fundado en 1971 por el economista suizo-alemán Klaus Schwab. Su objetivo principal es fomentar la cooperación global en cuestiones políticas, sociales y económicas. Esta organización sin fines de lucro, con sede cerca de Ginebra, pretende reunir a los sectores público y privado para idear soluciones a los problemas globales. Su declaración de misión refleja el compromiso de “mejorar el estado del mundo”.
La primera reunión del FEM se llevó a cabo en Davos hace cinco décadas y, desde entonces, este evento anual mantuvo su centralidad, convirtiendo el nombre del centro turístico en sinónimo del evento.
¿Quién asiste a Davos?
Desde Donald Trump hasta Elton John, Davos atrae a una enorme diversidad de asistentes. Aunque a veces es criticado como un foro para la élite global, también sirve como un espacio donde la gente busca influenciar a estas élites para lograr cambios a nivel mundial.
Líderes mundiales, empresarios, pensadores, académicos, líderes de ONG, activistas y, a veces, famosos se congregan para acceder a quienes, como se dice, cortan el bacalao en el mundo. Aunque la lista oficial de invitados es exclusiva, el evento atrae a miles más a sus eventos periféricos, donde empresas y países promocionan sus ideas y servicios.
¿Para qué asistir a Davos?
A pesar de los principios fundacionales de imparcialidad e independencia, Davos tiene sus detractores. La yuxtaposición de agendas y la superposición de esferas políticas y corporativas lo colocan en el punto de mira de aquellos que lo ven como una fuerza negativa y perjudicial para las mayorías.
A pesar de ello, Davos logró importantes avances en sus 50 años de historia. Acuerdos como la Declaración de Davos en 1988 contribuyeron a la resolución de conflictos. Además, iniciativas lanzadas en Davos, como la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (Gavi), tuvieron un impacto positivo en la salud global, vacunando a millones de niños en todo el mundo desde su inicio en el año 2000.
Críticas y desafíos de Davos
Varias veces, la presencia de personalidades cuestionadas llevaron cuestionamientos sobre la eficacia del evento. El periodista económico del New York Times, Peter Goodman, destacó en su libro “Davos Man” la contradicción de pedir a multimillonarios y élites acusados de causar problemas globales que encuentren también formas de resolverlos.
Una crítica recurrente es la aparente hipocresía de abordar la crisis climática en la agenda de la reunión, mientras que una parte de los participantes en 2022 viajó en jet privado para llegar a Davos. Esto llevó a debates sobre la verdadera eficacia de las discusiones en Davos y la necesidad de acciones concretas más allá de las palabras.
¿Cuál es el costo de Davos?
Los participantes de empresas deben pagar una membresía para formar parte del foro, con montos que oscilan entre 60.000 y 600.000 francos suizos. Además, las empresas deben hacer frente a un cargo adicional para enviar representantes a las reuniones, cifra que, según informa la Corporación Suiza de Radiodifusión, ronda los 25.000 francos suizos.
En contraste, los participantes no empresariales, como famosos y jefes de estado, no tienen que abonar para participar en las reuniones. Los costos de seguridad se comparten con el gobierno suizo, y alrededor de 5.000 efectivos de las fuerzas armadas se encargan de mantener segura la cumbre, mientras que el espacio aéreo sobre Davos está restringido durante el evento. Según informes, la seguridad le cuesta al Ministerio de Defensa suizo alrededor de 32 millones de francos suizos.
¿Por qué Davos?
En la década de 1860, el médico alemán Alexander Spengler observó que los residentes de Davos no se veían afectados por una epidemia de tuberculosis. Spengler consideró el clima de gran altitud y el “poder curativo del aire de montaña diluido” como ideal para el tratamiento de la tuberculosis, lo que llevó a la apertura de sanatorios y balnearios de recuperación en esta ciudad alpina.
Dichos sanatorios se convirtieron en el escenario de la novela “La montaña mágica” del ganador del Premio Nobel Thomas Mann, quien inspiró al fundador del foro. Según la descripción del foro, Davos es “un lugar de recreación y relajación, donde las personas inhalan aire de montaña limpio para restaurar su salud y revitalizar sus mentes”.
El profesor Schwab seleccionó Davos porque buscaba que los participantes en su primera cumbre se sintieran relajados como para expresarse con franqueza, manteniendo al mismo tiempo un compañerismo de propósito y respeto mutuo. Davos fue considerado “lo suficientemente cómodo” para no disuadir la asistencia, pero lo bastante remoto para brindar a los participantes “una sensación de aislamiento”.
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