El informe TÜV 2026 fue un golpe duro para Tesla en el mercado de Alemania. El Model Y terminó último entre los autos de 2 a 3 años y registró la mayor tasa de defectos vista por el organismo en diez años de inspecciones. La conclusión sacudió a la industria porque se trata del modelo más vendido del mundo. El estudio vuelve a instalar dudas sobre la durabilidad de ciertos componentes de Tesla en un país que evalúa con protocolos mecánicos estrictos.
El Model 3 tampoco logró escapar del problema. Quedó entre los puestos más bajos de la categoría y reforzó una tendencia preocupante para la marca en un mercado que suele marcar opinión en Europa. Las cifras muestran fallas recurrentes y un patrón técnico que no se explica solo por el desgaste normal de uso.
Un informe demoledor para los modelos más populares de Tesla
El organismo TÜV, encargado de las inspecciones obligatorias para mantener un auto en circulación, publicó un análisis basado en 9,5 millones de controles realizados entre 2024 y 2025. Los inspectores verificaron frenos, suspensión, iluminación, ejes y otros sistemas que inciden en la seguridad. Dentro del segmento de vehículos con 2 a 3 años de uso, el Model Y quedó en el último lugar.

Según los datos, el 17,3% de las unidades no superó la inspección, con fallas calificadas como importantes o peligrosas. La media de esa franja etaria se ubica en torno al 6,5%. El organismo remarcó que se trata del peor registro visto en diez años. El Model 3 tampoco escapó al problema: presentó un 13,1% de fallas.
Los técnicos alemanes atribuyen este resultado a defectos repetidos. Se observaron problemas en la suspensión, especialmente en bujes y componentes sometidos a esfuerzos elevados. En los frenos, los inspectores notaron desgaste irregular y discos corroídos. La explicación es técnica: los autos eléctricos usan el frenado regenerativo y dejan los frenos convencionales en un rol secundario. En climas húmedos, esto favorece la oxidación.
El informe también detectó fallas en iluminación. Son problemas que interfieren con la seguridad y explican por qué tantas unidades quedan afuera en el primer control. Los resultados no apuntan a una falla aislada, sino a un patrón que se repite en una proporción llamativa de unidades.
Qué diferencia a Tesla de otros vehículos eléctricos
El rendimiento del Model Y y del Model 3 contrasta con el de otros eléctricos analizados. El Mini Cooper SE presentó un índice de fallas del 3,5 %. El Audi Q4 e-tron quedó en 4,0 %. Incluso modelos como el Fiat 500e mostraron cifras bajas y consistentes. Esto derriba la idea de que los problemas surgen por la naturaleza eléctrica del vehículo.

Los inspectores remarcan que la diferencia aparece en materiales, ensamblaje y envejecimiento de componentes sujetos a carga constante. Muchos Tesla recorren más de 50 mil kilómetros en los primeros años. Ese uso intenso acelera desgaste en piezas críticas. Sin embargo, otros vehículos eléctricos con kilometraje similar no replican la tendencia.
El organismo TÜV subraya que los frenos oxidados no dejan el auto inutilizable. El sistema de regeneración funciona. El problema aparece en la evaluación de seguridad, donde se exige que los frenos convencionales respondan sin corrosión. En autos con poco uso del sistema tradicional, la humedad alemana provoca deterioro acelerado.
La suspensión plantea un desafío distinto. Las investigaciones previas en Estados Unidos y algunos retiros voluntarios de piezas muestran que el comportamiento de estos componentes sigue generando preocupación. La insistencia del informe alemán confirma que se trata de un área donde Tesla debe mejorar de forma urgente.
El contraste con otras marcas
El informe TÜV también permite ver qué marcas obtienen mejores resultados. En el segmento de autos jóvenes, el Mazda2, el BMW Serie 1 y el Mercedes Clase C lograron posiciones destacadas. Entre los SUV compactos, el Volkswagen T-Roc obtuvo muy buenos registros en varias franjas de edad. El Volkswagen Touareg, un modelo grande, mostró una capacidad de envejecimiento superior a la media.
La novedad metodológica del informe fue un premio a la calidad a largo plazo. Mercedes lideró con un 18,5 % de fallas relevantes en modelos de más de diez años. Lo siguieron Audi y Toyota. Esto revela una situación llamativa: algunas marcas logran mejores cifras con autos de una década que Tesla con vehículos prácticamente nuevos.
El documento también reflejó un panorama general del parque automotor alemán. Más del 21 % de los autos presentó fallas graves o peligrosas. Los defectos menores superaron el 12 %. El organismo asocia este fenómeno con el envejecimiento del parque y un mantenimiento irregular.
En ese contexto, los autos eléctricos ya representan un volumen suficiente como para trazar tendencias y comparaciones. En ese grupo, Tesla vuelve a quedar señalada. La marca crece en ventas, pero sus índices de fiabilidad no acompañan ese éxito comercial.




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