Lothar Matthäus, leyenda del fútbol alemán y campeón del Mundial de Italia 1990, acaparó la atención en la última gala del Balón de Oro. Lo hizo no por cuestiones deportivas, sino por presentarse junto a su pareja, la modelo Theresa Sommer, de 26 años. La diferencia de edad de 38 años entre ambos abrió un intenso debate en Alemania y reavivó las discusiones sobre la vida privada del exfutbolista.
El vínculo entre Matthäus y Sommer ya había sido registrado en público en diferentes ocasiones. Ambos fueron vistos en una carrera de esquí de celebridades en Ischgl, Austria, y en partidos de la UEFA Nations League en el Allianz Arena de Múnich, donde presenciaron tanto la semifinal entre Alemania y Portugal como la final entre España y Portugal. También circularon imágenes de la pareja viajando en vehículos de alta gama.
Consultado por el periódico alemán Bild, el excapitán de la selección germana evitó dar detalles sobre la relación. En diálogo con A2 Televisión, durante el evento en Austria, la pareja se limitó a declarar: “Vinimos a esquiar, y el resto es un asunto privado”.

Quién es Theresa Sommer
Theresa Sommer es modelo y cuenta con una formación académica destacada. Según su perfil en LinkedIn, estudió Economía y Administración en el King’s College de Londres y más tarde Psicología en la Universidad de Durham. Su aparición junto al exfutbolista de 63 años en la gala del Balón de Oro marcó un nuevo capítulo en la exposición pública de la relación.
La brecha generacional no pasó inadvertida en Alemania. El hecho de que Matthäus haya mantenido vínculos previos con mujeres bastante más jóvenes que él acentuó la polémica.

Cinco matrimonios y una vida personal en primera plana
La trayectoria sentimental de Matthäus ha estado marcada por la inestabilidad y la diferencia de edad con sus parejas. El excapitán alemán contrajo matrimonio en cinco oportunidades.
Su primera esposa fue Silvia, con quien se casó en 1981 y tuvo dos hijas: Alisa (1986) y Viola (1988). La pareja se separó en 1992. Ese mismo año nació Loris, hijo de Matthäus y la modelo suiza Lolita Morena, reconocida por haber representado a su país en Miss Mundo 1982 y Miss Universo 1983. La boda entre ambos se celebró en 1994, pero terminó en 1999, poco antes del retiro deportivo del jugador.
En 2003, Matthäus se casó con la empresaria serbia Marijana Colic, creadora de dos marcas de moda. El vínculo duró cuatro años y concluyó con un divorcio en Salzburgo.

Poco después, en 2008, contrajo matrimonio con la modelo ucraniana Kristina Liliana Chudinova, 26 años menor que él. La relación se formalizó en Las Vegas, luego de conocerse en el Oktoberfest de Múnich. El matrimonio terminó en 2010 tras la publicación de fotografías de Chudinova junto a un empresario monegasco en Cerdeña.
En 2014, Matthäus volvió a casarse, esta vez con la modelo Anastasia Klimko, 27 años menor. De esa relación nació su hijo Milan. La unión terminó en 2021, aunque dos años después fueron vistos juntos en el Oktoberfest, lo que desató especulaciones de reconciliación que luego quedaron descartadas.
Una figura que trasciende lo deportivo
Matthäus, capitán de la selección campeona del mundo en 1990 y siete veces ganador de la Bundesliga con el Bayern Múnich, es considerado uno de los mejores mediocampistas de la historia del fútbol europeo. Sin embargo, su vida personal suele ocupar un lugar tan relevante como sus logros deportivos.
El caso de su actual relación con Theresa Sommer refuerza esta tendencia. Para algunos sectores de la opinión pública alemana, se trata de una vida privada que debería mantenerse lejos de los titulares. Para otros, la elección de parejas considerablemente más jóvenes es parte inseparable de la construcción mediática de la figura de Matthäus.

Debate abierto
La exposición del romance entre Matthäus y Sommer vuelve a poner sobre la mesa una discusión recurrente: ¿hasta qué punto la vida personal de una figura pública debe ser objeto de debate? En este caso, la diferencia de edad de casi cuatro décadas generó comentarios tanto en medios tradicionales como en redes sociales, en un país donde Matthäus todavía conserva un lugar destacado en el imaginario deportivo. El excapitán alemán, fiel a su estilo, evitó declaraciones contundentes y mantuvo el mismo discurso de reserva que acompañó sus relaciones anteriores. Lo que parece claro es que, a sus 63 años, sigue atrayendo la atención de los reflectores, ya sea dentro o fuera de la cancha.




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