El Oktoberfest transformó a Múnich en sinónimo de cerveza, gastronomía bávara y diversión a gran escala. Cada septiembre, la ciudad recibe a millones de visitantes de todo el mundo. Sin embargo, detrás de la postal turística, los vecinos que habitan en torno a la Theresienwiese enfrentan un escenario muy distinto: ruido constante, calles saturadas y residuos acumulados.
El costo de vivir junto a la Wiesn
Quien caminó desde la Hackerbrücke rumbo al predio del Oktoberfest se topó con escenas repetidas: visitantes ebrios, envases descartados y restos de la noche anterior. Yanick Thalmann, que reside en Schwanthalerhöhe, describió con ironía su experiencia: “Abrís la ventana y tenés radio gratis de la Wiesn, lo quieras o no”.

El vecino aseguró que la fiesta lo obliga a reorganizar su rutina. “Tengo que pensar cuándo hago las compras. Un sábado es imposible, y si salgo con amigos debo salir más temprano porque la U-Bahn y los tranvías colapsan”, explicó. El problema no es solo el tránsito: “A veces encontrás rastros de vómito o sangre en el edificio. Aunque la limpieza municipal trabaja mucho, nunca alcanza”, agregó.
Servicio digital para denuncias
La Municipalidad de Múnich habilitó desde 2024 un servicio online específico para vecinos afectados. El director del Oktoberfest, Christian Scharpf, señaló que los residentes pueden reportar basura, vidrios rotos o fluidos corporales en el portal machmuenchenbesser.de.

“Si se notifica antes de las 10 de la mañana, la limpieza se realiza ese mismo día, incluso en propiedades privadas”, afirmó. La medida busca compensar la magnitud del evento, que en 2023 reunió a más de seis millones de personas.
Tolerancia con fecha de vencimiento
Para Philipp Naumann, vecino del Westend y empleado en un edificio lindero al predio, la situación es más ambivalente. “Me gusta que haya movimiento en la ciudad, pero después de dos semanas, el ruido cansa”, admitió. Tanto él como Thalmann coincidieron en que, una vez que baja la euforia, lo único que se desea es recuperar la calma.
Alternativas dentro y fuera de Alemania
El Oktoberfest 2025 se celebrará entre el 20 de septiembre y el 5 de octubre. Quienes prefieran evitar las multitudes pueden optar por otras fiestas en Alemania: el Cannstatter Wasen de Stuttgart (26/9 al 12/10), el Altstadtfest de Núremberg (19/9 al 5/10) o las versiones locales de Frankfurt, Hamburgo y Koblenz. Todas ofrecen música, gastronomía y cerveza, pero con menos visitantes.

Más allá de las fronteras, la agenda cultural europea es extensa. En Italia, Bardolino celebrará la Festa dell’Uva e del Vino del 2 al 6 de octubre, con catas en el Lago de Garda. En Hamburgo coincidirán el Filmfest y el Harbour Front Literaturfestival, mientras que Ámsterdam recibirá el Afrovibes Festival. También habrá convenciones de manga y animé en París y Belfast.
Cultura en Múnich más allá de la cerveza
La capital bávara no se reduce a la Wiesn. En paralelo al Oktoberfest, el Münchner Volkstheater estrenó la obra Glaube Liebe Roboter el 25 de septiembre. El rapero Montez actuará en la Olympiahalle y el Ander Art Festival, de entrada libre, ofrecerá conciertos de distintas bandas en el Odeonsplatz.

La variedad cultural se convierte en un refugio para quienes quieren escapar del bullicio. La convivencia entre el mayor Volksfest del mundo y la vida cotidiana de Múnich sigue siendo un desafío. Entre la fascinación turística y las quejas vecinales, la ciudad repite cada año un ritual que la consagra como capital global de la cerveza, aunque a costa de la paciencia de quienes la habitan.




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