Buenos Aires (AT) – Miles de personas salieron a las calles de Viena para expresar su rechazo a la posible inclusión del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) en el próximo gobierno. El FPÖ, de tendencia de extrema derecha, lideró las elecciones nacionales el pasado domingo con casi un 29% de los votos, superando al conservador Partido Popular (ÖVP), que obtuvo poco más del 26%. La posibilidad de que el FPÖ forme parte del próximo gobierno genera preocupación entre sectores de la sociedad civil y varios partidos políticos.
Los manifestantes marcharon desde el centro de la ciudad hacia el parlamento, llevando carteles con mensajes como “Defendamos la democracia” y “No a las alianzas con los amigos de Putin”. Durante la protesta, algunos participantes destacaron el peligro que representa el FPÖ debido a su afinidad con políticas nacionalistas, y dijeron que el partido busca seguir un modelo similar al del primer ministro húngaro Viktor Orban.
Posiciones de los partidos
El líder del FPÖ, Herbert Kickl, se perfila como uno de los candidatos a asumir el cargo de canciller, pero enfrenta una fuerte oposición de la mayoría de los partidos. Ninguno de los principales actores políticos, con la excepción del ÖVP, ha mostrado interés en formar una coalición con el FPÖ. El ÖVP, liderado por el ex canciller Karl Nehammer, no descarta una alianza, pero ha puesto como condición que Kickl no asuma una responsabilidad directa en el gobierno.
Este escenario crea un panorama político incierto. Las opciones incluyen un posible acuerdo entre el ÖVP y el SPÖ, partido socialdemócrata, o una coalición más amplia que incorpore a los liberales del partido Neos. Sin embargo, estas combinaciones apenas lograrían una estrecha mayoría parlamentaria. El presidente federal, Alexander Van der Bellen, tendrá conversaciones exploratorias con los líderes de los partidos para evaluar las posibilidades de formar gobierno.
Resultados finales de las elecciones y perspectivas futuras
El Ministerio del Interior publicó los resultados finales de las elecciones el jueves. El FPÖ obtuvo el 28,8% de los votos, lo que representa un aumento significativo en comparación con las elecciones anteriores. El ÖVP, que lideró el gobierno previo, sufrió una caída de más de 11 puntos porcentuales, quedándose con el 26,3% de los votos. El SPÖ alcanzó el 21,1%, prácticamente estable, mientras que los Neos lograron un 9,1%. Los Verdes, que integraban la coalición saliente junto al ÖVP, experimentaron una caída, quedando en 8,2%.
Ante este panorama, las negociaciones políticas tomarán un papel central en las próximas semanas. Si bien el FPÖ alcanzó el mayor porcentaje de votos, no existe garantía de que logre formar gobierno, dado el rechazo de la mayoría de los partidos a colaborar con Kickl y su grupo. Las conversaciones entre los líderes políticos buscarán una salida a este dilema, pero el futuro del gobierno austriaco sigue en suspenso.
Orígenes del FPÖ
El Partido de la Libertad de Austria surgió en 1956 como una respuesta a las dinámicas políticas de la posguerra en Austria. Su origen se relaciona con la Federación de Independientes (VdU), un grupo que representaba a sectores nacionalistas y conservadores en un contexto donde predominaban las fuerzas políticas de centro-izquierda y de derecha tradicional. La VdU había sido constituida en 1949, y su legado fue fundamental para el establecimiento del FPÖ.
Desde sus inicios, el FPÖ buscó atraer a votantes descontentos con el sistema político dominante, el cual estaba dominado por el Partido Socialista (SPÖ) y el Partido Popular (ÖVP). La narrativa del partido en sus primeros años enfatizaba la necesidad de una representación alternativa que defendiera los intereses de aquellos que se sentían excluidos o ignorados por las grandes formaciones políticas. A medida que el partido fue evolucionando, se fue consolidando como una fuerza nacionalista que apelaba a la identidad austriaca, un tema recurrente en su discurso.
En la década de 1980, el FPÖ experimentó un cambio ideológico. Bajo el liderazgo de Jörg Haider, el partido comenzó a adoptar una postura más populista, lo que le permitió captar un electorado más amplio. Haider presentó al FPÖ como un defensor de los ciudadanos frente a un sistema político que, según él, no respondía a las preocupaciones del pueblo. Esta estrategia contribuyó a aumentar la visibilidad del partido y su participación en elecciones locales y nacionales.
Durante los años 90, el FPÖ logró posicionarse en el panorama político austríaco como una opción viable. En 1999, el partido alcanzó un hito al obtener más del 26% de los votos en las elecciones generales, lo que le permitió entrar en un gobierno de coalición con el Partido Popular. Esta alianza generó controversia en Europa y llevó a sanciones políticas contra Austria, evidenciando la tensión entre el FPÖ y las instituciones europeas.
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