Buenos Aires / Berlín – Al final su deseo se hizo realidad: Olaf Scholz perdió la moción de confianza, en el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán. Como Argentinisches Tageblatt reportó anteriormente, la derrota era en parte intencionada por parte del actual canciller y jefe del Ejecutivo. El voto “no positivo” le allana el camino a Scholz para llamar a la mayor economía de Europa celebre elecciones anticipadas. Todo indica que estas se celebrarán el 23 de febrero. Sin embargo, si la intención de voto que muestran las encuestas hoy se mantuvieran, la fecha pondría también fin a la etapa de Scholz al frente del gobierno de su país.
Cómo se votó
Un total de 394 de 717 legisladores de la Cámara Baja (Bundestag) presentes votaron en contra de Scholz, que presentó la moción la semana pasada. 207 votaron a favor del canciller y 116 se abstuvieron, comunicó la presidenta del hemiciclo, Bärbel Bas.
Scholz presentó la moción de confianza tras el hundimiento de su coalición de centroizquierda, la única vía que tiene un canciller para desencadenar nuevas elecciones. El resultado de la votación era de esperar, ya que el gobierno de Scholz perdió la mayoría parlamentaria.
Tras meses de duras luchas internas en torno a la política económica y el presupuesto para 2025, Scholz destituyó a principios de noviembre al entonces ministro de Finanzas, Christian Lindner, del Partido Liberal (FDP). El socio menor abandonó entonces la coalición tripartita, dejando a Scholz en un gobierno minoritario con Los Verdes.
“Una decisión fundamental”
En un discurso ante el Parlamento antes de la votación, Scholz justificó su decisión de someter a voto de confianza una serie de importantes cuestiones políticas a las que se enfrenta Alemania, entre ellas las inversiones pendientes desde hace tiempo en su maltrecha economía. “Esta decisión es tan fundamental que debe ser tomada por el propio soberano, por los votantes”, dijo a los legisladores. Destacó que unas elecciones anticipadas permitirán “a los ciudadanos marcar el rumbo político”.
Para que se aprobase la moción, se necesitaba el voto de 367 legisladores favorable a Scholz. Tras la votación, el canciller se trasladó inmediatamente a la sede de la presidencia alemana en la capital. Allí propuso al presidente Frank-Walter Steinmeier que disuelva el Parlamento y convoque elecciones anticipadas unos siete meses antes de lo previsto inicialmente, según supo dpa de fuentes gubernamentales.
Los siguientes pasos que predispone la Constitución
El presidente dispone de 21 días para tomar esa decisión, un paso que se considera una formalidad puesto que ya ha manifestado su apoyo a la fecha del 23 de febrero propuesta por Scholz. El canciller y sus ministros, así como el actual Bundestag, permanecerán en sus cargos hasta que los nuevos legisladores electos se reúnan por primera vez tras los comicios.
Como las negociaciones de coalición suelen prolongarse, es posible que para entonces no se haya formado un nuevo gobierno. En ese caso, Steinmeier puede pedir al Gobierno de Scholz que permanezca en funciones por el momento, petición que está obligado a aceptar.
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