Buenos Aires (AT) – Qwello, un proveedor de infraestructura de carga con sede en Múnich, adquirió recientemente Park & Charge, una empresa fundada en 2016. Esta adquisición permitirá a la empresa holandesa operar de manera independiente en su mercado local y enfocarse en su expansión dentro del sector público. La cooperación entre ambas compañías facilitará una expansión más rápida y contentará la demanda de estaciones de carga.
Apenas cuatro meses después de la adquisición, Qwello concluyó con éxito una ronda de financiación de deuda con ABN AMRO e Investec. Esta financiación, que sigue a la compra de Park & Charge, incluye una línea de crédito de hasta 65 millones de euros, destinada a refinanciar parte del precio de la adquisición y reinvertir en la expansión europea de Qwello. Además, se proporcionarán fondos adicionales para el crecimiento de Park & Charge a través de una línea de crédito para inversiones de capital y un préstamo rotativo.
Henrik Thiele, fundador de Qwello, destacó que la financiación demuestra la solidez de la empresa y su modelo de negocio, impulsado por la creciente adopción de vehículos eléctricos y la demanda de puntos de carga públicos. Thiele señaló que esta nueva asociación con ABN AMRO e Investec proporcionará una plataforma para un crecimiento continuo, consolidando a Qwello como un proveedor confiable de infraestructura crítica en toda Europa.
La transacción contó con el asesoramiento de PwC Países Bajos y el apoyo de Tiger Infrastructure, una firma de capital privado que ya había invertido 50 millones de euros en Qwello en 2021. Con esos fondos, Qwello logró establecerse como operador de estaciones de carga en Estocolmo.
Qwello comenzó a operar sus estaciones de carga autodesarrolladas en 2020, primero en Múnich, y luego en Hamburgo, Berlín, Essen y Frankfurt. Actualmente, la empresa opera más de 10,000 puntos de carga en Alemania, Países Bajos, Suecia, Reino Unido, Francia, España y Polonia, a través de concesiones públicas e inversiones de capital privado.
¿Qué es un punto de carga?
El proceso de carga de un vehículo eléctrico es relativamente simple. Un conductor conecta el vehículo a una estación de carga mediante un cable especial que se enchufa en un puerto de carga ubicado en el coche. La estación de carga suministra electricidad a la batería del vehículo, que se almacena para ser utilizada durante la conducción.
Existen tres niveles principales de carga:
- Carga de Nivel 1: Es la más básica y utiliza una toma de corriente doméstica estándar de 120 voltios. Este tipo de carga es lenta, proporcionando entre 3 y 8 kilómetros de autonomía por hora de carga, por lo que suele ser más adecuada para la carga nocturna en el hogar.
- Carga de Nivel 2: Requiere una instalación más avanzada, con una toma de corriente de 240 voltios. Este nivel de carga es más rápido, permitiendo recargar entre 16 y 48 kilómetros de autonomía por hora. Es común en hogares con estaciones de carga instaladas, así como en lugares públicos como estacionamientos y centros comerciales.
- Carga Rápida de Corriente Continua (DCFC): Este es el tipo de carga más rápido disponible y utiliza corriente continua para cargar el vehículo directamente, evitando la conversión de corriente alterna a corriente continua que se realiza en los otros niveles. Las estaciones de carga rápida pueden proporcionar hasta 240 kilómetros de autonomía en menos de 30 minutos, lo que las hace ideales para estaciones de servicio y rutas de viaje.
Tipos de conectores
Los vehículos eléctricos y las estaciones de carga utilizan diferentes tipos de conectores, lo que puede generar confusión para los nuevos usuarios. Los tipos más comunes incluyen:
- Conector Tipo 1 (SAE J1772): Estándar en América del Norte, utilizado para la carga de Nivel 1 y Nivel 2.
- Conector Tipo 2 (Mennekes): Estándar en Europa, también utilizado para la carga de Nivel 1 y Nivel 2.
- CHAdeMO: Utilizado principalmente para la carga rápida en vehículos eléctricos japoneses.
- CCS (Sistema de Carga Combinada): Un conector híbrido que admite tanto carga rápida de corriente continua como carga de Nivel 2 de corriente alterna. Es uno de los conectores más comunes en Europa y América del Norte.
La importancia de la infraestructura de carga
La expansión de la infraestructura de carga es crucial para el éxito a largo plazo de los vehículos eléctricos. Sin un acceso fácil y conveniente a estaciones de carga, los conductores pueden dudar en hacer el cambio de vehículos de combustión interna a eléctricos. Los gobiernos, empresas y organizaciones privadas están invirtiendo en la expansión de redes de carga para abordar este desafío.
Uno de los retos principales es asegurar que las estaciones de carga estén distribuidas de manera equitativa, tanto en áreas urbanas como rurales. Además, se deben considerar aspectos como la capacidad de la red eléctrica, la velocidad de carga y la interoperabilidad entre diferentes redes de carga y fabricantes de vehículos.
Impacto en la movilidad sostenible
El aumento de la disponibilidad de puntos de carga juega un papel fundamental en la reducción de las emisiones de carbono y la mejora de la calidad del aire en las ciudades. A medida que más personas adoptan vehículos eléctricos, la demanda de combustibles fósiles disminuye, lo que contribuye a la mitigación del cambio climático.
Además, la carga de vehículos eléctricos puede integrarse con fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, haciendo que la movilidad sea aún más limpia. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede reducir los costos operativos para los conductores a largo plazo.
El futuro de los puntos de carga
El futuro de la infraestructura de carga está evolucionando rápidamente. Se espera que las estaciones de carga ultrarrápida y la carga inalámbrica, donde los vehículos se cargan sin necesidad de cables, se vuelvan más comunes. También se están desarrollando tecnologías para que los vehículos puedan interactuar con la red eléctrica, devolviendo energía durante los picos de demanda, en un concepto conocido como “vehículo a red” (V2G).
En conclusión, los puntos de carga para vehículos eléctricos son más que una simple infraestructura; son el pilar de una revolución en la movilidad. Su desarrollo continuo es esencial para alcanzar un futuro más sostenible y libre de emisiones. A medida que la tecnología avanza, el acceso a la carga rápida y eficiente se convertirá en un factor decisivo en la adopción masiva de vehículos eléctricos en todo el mundo.
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