Buenos Aires (AT) – El sector de la energía eólica terrestre en Alemania registró su mayor crecimiento desde 2017 durante el primer semestre de 2025. Según un informe citado por Reuters, se pusieron en funcionamiento 409 nuevas turbinas, con una capacidad combinada de 2,2 gigavatios (GW). Esto representa un aumento del 67% respecto al mismo período del año anterior.
Detrás de este repunte está el nuevo impulso a las energías renovables tras la reducción de las importaciones de combustibles fósiles desde Rusia, en el contexto de la guerra en Ucrania. El gobierno federal tiene como meta que el 80% de la electricidad nacional provenga de fuentes renovables para el año 2030. Sin embargo, la velocidad actual de expansión aún no es suficiente.
La Ley de Fuentes de Energía Renovable (EEG, por sus siglas en alemán) establece que se deben alcanzar 115 GW de capacidad eólica terrestre para 2030. En este contexto, los avances de los últimos meses marcan una mejora, pero no alcanzan para cumplir con el cronograma.
Más permisos, menos burocracia, pero muchos desafíos

La Asociación Alemana de Energía Eólica (BWE) informó que en la primera mitad del año se aprobaron proyectos por un total de 7,8 GW. Esta cifra es un 55% superior a la del primer semestre de 2024. A su vez, la Agencia de Energía Eólica y Solar señaló que el tiempo promedio para obtener permisos se redujo más de un 20%, pasando de 23 a 18 meses.
Este acortamiento de los plazos administrativos se logró gracias a reformas en los procesos de evaluación ambiental y urbanística. Algunas regiones también implementaron ventanillas únicas para acelerar los trámites. Sin embargo, el sector todavía enfrenta obstáculos logísticos y legales.
La repotenciación —el reemplazo de turbinas antiguas por modelos más eficientes— se mantiene limitada por trabas normativas. Además, el transporte de piezas pesadas continúa siendo un cuello de botella. El BWE reclamó al gobierno federal medidas urgentes para facilitar estos traslados y asegurar inversiones a largo plazo.
Caída en la producción renovable y mayor uso de fósiles
Pese a la mejora en la instalación de turbinas, la producción efectiva de energía limpia cayó durante el primer cuatrimestre de 2025. Según el centro de estudios Ember, se generaron menos de 80 teravatios-hora (TWh) en ese período. Se trata de una disminución del 16% en comparación con el mismo lapso de 2024 y del nivel más bajo desde 2015.
Para compensar esa baja, las empresas eléctricas alemanas incrementaron un 10% la generación mediante combustibles fósiles. Esto derivó en la mayor participación de fuentes fósiles en la matriz energética nacional desde 2018. Si bien parte de este fenómeno se explica por condiciones climáticas adversas —como vientos más débiles o menor irradiación solar—, también refleja una infraestructura insuficiente para almacenar energía renovable.
La ministra de Economía y Clima, Katharina Reiche, reconoció en una conferencia reciente que el gobierno anterior podría haber enfocado su estrategia “demasiado exclusivamente” en la protección del clima. Anunció que se revisarán los criterios de seguridad energética, la demanda eléctrica estimada y el avance de las obras de infraestructura.
Uno de los principales cuellos de botella es la red eléctrica. Muchas zonas con alto potencial eólico, como el norte del país, aún no están bien conectadas con los principales centros de consumo del sur. La falta de líneas de transmisión adecuadas genera pérdidas de eficiencia y obliga a usar fuentes más contaminantes como respaldo.



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