Buenos Aires (AT) – Las principales ciudades de Alemania fueron escenario de protestas multitudinarias luego de que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) aprobara en el Bundestag, con apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), un endurecimiento en la política migratoria. La medida provocó la reacción de diversos sectores sociales y políticos, que salieron a manifestarse en defensa del derecho de asilo y contra cualquier colaboración con la extrema derecha.
De acuerdo con fuentes policiales, en Berlín se congregaron alrededor de 6.000 personas frente a la sede central de la CDU, mientras que en Múnich se registró una movilización de 7.000 manifestantes ante la sede de la CSU. En otras ciudades como Düsseldorf, Hannover, Friburgo y Leipzig también se llevaron a cabo protestas con miles de asistentes.
Ataques a oficinas de la CDU
En un contexto de creciente tensión, se produjeron ataques contra varias sedes de la CDU. En Dortmund y Lünen, desconocidos lanzaron pintura contra las fachadas de los edificios, mientras que en Berlín-Charlottenburg un grupo de entre 30 y 40 personas irrumpió en una oficina parlamentaria de la CDU, lo que derivó en la intervención de la policía y la apertura de causas por daños a la propiedad y violación del derecho de reunión.
En Mainz, una empleada de la sede regional de la CDU recibió una amenaza de muerte. Ante estos hechos, el vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, condenó enérgicamente los ataques y afirmó: “El derecho a la protesta es legítimo, pero rechazo tajantemente cualquier forma de violencia y amenazas”.
Unión con la AfD: el eje del conflicto
El detonante de las manifestaciones fue la decisión de la CDU y la CSU de votar junto a la AfD y el Partido Liberal Democrático (FDP) una iniciativa que endurece las políticas migratorias. Entre otras medidas, se contempla la deportación inmediata de inmigrantes sin documentación válida y el refuerzo de los controles fronterizos.
Organizaciones de derechos humanos y sectores progresistas criticaron la decisión, calificándola de “pacto con la extrema derecha”. Carolin Moser, vocera del colectivo “Zusammen gegen Rechts”, organizador de la protesta en Berlín, sostuvo: “Es escandaloso que la CDU haya dado legitimidad política a los ultraderechistas con esta alianza”. En el mismo sentido, Stephan Weil, ministro presidente de Baja Sajonia y miembro del Partido Socialdemócrata (SPD), advirtió sobre las implicancias de este acuerdo: “Romper el cordón sanitario con la extrema derecha es una señal preocupante para la democracia alemana”.
Una reacción nacional contra la extrema derecha
Las manifestaciones se extendieron a lo largo del país. En Friburgo, unas 11.000 personas se congregaron en la Plaza de la Antigua Sinagoga con la consigna “Defendamos la barrera contra el extremismo”. En Mainz, unas 4.000 personas participaron en la movilización “Nunca más es ahora”, promovida por sectores juveniles de Los Verdes y el SPD. En Leipzig, cerca de 5.000 manifestantes marcharon con pancartas en rechazo a la cooperación entre la CDU y la AfD, mientras que en Kiel se registraron 1.500 personas protestando frente a la sede de la CDU.
Postura de la CDU y futuras decisiones
Frente a la creciente presión social, la CDU defendió su postura asegurando que la votación no representa una alianza formal con la AfD, sino una coincidencia puntual en materia de política migratoria. Friedrich Merz, líder de la CDU, minimizó las críticas y sostuvo: “Nuestra propuesta busca ordenar la política migratoria de manera efectiva. No compartimos la ideología de la AfD, pero coincidimos en la necesidad de reforzar los controles”.
Pese a estas declaraciones, la controversia sigue creciendo. La oposición y diversos sectores de la sociedad temen que esta votación marque un punto de inflexión en la política alemana, abriendo la puerta a futuras colaboraciones entre la CDU y la extrema derecha. La crisis política se profundizará en los próximos días, ya que la CDU y la CSU planean presentar un nuevo proyecto de ley sobre migración en el Bundestag el viernes, con el respaldo anunciado de la AfD. Esta situación podría avivar aún más las protestas y la polarización en Alemania.
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