Buenos Aires (AT) – La sostenibilidad no es solo una tendencia; es una necesidad imperante. En la industria del embalaje, el desafío de equilibrar la funcionalidad con la reducción del impacto ambiental ha llevado a innovaciones clave. Saropack, una empresa suiza líder en soluciones de embalaje, ha trazado un camino que combina tecnología, transparencia y participación activa de sus clientes para mitigar las emisiones de dióxido de carbono (CO₂). Desde 2013, su alianza con la fundación Myclimate ha sido el pilar de una estrategia que busca alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2040.
En el núcleo de la estrategia de Saropack se encuentra la transparencia. La colaboración con Myclimate permitió a la empresa identificar todas las actividades generadoras de CO₂ en su cadena operativa, incluyendo energía, transporte, movilidad de empleados y materiales. Estos datos, actualizados cada dos años, guían las acciones de reducción de emisiones y aseguran que las prioridades se alineen con las condiciones actuales.
Myclimate también ha calculado el impacto de CO₂ de los productos individuales que Saropack ofrece a sus clientes. Esto permite a los compradores conocer con exactitud el impacto ambiental de sus pedidos y, si lo desean, compensar estas emisiones a través de proyectos certificados de protección climática. Tanja Fuchs, directora de sostenibilidad de Saropack, destaca: “Solo cuando conocemos nuestras cifras podemos tomar decisiones informadas para reducir emisiones.”
Una estrategia que involucra a los clientes
Inicialmente, la opción de compensación de CO₂ era completamente voluntaria. Sin embargo, en 2021, Saropack implementó una estrategia de “opt-out”. Esto significa que todos los productos incluyen un pequeño aporte destinado a proyectos climáticos, a menos que el cliente decida explícitamente excluirlo. Este cambio multiplicó las cantidades compensadas, permitiendo que la mayoría del impacto de CO₂ asociado a los productos vendidos sea mitigado a través de iniciativas como la restauración de humedales en Europa.
Los humedales, además de ser enormes reservorios de CO₂, son ecosistemas vitales para la biodiversidad. En este sentido, Saropack destina el 5% de los fondos recaudados a proyectos locales en Suiza, Alemania y Austria, mientras que el resto se dirige a proyectos internacionales gestionados por Myclimate.
Educación y asesoramiento: un enfoque integral
Más allá de vender productos, Saropack se posiciona como un asesor estratégico para sus clientes. Cada año, organiza más de 5.000 reuniones con empresas interesadas en optimizar la sostenibilidad de sus operaciones. Estas sesiones incluyen cálculos detallados de CO₂, realizados en colaboración con Myclimate, para identificar las medidas más efectivas según las necesidades específicas de cada cliente.
No obstante, la empresa ha identificado un desafío clave: muchas compañías carecen de métricas claras para medir su impacto ambiental. Esto lleva a que prioricen acciones de marketing con resultados ambientales limitados. Al abordar esta brecha, Saropack no solo ayuda a reducir emisiones, sino que también promueve una mayor conciencia sobre la importancia de adoptar estrategias basadas en datos.
Logros y metas a futuro
En sus primeros años, la estrategia de Saropack logró compensar solo unas pocas cientos de toneladas de CO₂. Pero con la introducción de la política de “opt-out”, estas cifras crecieron significativamente. En 2022, la empresa amplió su enfoque de sostenibilidad a toda la organización, adoptando la economía circular como un eje central y estableciendo actividades adicionales para reducir emisiones en áreas como energía y movilidad.
El compromiso a largo plazo de Saropack incluye alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2040. Este plan no solo implica acciones internas, sino también la colaboración activa con clientes y la inversión en iniciativas climáticas innovadoras.
El rol de Myclimate en el cambio global
Myclimate, fundada en Suiza en 2002, ha desarrollado más de 195 proyectos climáticos en 45 países. Su enfoque abarca desde la sustitución de combustibles fósiles por energías renovables hasta la reforestación y la introducción de tecnologías eficientes. En el caso de Saropack, esta organización proporciona las herramientas necesarias para calcular, gestionar y compensar emisiones de manera precisa.
La directora ejecutiva de Myclimate, Katharina Schneider, subraya que las alianzas con empresas como Saropack demuestran cómo la colaboración puede acelerar el cambio: “El compromiso empresarial es esencial para lograr un impacto positivo y medible en el clima.”
Relevancia para Argentina
En Argentina, la industria del embalaje enfrenta retos similares, desde la creciente demanda de sostenibilidad por parte de los consumidores hasta la necesidad de reducir costos operativos. Las estrategias de Saropack ofrecen un modelo replicable para el contexto local. Por ejemplo, implementar sistemas de “opt-out” para proyectos climáticos podría ser una forma efectiva de involucrar tanto a empresas como a consumidores en la lucha contra el cambio climático.
Además, los humedales argentinos, como los ubicados en el Delta del Paraná, son ecosistemas críticos para la mitigación de emisiones de CO₂ y la protección de la biodiversidad. Iniciativas que integren restauración de humedales y economía circular podrían generar beneficios ambientales y económicos significativos.
La experiencia de Saropack demuestra que la sostenibilidad no es solo una responsabilidad ética, sino también una oportunidad para innovar y fortalecer la relación con los clientes. A medida que el mundo avanza hacia una economía más verde, la colaboración entre empresas, organizaciones climáticas y consumidores será clave para alcanzar objetivos globales de reducción de emisiones. Argentina, con su riqueza natural y potencial innovador, tiene la oportunidad de aprender de modelos exitosos como el de Saropack para liderar un cambio positivo en la región.
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