Por Diego Cioccio
A más de un mes del triunfo de Javier Milei en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), aún persiste la incertidumbre no sólo de quién gobernará la Argentina a partir del 10 de diciembre, sino qué rumbo adoptará el país, una vez consumada el encuentro con las urnas entre octubre y noviembre. En este escenario, sumado al subyacente de la guerra en Ucrania, explica la postura de Alemania en torno a los países de América Latina y por qué la energía limpia es una de las grandes oportunidades para el país.
Con una inflación interanual que supera con creces el 100 por ciento, un mercado cambiario donde las cotizaciones informales marcan el rumbo de la economía y una paz social que pende de un hilo, la Argentina post PASO refleja un panorama difícil y complejo de cara al futuro de corto plazo. Para la principal economía de Europa –que atraviesa por estos días sus propias dificultades– lo que sucede en el Cono Sur no es una prioridad, pero sí una oportunidad, como lo define el analista político, Franco Delle Donne.
Nacido en la Argentina, Delle Donne se graduó como licenciado en Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). Hizo un máster en Democracia y Gobierno en la Universidad Autónoma de Madrid y un doctorado en Comunicación Política por la Freie Universität Berlin, ciudad en la que hoy reside.
Delle Donne dirige Epidemia Ultra, un proyecto de análisis y divulgación de estudios sobre la derecha radical en el mundo y es el creador del blog www.eleccionesenalemania.com . Desde Alemania, el especialista argentino respondió las preguntas de Argentinisches Tageblatt (AT) acerca de cómo ve Alemania a los países de Latinoamérica y cuáles podrían ser las oportunidades para la Argentina en el futuro cercano.
AT: ¿Por qué Alemania está interesada en generar mejores lazos con Latinoamérica?
FDD: Alemania tiene un interés renovado en América Latina por una serie de causas endógenas y exógenas, así como de naturaleza política, economía y geopolítica.
AT: ¿Cómo influye la guerra entre Rusia y Ucrania en esa búsqueda de Alemania de ampliar lazos hacia Latinoamérica?
FDD: La invasión rusa a Ucrania es ejemplo de las razones exógenas, económicas y geopolíticas. Alemania, de un día para otro, se enfrentó a una debilidad en temas energéticos. Algunos países de América Latina se volvieron de inmediato oferentes sustitutos de energéticos fósiles. En el mediano plazo, otros países latinoamericanos sirven como proveedores de energías limpias, lo que sustituye la debilidad externa y se alinea con la aspiración del actual gobierno alemán y parte de su población, para alcanzar una transición energética.
AT: ¿Cómo influye el rol o la competencia de China y los Estados Unidos en esa búsqueda?
FDD: La competencia EUA-China es una competencia geopolítica en la que Alemania se encuentra también en una encrucijada. Los alemanes en think-tanks y empresas dicen que deben escapar de esa falsa dicotomía. Ellos prefieren un escenario en que económicamente sigan produciendo y vendiendo a China, pero sin tanta vulnerabilidad. También quieren estar del lado estadounidense en lo político y lo militar: los valores occidentales y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) son preferidos. Alemania ve en América Latina una arena de confrontación de la lucha geopolítica de los titanes, pero ve también que en los países latinoamericanos hay un deseo de autonomía incrementada. Latinoamérica no quiere volver a ser lo que fue en la Guerra Fría. Algunos países –los menos– de la región están alineados política, económicamente a China y Rusia.
AT: ¿Qué pretende Alemania con esa intensificación de lazos? ¿Ventas prioritarias de determinados bienes?
FDD: Alemania desea encontrar en Latinoamérica (en especial en los grandes países de la región) socios con quienes buscar una alternativa. Y eso tiene mucho que ver con los factores políticos endógenos latinoamericanos: la nueva ola rosa efectivamente tiene impacto en la configuración, aunque no ha sido coordinado para la construcción de una alternativa. Quiere encontrar socios que todavía crean y participen en los mecanismos multilaterales, quiere espacios para la producción y la venta de sus bienes, quiere aliados para votar decisiones. Quiere socios para cooperar en caso de que un conflicto estalle y genere inestabilidad que redunde en oleadas de refugiados.
AT: ¿Cuáles son los sectores que está mirando Alemania del Cono Sur? ¿Buscan invertir, generar una ida y vuelta comercial?
FDD: el Cono Sur es muy grande y muy heterogéneo. Alemania quiere tener ahí una buena relación con la sociedad que tiene una importante (y en general positiva) herencia de emigración migración alemana. Alemania quiere de los países más industrializados de Latinoamérica la posibilidad de tener comercio intraindustrial: comprar y vender componentes y productos terminados. Quiere comprar de Latinoamérica productos agrícolas. Quiere comprar energías, lo más limpias posibles. Quiere comprar materias primas para la electromovilidad. Para todo eso claro que van a invertir: en empresas extractivas y productivas.
La ida y vuelta comercial podrá realizarse con mayores certidumbres y montos cuando se firme el Acuerdo Unión Europea-Mercosur. Esa es una prioridad para la mayoría de los países miembros de la UE. Y, Alemania es de sus principales impulsores.
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