Centenares de propietarios de Porsche en Rusia despertaron desde fines de noviembre con un problema inédito: sus vehículos de lujo dejaron de arrancar sin explicación aparente. El portal autonews.ru reportó el fenómeno el 28 de noviembre tras recibir denuncias masivas de conductores en Moscú, Krasnodar y otras ciudades. Los testimonios coinciden: los autos se bloquearon completamente, como si se hubieran convertido en “ladrillos” inservibles.
El problema radica en el módulo VTS (Vehicle Tracking System), el sistema de seguridad satelital propio de Porsche que permite rastrear y bloquear remotamente los vehículos en caso de robo. Según confirmó a RBC el centro de distribución Rolf, una de las redes de concesionarios más grandes de Rusia, el bloqueo afecta la alarma de fábrica y se activa vía satélite. “Cualquier vehículo puede bloquearse”, advirtió Julia Trushkova, directora de servicio de Rolf.

Un bloqueo que requiere intervención manual
La compañía Porsche Rusland LLC confirmó a autonews.ru un “ligero aumento” en las consultas de propietarios a los concesionarios oficiales desde fines de noviembre. La empresa señaló que, tras una evaluación preliminar, supone “que el problema no está relacionado con las características de diseño de los automóviles”. Porsche Rusland prometió informar sobre los resultados de un estudio más detallado, pero hasta el momento no ofreció una explicación técnica definitiva.
Para desbloquear los vehículos, los técnicos deben reiniciar manualmente la unidad de control de la alarma de fábrica, lo que requiere desmontar y abrir el módulo VTS. Según el Porsche Macan Club ruso, citado por autonews.ru, el procedimiento resuelve el problema en la mayoría de los casos. Sin embargo, algunos propietarios reportaron en el canal de Telegram “Shot” que lograron soluciones temporales desconectando la batería durante diez horas, aunque en muchos casos el vehículo quedó completamente inmovilizado.

¿Bloqueo deliberado desde Alemania?
La hipótesis de una intervención deliberada ganó fuerza cuando Rolf señaló a RBC que “existe la posibilidad de que se haya hecho deliberadamente”. La declaración alimentó especulaciones sobre si Porsche AG, desde su sede en Alemania, activó remotamente el sistema de seguridad para inutilizar vehículos que circulan en Rusia mediante importaciones paralelas, un mecanismo que saltea los canales oficiales y que Porsche no reconoce.
Porsche suspendió sus operaciones en Rusia en 2022, tras el inicio de la guerra en Ucrania. Desde entonces, los concesionarios rusos importan vehículos nuevos y usados de la marca alemana mediante esquemas de importación paralela, un procedimiento legal en Rusia pero que no cuenta con el respaldo de la casa matriz. Estos vehículos mantienen activos sus sistemas de seguridad satelital, lo que teóricamente permite a Porsche AG rastrearlos y bloquearlos desde cualquier lugar del mundo.
Trushkova aclaró que Mercedes-Benz también registra casos aislados de bloqueos satelitales en Rusia, aunque son menos frecuentes y no dejan los vehículos completamente inoperables. “No se convierten en ‘ladrillos'”, subrayó la directora de servicio. La diferencia en la severidad del bloqueo refuerza la sospecha de que el caso Porsche responde a una estrategia específica.

Sin respuesta oficial de Alemania
Autonews.ru envió solicitudes de información tanto a la representación rusa de Porsche como a la oficina global de la marca en Stuttgart, Alemania. Hasta el momento, Porsche AG no emitió declaraciones públicas sobre el origen del bloqueo masivo ni confirmó si la casa matriz ejecutó alguna acción remota sobre los vehículos en territorio ruso.
El silencio de la casa matriz contrasta con la urgencia de los propietarios rusos, muchos de los cuales pagaron cifras millonarias por vehículos que ahora son inútiles sin intervención técnica especializada. El caso también plantea interrogantes legales: si Porsche AG bloqueó deliberadamente los vehículos, ¿puede hacerlo sin el consentimiento de los propietarios actuales, aunque los autos hayan ingresado al país por vías no oficiales?

Implicancias para el mercado global
El episodio ruso expone una vulnerabilidad que trasciende fronteras. Argentina importa vehículos de alta gama mediante esquemas similares, especialmente desde la flexibilización de las restricciones a la importación. Si fabricantes como Porsche pueden desactivar remotamente vehículos por razones políticas o comerciales, los compradores argentinos de autos importados de segunda mano o mediante canales no oficiales enfrentan un riesgo similar.
La cuestión también abre el debate sobre los límites de la propiedad digital. Un automóvil moderno es, en esencia, un dispositivo conectado con capacidad de recibir comandos remotos. ¿Hasta dónde llega el derecho del fabricante a intervenir sobre un vehículo legalmente adquirido por un tercero? El caso Porsche en Rusia podría sentar un precedente inquietante para compradores de tecnología conectada en todo el mundo.




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