Buenos Aires (AT) – Alemania es conocida por su rica historia, su arquitectura imponente y sus monumentos icónicos, pero más allá de los destinos tradicionales, el país alberga una serie de sitios exóticos que revelan aspectos curiosos y poco convencionales de su cultura y pasado.
Desde una sala subterránea adornada con lámparas de araña en Colonia hasta un monumento que homenajea a los cobayos utilizados en investigaciones científicas en la isla de Riems, estos lugares se destacan por su singularidad.
En Hamburgo, la estatua de “Zitronenjette”, una emblemática vendedora de limones, rinde homenaje a una figura popular del siglo XIX, mientras que en Hannover, los locales se reúnen bajo la icónica “cola” de un monumento ecuestre. Finalmente, en Berlín, un enorme cilindro de hormigón es un vestigio de las colosales ambiciones del régimen nazi, testimonio de su fallido plan de construir una capital monumental.
Estos cinco monumentos no solo invitan a descubrir historias fascinantes, sino que también ofrecen una perspectiva única sobre el patrimonio y los eventos que han moldeado el país.
El objeto pesado de Berlín: vestigio de la megalomanía nazi
Al sur del centro de Berlín, un inmenso cilindro de hormigón, que hoy es un monumento protegido, es un vestigio de la colosal ambición de los nazis.
Este cilindro fue erigido en los años 40 para probar la capacidad del suelo arenoso de Berlín, con el fin de sustentar el gigantesco arco del triunfo que Hitler planeaba construir como parte de la “Capital mundial de Germania”. El arco habría sido 50 veces más grande que el Arco del Triunfo de París.
Actualmente, este monumento sirve como un recordatorio del urbanismo monumental nacionalsocialista y ofrece una visión directa de las desmesuradas aspiraciones de la época, accesible desde una plataforma de observación.
La sala con lámparas de araña en el alcantarillado de Colonia
Muchos piensan que la Catedral de Colonia es la única gran atracción de la ciudad, pero un recorrido por el sistema de alcantarillado bajo el parque Theodor Heuss revela otra maravilla.
A finales del siglo XIX, cuando Colonia necesitaba ampliar su red de alcantarillado debido al crecimiento poblacional, se construyó una impresionante bóveda de ladrillo para gestionar las aguas residuales y pluviales.
Lo curioso es que esta bóveda fue decorada con dos majestuosas lámparas de araña en honor a la visita del emperador Guillermo II durante su inauguración. Hoy en día, se pueden realizar visitas guiadas por este singular lugar, e incluso disfrutar de conciertos bajo tierra.
Zitronenjette: la icónica vendedora de limones de Hamburgo
Durante cuatro décadas, Johanne Henriette Marie Müller, mejor conocida como “Zitronenjette”, recorría las calles de Hamburgo vendiendo limones. Con apenas 1,30 metros de altura, su grito de “¡Limones frescos!” se volvió característico entre 1854 y 1894.
A pesar de su pequeña estatura, se convirtió en una figura emblemática de la ciudad, recordada hoy con una escultura de bronce en el distrito de St. Pauli, que inmortaliza su imagen con una cesta repleta de limones.
El encuentro “bajo la cola” en Hannover
En la estación central de Hannover, uno de los puntos de reunión más comunes es “bajo la cola”, una referencia a la cola del caballo de la estatua ecuestre del rey Ernesto Augusto, monarca del antiguo reino de Hannover.
Este monumento no solo es un icónico lugar de encuentro, sino que también fue el centro de controversia cuando una activista medioambiental lo pintó, lo que llevó a un juicio penal.
Monumento a los cobayos en la isla de Riems
En la costa del mar Báltico, cerca de la isla de Riems, se encuentra un monumento de tres cobayos de piedra. Aunque pueda parecer encantador, en realidad recuerda a los miles de cobayos sacrificados cada año desde la década de 1920 en experimentos científicos en el Instituto Friedrich Loeffler, como parte de la investigación para desarrollar vacunas contra la fiebre aftosa.
Este monumento plantea una reflexión sobre el uso de animales en la ciencia y el debate actual sobre el papel de las nuevas tecnologías para reducir la experimentación animal.
Estos monumentos exóticos de Alemania no solo reflejan capítulos curiosos y poco conocidos de su historia, sino que también invitan a reflexionar sobre temas culturales, científicos y sociales. Cada uno de ellos, con su singularidad, ofrece una mirada distinta a las tradiciones y los momentos clave que han moldeado el país, demostrando que incluso los lugares más insospechados pueden contar historias fascinantes y profundas.
Hacé tu comentario