Buenos Aires (AT) – Markus Söder, líder de la oposición alemana y primer ministro de Baviera, pidió elecciones anticipadas simultáneas a los comicios europeos del próximo año. Entre los motivos, señaló el empeoramiento de la crisis presupuestaria gubernamental, según informes de Azernews. El Tribunal Constitucional Federal Alemán (en alemán: Bundesverfassungsgericht) había declarado la semana pasada inconstitucional el presupuesto ampliado del año 2021. El fallo implica una merma financiera de EUR 60.000 millones para las actuales cajas del gobierno que lidera Olfa Scholz.
Söder, que encabeza la Unión Social Cristiana (CSU), expresó su opinión durante una conferencia de prensa en Berlín. Allí cuestionó la capacidad del gobierno del canciller Olaf Scholz para abordar los problemas nacionales. En su reclamo por una nueva configuración de la conducción del país, Söder también marcó el terreno para después de una posibles elecciones anticipadas. Söder sugirió como opción una nueva edición de la gran coalición entre la CDU/CSU y el Partido Socialdemócrata (SPD) para después de los comicios. Al mismo tiempo, el líder de la CSU rechazó la idea de una coalición liderada por la CDU/CSU con el Partido Verde. La consideró inapropiada para los desafíos actuales y descartó al Partido Democrático Liberal (FDP) como un socio gubernamental estable a largo plazo.
De este modo, persisten las dudas en un contexto donde la coalición gobernante acordó un presupuesto suplementario para abordar la crisis. En otras medidas se suspendió el límite de endeudamiento autoimpuesto tras un fallo del tribunal constitucional. Esto provoca una crisis con respecto la dirección futura del país y la financiación de proyectos gubernamentales de gran envergadura.
El origen y el alcance de la crisis
Una encuesta reciente revelada por NRZ muestra una baja confianza en el canciller federal Scholz y su coalición. Un 66% de los encuestados expresó que no está a la altura de la crisis. Esta falta de respaldo se extiende a los principales representantes de la coalición y alimenta dudas sobre la capacidad para manejar la crisis presupuestaria actual.
Por su parte, mientras el gobierno se enfrenta a medidas de austeridad el canciller Scholz subrayó la importancia de mantener la modernización del país para asegurar empleos, una economía fuerte y una vida próspera para las generaciones futuras.
La crisis que afecta a Alemania tuvo inicio hace unos días, cuando el tribunal supremo del país declaró inconstitucional una maniobra fiscal. Esta maniobra implicaba la reasignación de EUR 60.000 millones no gastados del fondo especial destinado al coronavirus hacia otro fondo enfocado en el cambio climático. Esto provocó la pérdida de miles de millones en el presupuesto alemán, destinados a proyectos cruciales para la transición energética y el respaldo al sector industrial.
Como un efecto dominó, otras áreas presupuestarias se vieron afectadas: el presupuesto ordinario fue congelado, la discusión sobre el presupuesto de 2024 se retrasó y fondos extrapresupuestarios, como el que subvenciona los altos precios de la energía, quedaron paralizados.
La sentencia de los jueces no solo tiene consecuencias en los 60.000 millones mal reasignados, sino que cuestiona la estructura que respalda el gasto público alemán en su totalidad. Además, pone en duda la norma nacional, consagrada en la Constitución, que limita rigurosamente el déficit público, conocida como “freno de la deuda” (“schuldenbremse”, en alemán).
La propuesta del presidente de Baviera, Markus Söder, de convocar elecciones anticipadas refleja cómo la oposición busca capitalizar el desconcierto generado por la sentencia del tribunal constitucional. Según la última encuesta de la televisión pública alemana, el 41% de los encuestados está a favor de elecciones anticipadas. En una posible votación hoy, los partidos de la coalición apenas sumarían el 35% de los apoyos, lejos de obtener una mayoría suficiente para gobernar, mientras que la ultraderecha superaría el 20%.
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