Berlin – El canciller alemán, Friedrich Merz, presentó ayer, lunes, la que calificó como “una de las mayores iniciativas de inversión” en Alemania en las últimas décadas, en una cumbre empresarial en Berlín. En la cita se anunció la iniciativa “Made for Germany“, formada por 61 grandes empresas de diversos sectores y firmas de inversión que según sus propias declaraciones se comprometen a realizar inversiones por valor de 631.000 millones de euros (735.000 millones de dólares) de aquí a 2028.
Como parte de sus esfuerzos por dar un giro a la economía alemana, Merz se está centrando en crear condiciones más atractivas para un aumento significativo de las inversiones empresariales. “Alemania ha vuelto -dijo Merz-. Vuelve a valer la pena invertir en Alemania”.
Las mayores inversiones públicas podrían verse enormemente favorecidas por capital privado adicional, dijo el político conservador de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) tras una reunión con representantes de la iniciativa en la Cancillería de Berlín.
“Queremos liberar este potencial y desencadenar así nuevos efectos de crecimiento”, dijo Merz, al tiempo que añadió que también deben aplicarse reformas estructurales para crear mejores condiciones.
“Made for Germany” quiere destinar los fondos a nuevos centros industriales y fábricas en Alemania, pero también a investigación y desarrollo y a la modernización de las infraestructuras.
Los directivos piden menos regulación
Representantes de las principales empresas alemanas asistieron a la cumbre empresarial, entre ellas Siemens y Deutsche Bank, para debatir iniciativas que impulsen la confianza de los inversores en la mayor economía de Europa.
Tras dos años consecutivos de recesión, y en medio de escasas esperanzas de que la economía alemana mejore significativamente este año, Merz esperaba convencer a las empresas para que aumenten sus inversiones.
El CEO de Deutsche Bank, Christian Sewing, declaró tras la reunión que están viendo “un gobierno que está tomando velocidad” y que tiene el crecimiento y la competitividad como prioridades en su agenda.
El CEO de Siemens, Roland Busch, habló de una “nueva forma de colaboración entre empresas y políticos”. Para desbloquear los miles de millones anunciados, dijo que la política debería regular menos y dar más libertad a las empresas.
“Celebramos la confianza de las empresas en invertir en Alemania y en sus puestos de trabajo”, dijo Merz antes de la reunión. “Al hacerlo, están haciendo una importante contribución a un mayor crecimiento económico (…). Al mismo tiempo, están enviando una poderosa señal a las empresas internacionales para que vuelvan a invertir más en Alemania”.
En relación con el fondo especial de 500.000 millones de euros aprobado recientemente para proyectos de infraestructuras y protección del clima, un portavoz del Gobierno señaló la semana pasada que el Estado está dispuesto a realizar inversiones por adelantado, pero subrayó que los fondos públicos por sí solos no serán suficientes.
La economía alemana, antaño admirada en toda Europa, ha sufrido duros golpes en medio de la alta inflación, el aumento de los precios de la energía y la mayor competencia internacional que se produjo en los años posteriores a la pandemia del coronavirus y la guerra de Ucrania.
El Gobierno de Merz, que tomó posesión en mayo, se ha comprometido a reactivar la economía, y el Parlamento ha aprobado desde entonces medidas de desgravación fiscal por valor de miles de millones de euros destinadas a fomentar una mayor inversión.
(AT / dpa)




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