Por Federico G. Luchtenberg*
Rosario – Cada 27 de enero se conmemora a las víctimas del Holocausto. En 2025 se cumplen 80 años de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau.
Los campos de concentración comenzaron a construirse en Alemania en 1933 para encarcelar a los oponentes políticos al III Reich, a los “elementos indeseables” y a los judíos. El “Complejo Auschwitz” comenzó a construirse a mediados en 1940 sobre territorio polaco ocupado por los nazis y estaba integrado por el campo original (Auschwitz I), el campo de concentración y exterminio (Auschwitz II – Birkenau), y el campo de trabajo para la IG-Farben (Auschwitz III – Monowitz).
Además estaba integrado a 45 campos satélites. A partir de 1942 se convirtió progresivamente en el mayor centro de exterminio de judíos, superando el millón de victimas. El 27 de enero de 1945 las tropas soviéticas liberaron a 2819 prisioneros de Auschwitz-Birkenau. La primera conmemoración se realizó en 2006 por iniciativa de la UNESCO.
A pesar de la ingeniería sistematizada de esta maquinaria de aniquilación, el silencio sobre Auschwitz caracterizó los años posteriores a la guerra, probablemente fundados en una profunda vergüenza.
Lo que no alcanzó a sensibilizar a la sociedad alemana suficientemente tras los debates académicos, políticos, históricos e intelectuales lo han logrado la industria cinematográfica y las series de TV como “Holocaust”(1978), “Heimat”(1984) o “Das schreckliche Mädchen” (1990). La década del 90 abrió una nueva mirada con el “Debate Goldhagen” y la distinción que Daniel Goldhagen aceptó de manos de Jürgen Habermas por su contribución a la cultura democrática, no sin fuertes críticas.
Nuevas generaciones, impulsados en gran medida por la “posmemoria”, han promovido la concientización sobre el Holocausto en películas como “Im Labyrinth des Schweigens” (2014) o en la Argentina “Pacto de Silencio” (2006) del director Carlos Echeverría sobre la detención de Priebke en Bariloche, ambas las he visto con mis hijos.
Tomar partido en defensa de los Derechos Humanos
Sobre la película de Echeverría, una de las escenas más movilizantes, ocurre al principio cuando una mujer le grita a él mismo: “¡para que fuiste a un colegio alemán!”, mientras intentaba realizarle una pregunta a Priebke. Sin dudas, esa exclamación, en esa circunstancia, interpela a todos los descendientes de alemanes en la Argentina.
Para nuestra familia, el hallazgo de una foto, definitivamente nos ha interpelado. Mi bisabuelo Carlos Guillermo Cornelio Luchtenberg posando junto a su esposa y una de sus hijas en su casa de Alta Gracia, donde se veía claramente una foto de Hitler con los brazos extendidos en la tapa del Berliner Illustrierte Zeitung, un semanario de dos millones de ejemplares por tirada que se publicó desde 1892 hasta 1945 muy influenciado por el nazismo, y que luego pasó directamente a manos del partido nazi en 1937.
En palabras de mi padre Guillermo: “…ese hallazgo tan simple, me mostró que había más en la historia ideológica o política familiar de lo que yo conocía. Es probable que la guerra, la incautación de los bienes de asociaciones alemanas durante la guerra hayan influído para que la mayoría de los alemanes o descendientes de alemanes en la Argentina sintieran que no era conveniente mostrar su simpatía por el gobierno de Alemania del III Reich o directamente por el partido nazi. Afortunadamente nada me impidió entender la magnitud del genocidio causado por el nazismo y tomar partido a favor de los derechos humanos en esta u otras circunstancias de la humanidad.”
Desde la distancia física que nos separa de Alemania, muchas veces los descendientes de alemanes en el extranjero no tomamos los hechos políticos que suceden alli en su real dimensión. En la actualidad, la presentación de un ”plan maestro de remigración” presentado en Potsdam en noviembre de 2023 entre seguidores del partido de ultraderecha AfD ha generado manifestaciones en toda Alemania. Desde el extranjero también podemos manifestarnos y advertir cuando se intentan cruzar los bordes de la democracia.
Conmemorar el Holocausto nos debe mantener en alerta para no repetir el camino que lo produjo. Compartir la historia y los valores democráticos de la “Grundgesetz” entre las nuevas generaciones resulta imprescindible para que nunca más gane el silencio.
*Federico Luchtenberg es socio fundador de GRUPO WHG; fue presidente del Club Alemán de Rosario y vicepresidente de la Federación de Asociaciones Argentino Germanas (FAAG).
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