Buenos Aires (AT) – “Racing Club Asociación Civil ha dejado de existir”, indicaba la contadora Liliana Ripoll el 4 de marzo de 1999. Pasaron ya casi 25 años de la tristemente célebre frase de quien en ese entonces desempeñaba el cargo de síndico en la quiebra de Racing Club, pero para los hinchas la imagen de Ripoll sigue apareciendo en sus peores pesadillas.
Debido a esa situación, muchos opinan que ese 4 de marzo de 1999 es el peor día en la historia de la institución de Avellaneda. Años después del pronunciamiento, Ripoll en una entrevista con la prensa reconoció: “No era verdad, el fallo no tenía consistencia, pero tenía que decir algo que le llegue al hincha.” Entendiéndose como la que provocó que la desaparición de Racing no ocurriera.
¿El Schalke 04 necesita a “una Liliana Ripoll”?
Dudo mucho que en Gelsenkirchen, salvo un puñado de amigos con los que compartimos la pasión por ambos clubes, sepan quien es Liliana Ripoll. Pero algo debe suceder en la institución de la cuenca del Ruhr para que reaccione. Karel Geraerts, DT del Schalke alertó ayer a la prensa: “Los próximos meses serán vitales.”
La situación actual en Gelsenkirchen
Como sucede en todos los deportes profesionales y altamente competitivos como el fútbol las crisis en los equipos no se producen en un día. Y el Schalke obviamente no es la excepción. Si bien el club de Gelsenkirchen se encuentra en el cuarto puesto histórico de ganadores de ligas locales del fútbol alemán nunca pudo obtener una Bundesliga en su formato actual que data de 1962. La última liga alemana obtenida por el Schalke fue en 1958.
El club hace décadas que viene en declive, pero es indudable que la pandemia de Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania pusieron a la institución en una crisis económica brutal. Parecen excusas que por estas tierras las escuchamos de boca de presidentes y economistas no muy brillantes.
Pero se debe tener en cuenta que para equipos tan populares como el Schalke o su eterno rival, el Borussia Dortmund, los ingresos por entradas a los partidos son parte fundamental de sus presupuestos. Los clubes no pudieron contar con tales ingresos durante el 2020 y buena parte de 2021. OK, pero eso fue igual para todos los clubes ¿y la invasión rusa que tiene que ver con esto se preguntará el lector? Bueno, el Schalke contaba con un contrato millonario con la empresa energética rusa Gazprom como principal auspiciante (o main sponsor como se dice hoy en día).
Como sucedió en muchos otros deportes: equipos, instituciones, federaciones y deportistas cancelaron sus vínculos comerciales con empresas rusas. Este segundo golpe a la economía de los de Gelsenkirchen fue más duro aún que el primero.
No hay plata
Si bien en el fútbol, a diferencia de por ejemplo la Formula 1, contar con el mejor presupuesto no es garantía de éxito inmediato. El PSG francés con Messi y los refuerzos millonarios no logró levantar la Champions League o pensar cuantos años de presupuestos multi millonarios necesitaron el Chelsea o el Manchester City para alcanzar títulos internacionales. Eso no quiere decir que un club totalmente endeudado pueda presentarse a competir en la Bundesliga sin sufrir consecuencia alguna.
Así transitó el Schalke su historia reciente. Luego de la pandemia y la vuelta a la “normalidad” el equipo no pudo resistir siquiera una temporada en primera división.
La peor campaña de un equipo en la historia de la Bundesliga
En la temporada 20/21 el Schalke tuvo la peor performance de un equipo en la historia de la Bundesliga. Los Mineros obtuvieron tan solo 16 puntos de los 102 posibles descendiendo así a la 2. Bundesliga.
Ya en segunda liga y realizando una campaña a puro corazón en las últimas fechas de la temporada 21/22 consiguió el campeonato y la vuelta a la 1. Bundesliga de manera milagrosa. Todo era emoción y alegría. Pero la situación económica del club seguía golpeada.
El club de Gelsenkirchen realizó una temporada 22/23 bastante mejor (31 puntos) pero no pudo evitar su descenso nuevamente a 2. Bundesliga.
Una posición incómoda en la temporada 23/24 de la 2. Bundesliga
El club de Gelsenkirchen se encuentra a cuatro goles de caer en la zona de descenso directo en la 2. Bundesliga. La situación es sumamente preocupante, pero parece que parte del equipo no ha tomado conciencia de la gravedad de la situación, ya que está en juego la supervivencia misma del club.
En el encuentro en Betzenberg, el Schalke demostró una vez más ser el rival ideal sobre el cual construir una victoria. El 1. FC Kaiserslautern, que venía de perder sus últimos siete partidos en la 2. Bundesliga, logró una clara victoria por 4-1 sobre el equipo de Gelsenkirchen, superándolo en la tabla de posiciones.
Además de la dura derrota contra el Kaiserslautern, a lo largo de la 19ª jornada se produjeron otros momentos difíciles para el equipo. El Hansa Rostock logró imponerse en el tiempo añadido al SV Elversberg el sábado, mientras que el Eintracht Braunschweig obtuvo su cuarta victoria consecutiva contra el 1. FC Magdeburg el domingo.
Carrera reñida por evitar el descenso
Los tres equipos se encuentran ahora empatados con 20 puntos en los puestos 15, 16 y 17 de la tabla, y el Schalke solo supera ligeramente a sus rivales gracias a su mejor diferencia de goles. Sin embargo, durante su visita al Palatinado, la impresión fue que muchos jugadores no estaban comprendiendo la gravedad de la situación.
En comparación con la derrota ante el Hamburgo la semana anterior, el equipo simplemente pareció aceptar la derrota frente al Kaiserslautern. No hubo rebeldía, intervención, ánimo, nada. Este comportamiento ha sido evidente en varias ocasiones a lo largo de la temporada para este equipo que parece desorientado, a pesar de una preparación muy buena que generó expectativas positivas. Esta ilusión ahora se ha desvanecido y el entrenador Karel Geraerts debe tomar medidas al respecto. Aunque en el pasado el entrenador ha expresado palabras contundentes, rara vez ha tomado medidas concretas en cuanto al personal del equipo.
Sin posibilidad de jugar en la 3ª división
Esta situación debe cambiar. Los jugadores que claramente no demuestran mucho interés en el destino del club, o para quienes la emblemática camiseta del Schalke representa una carga demasiado pesada, deben ser excluidos del once inicial, ya que el Schalke no sobreviviría a un descenso.
De acuerdo con el portal de Sky Sports, la obtención de una licencia para competir en la 3ª división es prácticamente imposible para el Schalke. Por lo tanto, un posible descenso tendría consecuencias que aún no se pueden prever, pero una cosa es segura: el club tal como existe en la actualidad estaría condenado en este escenario. Sin embargo, para muchos jugadores, el descenso no representaría un gran problema, ya que al menos los jugadores mejor pagados del Schalke seguramente encontrarían un nuevo club.
Una lucha por la supervivencia
Indudablemente, en los últimos meses y años se han cometido más errores en el Schalke y su entorno de los que se pueden enumerar, pero esto es irrelevante en la situación actual. Ahora se trata de encontrar jugadores que puedan soportar la inmensa carga y rendir sobre el terreno de juego. Ya no se trata de aumentar el valor de mercado o de dar minutos de juego a jugadores jóvenes. Se trata de la pura y simple supervivencia de uno de los clubes de fútbol más grandes de Alemania.
Por lo tanto, el próximo sábado contra el Braunschweig se trata de mucho más que de tres puntos. Geraerts debe formar un equipo que reconquiste el respeto de la afición y demuestre que todavía hay vida en la plantilla.
¿Está condenado ya el Schalke?
No, por supuesto que no, hay ejemplos en todas las ligas del mundo de equipos importantes y populares que lograron superar grandes traspiés. El ejemplo más cercano es el regreso de River del nacional B en 2013 encadenando su época más gloriosa de la mano de Marcelo Gallardo y la inolvidable final de la Copa Libertadores ganada a su eterno rival, Boca, tan solo cinco años después. En la década del ochenta el Rosario Central de Ángel Tulio Zof se consagró campeón del Torneo de Primera División 86/87 (sí chicos, en esa época había torneos largos y público visitante en la cancha) luego de ganar el título de segunda división.
Sólo resta esperar si el Schalke podrá superar sus dificultades a través de los resultados deportivos y sin que ningún hincha minero deba encadenarse en la sede del club de Gelsenkirchen como sucedió en esa triste primera semana del mes de marzo de 1999 en Avellaneda. El Schalke va a resurgir, esta es tan solo otra pesadilla de la que vamos a despertar todos juntos.
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